Capitulo 4

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Aledis me despertó mojándome el camisón con un cubo con agua. Mientras me vestía, ella me explicó el horario del campamento. - Bueno, muchacha, hoy empezamos viendo tu oficio, después de comer iremos a cazar en grupos de dos en dos y os enseñaremos a cazar en caso que Slenquer destruya el campamento. -

Cuando terminó de hablar yo estaba que me moría por saber quién era Slenquer, así que la pregunté cuando estaba saliendo. Ella contesta, seria:

- Slenquer es niño, que, aunque parece inofensivo, tiene la crueldad de un loco. - Se calló y no volvió a hablar.

No pude desayunar. Les dije a Macarena y Luna cómo era Slenquer y fuimos juntas a la prueba de oficios, preguntándonos cómo sería todo. Las pruebas eran en un final de uno de los túneles más grandes, creando una habitación el triple de grande que las otras, y estaba lleno de armas como las que habían llevado en el bosque. Detrás nuestra entraron los representantes de cada oficio, como por ejemplo Mirt y Aledis. Mirt nos explicó cómo iba la cosa:

- Vamos a ver cómo os lleváis con cada arma en caso de emergencia, es decir, vamos a meter a cada una sola con un ser agresivo y sólo ayudaremos si el bicho se desboca. Suerte. Luna, tu primero. - Y la metieron junto a un lobo enfurecido.

Aunque las pruebas duraron un cuarto de hora, yo estuve colocándome mi flequillo sobre un ojo (lo hago sólo cuando estoy nerviosa) y Macarena estuvo mordiéndose las uñas, superpálida. Al fin, Luna salió con el pulgar en alto. Cuando le pregunté cómo era eso, ella dijo:

- Es un poco difícil matar al lobo, pero en seguida te das cuenta que es por tu propia seguridad.

Luego le tocó a Macarena, pero al menos tuve a Luna, que me estuvo contando cómo le había ido. Lo mejor que se le había dado era la espada, pero con la vara no había conseguido nada. Salió Macarena con un arañazo en el brazo, pero sino perfecta. Ahora me tocaba a mí. Suspiré y empezó la lucha.

Mi espejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora