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-Más, por favor- gimió meneando las caderas.

El rizado se encontraba empotrando al ojiverde en su pequeño baño.

Erick mantenía sus manos contra al lavabo tratando de mantenerse por las duras estocadas.

-Mierda- Gimió el mayor al sentir como el pequeño agujero del ojiverde se contaría alrededor suyo.

La lengua del mayor se paseaba desde su cuello hasta su espalda.

Sus manos las mantenía firmes alrededor de su pequeña cintura para llegar más profundo.

Encontrando su próstata.

-Joel...

Un agudo gemido salió del azabache al sentir como su orgasmo llegaba, para después correrse.

Unas cuantas embestidas más y Joel se corre dentro de Erick.

Saliendo de él, quitándose el envoltorio para hacerle un pequeño nudo y luego tirarlo a la basura.

-Eso estuvo bien- Susurró el rizado en su oreja, dándole una pequeña mordida a su lóbulo.

Joel tomó una toalla y se la pasó al Erick para que se limpiara.

Sus mejillas estaban rojas y pequeñas gotas de sudor cubrían su frente.

-Puedes tomarte un tiempo, estaré en una reunión con Johann.

Salió del pequeño cuarto, dejando jadeante al ojiverde que aún trataba de recomponerse.

-Demonios, me veo horrible.

Dijo mirándose frente al espejo, su cabello estaba muy desordenado, lo peinó hasta dejarlo normal, subió su bóxer, luego su pantalón.

Su cara estaba demasiada roja por lo que se echó agua para que su temperatura se regularizara.

Cuando esta bajó, como pudo caminó hacia su silla, sintiendo un dolor punzante en su trasero al sentarse.

Erick no pudo evitar maldecir a Joel.

Sabía que debería esperar antes de salir, ya que Johann se encontraba allí y seguramente por la manera en la que caminaba se daría cuenta que algo raro estaba pasando.

Todo por ti pequeño ╠Joerick╣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora