Doble vida (3)

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La noche había llegado, por lo tanto, él debía ir a su trabajo.
Dejó a MiReun con la señorita Jiang, igual que siempre y se dedicó a caminar esta vez.
No había apuros en llegar tan rápido a la basura de trabajo que tenía.
Aunque no podía quejarse mucho, gracias a él, es que puede darle a MiReun todo lo que necesita y puede compartir con ella sus días enteros. A excepción de las noches.

Se adentró al local por la puerta trasera, por donde cada empleado debe entrar, y se dirigió a la oficina de su jefe para marcar su hora de llegada.

Eso era lo bueno del lugar, aparentaba un negocio normal que te paga por hora.

ㅡBuenas noches, señor Choi.

ㅡBuenas noches, hijo. Qué bueno que ya llegaste.

Era raro escuchar eso de su jefe.
Era un hombre tranquilo pero nunca cariñoso o buena gente con sus empleados.

ㅡ¿Y eso por qué, señor?

ㅡHay un chico que pagó una fortuna por estar contigo toda la noche. Me estás haciendo millonario, hombre.

Conque era eso.
Sí, sólo fines lucrativos. Por supuesto.

Hyunwoo asiente y por poco se le olvida lo que traía en mente desde hace unas horas atrás.

ㅡSeñor, creo que necesito un nuevo antifaz. Tal parece que alguien me ha reconocido.

ㅡOh, claro chico, ve a la bodega y busca el que gustes.

Hyunwoo sonrió satisfecho al hombre y se retiró de la oficina.
Se dirigió a la bodega y buscó el antifaz que creía seria mejor para cubrir su rostro.
Cubría también únicamente sus ojos hasta la punta de su nariz. Pero esta era más tipo máscara, no tenía encajes transparentes ni nada, era toda cubierta por un material parecido a porcelana. De color blanco tiza y diseños de la antigua Corea.

Perfecto.

Y se dirigió a la habitación que le correspondía, se cambió a su ropa provocativa.

Ya había iniciado su face de Dios Seductor. Era hora del teatro.

Sale de la habitación, notando que ya hay más de los chicos que trabajan igual que él fuera de sus puertas.
La música ambientada suena, y las luces de los pasillos son tenues color rojo, combinadas con la alfombra nueva del lugar.

ㅡHora de viajar al mundo de la nada, Hyunwoo.

Se dijo así mismo en susurro.

Hoy, al parecer, tendria un sólo cliente. Sería bueno ya que no estaria con tantas personas.

Un chico iba acercándose a su lugar así que supuso que era él, el que había pagado susodicha fortuna por toda una noche de su compañía.
Hyunwoo se recuesta a su puerta y espera con pose tranquila al chico.

Las bajas luces no dejan ver su rostro, pero algo se le hace familiar en ese peluquín que tiene.

Hyunwoo frunce el ceño tratando de recordar dónde había visto ese cabello, pero pronto regresa a su rostro neutro cuando ve de quién se trata.

Es ese chico otra vez.
Seguramente sí quiere chantajearlo.
Pero ya había dicho que no lo permitiría.
De mientras, actuará como si nada.

El mismo joven abrió la puerta y empujó a Hyunwoo dentro.
Se había descolocado, la actitud del menor se veía decidida.
Luego de empujarlo dentro, fue y se sentó en la cama asi que El Dios de la Seducción se dirigió a cerrar su puerta con seguro.

Para cuando se dió la vuelta, él esperaba ser quien se acercara pero para su sorpresa, el chico, cabe decir que de menor estatura que la suya, estaba tras suyo y aprovechó su posición para treparse en él y besarle con desespero en los labios.

One shots  [ShowKi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora