One shots [ShowKi]

Barreras a mi (2)

Los vestidores se habían convertido en principales espectadores de aquella situación.

Hyunwoo no sabía si se sentía molesto por lo que había hecho el chico hace cuatro años.

¿Es que no pudo intentarlo una segunda vez?
¿Es que no pudo pensar que lo había metido en un locker que no era?
¿O que simplemente Hyunwoo lo había confundido con un ejercicio doblado?

Kihyun obviamente se había cerrado en su especulación, causando que un rencor podrido creciera en su corazón. Cerrandolo así a los demás, incluso a él mismo.

ㅡN-no me mires así. ㅡse quejó ahora sintiéndose extrañamente tristeㅡ Hyunwoo, yo sólo...

ㅡKihyun, necesito tiempo. ¿Podrías irte, por favor? ㅡle pidió de la manera más educada posible.

Tantos años sintiendo que lo único que recibía de los demás era su mierda,entras que allí pudo haber estado Kihyun si tan solo lo hubiera intentado una vez más.

A veces, todos necesitamos una segunda oportunidad sin tener que haber cometido un error.

Kihyun no se la había dado a Hyunwoo hace cuatro años.

Hyunwoo tenía eso claro, pero necesitaba tiempo también.
Él nunca había tenido la cabeza tan llena que incluso las lecturas de su libro de filosofía se compaginó con la de Historia y álgebra.

Eso era lo que necesitaba, tiempo. Y Kihyun se lo dió al aceptar irse del lugar sin decir ni una sola palabra.

Hyunwoo se dió una ducha rápida, se vistió, recogió sus cosas y se fue a casa.

Debía hacer sus deberes y también pensar en muchas otras cosas. Como por ejemplo, ponerle más atención a sus dos únicos amigos.

Los chicos se merecían todo; el mundo, las estrellas, el sistema solar o la galaxia entera si es posible.

Lo cuidan tanto, le dan buenos consejos, le llevan desayuno para cuando tiene que salir volando de su casa porque despertó tarde. Le ayudan a entender algunas tareas, lo entretienen y lo llevan a dar una vuelta cuando el horario no lo sostiene por el cuello.

ㅡChang, ¿puedes venir a casa? Necesito hablar con alguien.

ㅡAllá voy, Hyung.

Y siempre estaban a su disposición.

Eran lo mejor del mundo y él ni les ponía la atención que se merecían. Y por cómo iban las cosas, pues quizás tendrían que pasar un par de semanas más o posiblemente meses para poder darles el tiempo e invitarlos a hacer cualquier cosa de amigos.

Mientras terminaba su antepenúltimo deber del colegio, la puerta sonó haciéndole saber que quizás Chang ya había llegado.

ㅡAdelante.

Y efectivamente era él, con una bolsa llena de sus dulces favoritos y una mochila colgando de su hombro.

Chang sabía que cuando su amigo dice "necesito hablar" es para quedarse en su casa a dormir y toda la cosa.

ㅡHa llegado el Dios Kang Changkyun. ㅡse presenta con aires de grandeza causándole gracia al mayor.

ㅡYa quisieras ser un Kang.

ㅡDéjame disfritar del momento al menos, Hyung. ㅡlo mira de mala manera para luego tirar la mochila y la bolsa de caramelos al suelo e ir a abrazar a su Hyung favoritoㅡ Aquí estoy.

El "aquí estoy" no se refería de Oh, ya llegué o un Sólo me quedo unos momentos. No, Changkyun le transmitió con ese "Aquí estoy" un Para lo que necesites, siempre aquí.