Doble vida

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Allí, en esa estadía de bajo mundo que ofrece placeres a las almas solitarias, se encontraba él.

El dios de la seducción.

Parado frente a las puertas de su santuario del placer. Esperando por una víctima más de la traicionera noche.

Sin necesidad de intentarlo, todos caían a sus pies.
Seduciendo con su sola mirada, unos pantalones de cuero pegados hasta abajo y mostrando su trabajado cuerpo junto con un par de cadenas de plata y oro colgando de su marcado cuello junto con un antifaz de ojos para ocultar su identidad.

Básico de la localidad, debía vestirse así por más que no le gustara.

Su altura imponente y era la mascota más concurrida del dueño.
Esa que le ofrecía más ganancias de la que pudiera imaginar.

El dueño no se imaginaba que aceptar a un chico de 23 años obviamente inexperto en el asunto le iba a traer tantas fortunas... y tanta fama.

Tanto que llegó a darle su propio aposento y le ofreció el 50% de todas sus ganancias.

El chico lo merece.

Pero allí, recostado en su puerta, captó un par de chicos que se acercaban.
Él esperaba realmente que no fueran hacia él. La noche había estado realmente tranquila, quizás dos penosas almas en juego por allí.

Esos chicos caminaban esquivando los cuerpos sudados entre el pasillo, los fluidos de los suelos... o lo que sea que vieran sucio.

<Riquillos> pensó él.

Y para desfortunio.
Ellos se acercaron a su persona.

Él le sobrepasaba en altura a los tres muchachos, quizás unos 20 centímetros. O más.
No le gusta presumir de su altura, pero no puede negar que se siente bien mirar hacia abajo cuando alguien se dirige a ti.

ㅡRayos, es más sexy de como lo describiste, Min. ㅡdice uno de ellos.

Hyunwoo ladea la cabeza inspeccionando a los jóvenes.
No deben pasar de los 20 años.
Qué desperdicio de juventud.

ㅡIgual no se qué hacemos aquí. ㅡmenciona otro. Con cara de cascarrabias.

Ese mismo se cruza de brazos, es una ternura andante.
Rasgos finos pero ese ceño fruncido no deja apreciar bien su belleza.
Tiene cabellos rubios.

ㅡKihyun, ¡basta! ㅡse exalta al parecer el mayor de los tresㅡ Sabes para qué estamos aquí. ㅡregula su garganta y ahora mira a los ojos del alto tipo atractivoㅡ Hola, Dios de la seducción.

ㅡ¿Qué se les ofrece, niños? ㅡignora el saludo inocente de los chicos y pregunta con su gruesa y varonil voz.

ㅡNo somos niños, Señor Dios. ㅡmenciona el de apariencia más infantilㅡ Vinimos para que le prestara sus servicios placenteros a nuestro amigo Kihyun, por su cumpleaños número 19. ㅡseñala al de cabellos rubios.

Estaba en lo correcto, no pasan de los 20 años cada uno.

Hyunwoo pasea su mirada por todo el diminuto cuerpo del jovencito causando que este mismo se cubra con sus manos.

ㅡObviamente él no quiere esto. ㅡdice luego de verle el innecesario gesto.

ㅡ¡Claro que lo quiere! ㅡcorrige el que parece mayorㅡ Es sólo que usted debe tomar la iniciativa, claro.

ㅡ¡Minhyuk! ㅡse queja el de nombre Kihyunㅡ Chang, no me pueden hacer esto.

ㅡ¿Cuánto cobras, Dios de la seducción? ㅡpregunta coquetamente Chang ignorando la queja de su chillón amigo.

One shots  [ShowKi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora