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Erick

Mierda, no es mi cuarto, mierda solo estoy en ropa interior. ¿Qué pasó?

- joven ¿Erick?

-Sí, soy yo.

-El señor Joel, me ha dicho que te preparara el desayuno- Dejó la comida sobre la cama- también le he lavado su ropa, el cuarto de baño está a disposición.

Joder, estaba en la casa de Joel. Mi jefe. Me levanté de la cama busqué mi celular estaba sin batería, a lado había una notita de Joel junto a unas pastillas para el dolor de cabeza y un vaso de agua.

"Si quieres conservar tu trabajo, mueve tu trasero rápido. Te veo a las diez en mi despacho."

Joel Pimentel.

Son las ocho aún.

-Gracias.- pronuncié antes de que la señora saliera del cuarto, ella solo asintió con la cabeza y cerró la puerta.

Tomé la plastilla, comí lo que pude estaba, no quería quedarme un segundo más en ese lugar. La casa era demasiado grande y bonita.

Salí y tomé un taxi hacía mi departamento, seguramente Richard debía estar muy preocupado.



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Al llegar, busqué mi llave entre mis pantalones pero no había nada.

Joder

Revisé bajo la maceta la llave de repuesto y allí estaba

Bingo

La introduje en la cerradura y esta abrió, ya adentro me encuentro a Chris solo en boxer tumbado sobre Richard en el sillón y con la tv encendida.

Caminé entre el medio de restos de comida tratandl de no hacer ruido. Pero había pisado una bolsa de papas fritas.

-¿Erick, dónde estabas?

-Buenos días Richard.

-Te llamé toda la noche, pero me mandaba al buzón, creí que algo malo te había pasado.

-Sí, me quedé sin batería, estoy bien y después te cuento.

-Erick- gritó Richard desde el piso de abajo-esto charla no ha terminado.

Las nueve

Puse a cargar mi celular y Tomé una ducha rápida

Me cambié de ropa y baje otra vez ya siendo las nueve y treinta

Tenía al menos 30 minutos para llegar

Justo iba directo hacia la puerta pero Richard se puso entre medio de ella.

- Y bien que es lo que tienes que decir en tu defensa.

-Nada, luego te cuento y ahora dame permiso tengo prisa.

-No me quitaré hasta que me digas por lo menos dónde pasaste la noche.

Sabía que Richard no se movería hasta que le contara.

-Bien, dormí en casa de Joel.

- Tu jefe- abrió los ojos como platos- pero cómo.

-No es lo que tú crees, creo que bebí demasiado y me llevo hasta su casa. Eso es todo, si me disculpas me tengo que ir voy tarde.

Rich se hizo a un lado y por fin pude marcharme de allí.

-Joel está en una junta- chilló la rubia mientras salía del despacho de Joel

Le caía mal

Su oficina estaba bajo llave, por lo que se sentó en el sofá del despacho de Pimentel

Luego de varios minutos aún Joel no aparecía.

Su mirada fue directo hacia el estante de libros y no pudo evitar tomar uno y echarle una ojeada, lo puso nuevamente en su lugar y tomó otro.

-Creí que había quedado claro no tocar nada- su aliento chocó contra su cuello provocándole un escalofrío.

- Lo siento- susurró y él se pegó aún más a su espalda dejando solo unos centímetros de distancia.

Su cuerpo no reaccionaba, y su pulso se aceleraba.

Dirigió sus manos hacia su cintura, creía que lo iba a tomar, sin embargo fue directo hacia el libro poniéndolo en su lugar

Erick se volteó lentamente hasta que ambos conectaran su mirada.

Su rostro mostraba confusión y deseo a la vez, sus pupilas estaban dilatadas.

-Veo que no sabes tomar ordenes - su voz era rasposa.-debería enseñarte a obedecer Erick.

De pronto todo los recuerdos de la noche lo golpean. Él borracho, Ricky, él gritándole, Joel cargándolo hasta la habitación.

-Discúlpeme, yo me siento muy apenado con todo esto, yo nunca había bebido así. No sé que me pasó, sabía que era mi primer día, me dijo que hacer y yo hice todo lo contrario- Tomé aire- pero necesito el trabajo en verdad, sólo deme otra oportunidad.- Su mirada ya no estaba en mí si no hacia un lado.

Estaba pensando

Sus ojos marrones nuevamente conectaron con los míos y por fin habló.

-Dejarás que te folle cuando quiera, será una especie de contrato confidencial. Si aceptas el puesto seguirá siendo tuyo y si no ya sabes que significa.

-Aquí está mi número personal- me entregó una tarjeta- si llamas lo tomaré como un sí y hablaremos en otro lugar sobre el contrato; también te pagaría por tus servicios a parte de tu salario como asistente, claro si aceptas, pero si no, sabré que tendré que buscar a otra persona.

-Yo no soy un hombre de dar segundas oportunidades, piénsalo bien Erick.

Me sentía en otro lugar, estaba en shock, yo no era un cualquiera, podré necesitar el dinero pero jamás llegaría a ese extremo.

-Yo no soy un prostituto.

Azoté la puerta hecho furia y salí de allí, necesitaba el dinero,sí, pero tampoco le iba a dar mi culo fácil a ese pervertido.

Todo por ti pequeño ╠Joerick╣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora