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Erick


Estoy dentro del auto de Joel, mis nervios cada vez aumentan más, estoy evitando morderme la uñas.

Solo, se escuchan nuestras respiraciones miestras él mantiene su mandíbula tensa y sus manos pegadas al volante sin perder la mirada del frente.

Yo solo mantengo mis manos sobre mis muslos tratando de calmarme.

Me he puesto un traje que Rich ha traído, ya que le he pedido ayuda, per que según el nada de mi armario era aceptable para la ocación, de hecho lo que uso es muy incómodo es demasiado apretado y pequeño, probablemente se lo pidió prestado a su novio.

El ambiente era muy incómodo hasta que el habla y me saca de mis pensamientos.

-Erick, escucha cuando lleguemos allí entrarás conmigo, no hablarás con nadie solo saluda, nada de alcohol para tí, uno de los dos tendrá que estar sobrio por lo menos si queremos regresar bien, y lo más importante no te alejes de mí incluso si quieres ir al baño, me dices. ¿Quedó claro?- su tono era más duro de lo normal.

Pero que gruñón este hombre. Joder.

-Sí- contesté, pero el ya se había bajado del auto en que momento lo hizo, no tengo idea pero aquí iba yo corriendo detrás del cara de orto ese.

Ambos quedamos de pie frente la entrada, Joel compartió unas cuantas palabras con el portero, este sonrió y abrió la puerta para poder acceder Joel se hizo a un lado para que pasara prinero.

Vaya, si que había personas, todos vestidos muy bien, seguramente dueños de millones. Y yo con un saco prestado y compartiendo apartamento con mi mejor amigo, no pude evitar soltar una carcajada.

- De que te ríes- preguntó Joel con el ceño fruncido.

- De nada, señor- Traté de aguantar mi risa.

-Bien, sígueme. Tengo que hablar con unas personas.

Nos adentramos en el lugar, con cada paso que dábamos aparecían más personas. Llegamos hasta dónde 4 hombres con trajes

- Joel hijo cuanto tiempo, sin verte.-Hablo el de saco debía tener al menos unos 40 años

- Que tal Robert, hace como 1 año creo- Respondió Joel dándole un abrazo y un estrechón de manos al igual que con los otros.

Esos señores me miraban de manera extraña, yo solo me dedicaba a sonreír tal y como Joel lo había dicho, pero este ni parecía notar mi presencia allí. Hasta que ese tal Robert habló nuevamente.

-Y bien Joel, quién es ese hermoso chico que traes, acaso es tu novio, y no nos has avisado.

No pude evitar ruborizarme ante aquellas palabras.

-No, claro que no, el mi asistente. Y definitivamente no es mi tipo.- Joel me hizo un gesto para que me presentara.

Este hombre no podía ser peor de lo que ya era.

-Soy Erick Colón, mucho gusto.

-Mucho gusto Erick- tomó mi mano y le dio un beso- Soy Robert Scott dueño de una de las editoriales más importantes de Nueva York y soltero también.- soltó una risisita.

-El gusto es mío- respondí con mi cara más roja de lo normal

Para estar en los 40 años no estaba tan mal. Pero este señor me doblaba la edad

Me roburicé por completo el tipo estaba coqueteando conmigo.

-Tenemos que irnos.

Joel Rodó los ojos y me tomó del brazo un tanto fuerte arrugando esa parte del esmoquín. Demoré dos putas horas tratando de plachar eso para que el señor cascarrabias venga y lo haga añicos.

Todo por ti pequeño ╠Joerick╣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora