Los besos que casi matan a Tamaki

18.5K 2K 3.5K
                                    

—Capítulo 3—

La heroína Nejire-chan disfrutaba de un té de jazmín—el cual es su favorito—, en su cafetería favorita. Olfateó un poco antes de dar el último sorbo. Quiso soltar un pequeño gemido de lo delicioso que estuvo.
Sus grandes ojos claros viajaron hasta donde alcanzaba a ver una silueta familiar acercarse. —hey, tú. — alzó la voz para llamar al sujeto de cabello blondo. —Sí, tú, el que se parece a TinTin pero con esteroides. —con lo último soltó una carcajada que no pudo retener.

Togata tomó asiento al frente de ella.—Creí que dejaste ese apodo atrás, Hadou.— Rió, de cierta forma era el apodo que más le causaba gracia entre todos. Otra vez esa sonrisa de dientes perfectos, definitivamente Nejire se iba a quedar ciega algún día.

—No puedes culparme, fue lo primero que pensé al verte.— Nejire tampoco dejaba su sonrisa.

—Y no sólo lo pensaste, me lo dijiste en la cara.—sonaba en reproche lo cual la hizo sentir ofendida.

—No estamos para hablar de eso, Togata-san.— giró medio cuerpo a la derecha en una acción infantil.

Mirio soltó una risa. Le agradaba pasar momentos así con su amiga.

—¿Cómo vas con nuestro pequeño de corazón de gallina?

El rubio pasó saliva, tenía que recordar que Nejire era muy curiosa.—Bien...— bien igual, se dijo así mismo mientras rascaba una zona de su cuello.— ¡Sí, muy bien! — respondió por fin soltando una risa nerviosa.

Ella le observó con los ojos entrecerrados, estaba lista para soltar su bala que derribaría a Lemillion. —Si vas tan bien, ¿por qué no los veo agarrados de la mano?

Golpe bajo para Lemillion.
Ni un villano era tan cruel como Hadou.

—Alguien puede llegar y arrebatar a Tamaki de tus brazos.— seguía sin tener piedad. Ese era otro golpe directo a sus esperanzas. —Deberías ya pedirle una cita, no salen juntos. —su ceño fruncido indicaba lo disgustada que estaba de la situación.

—Salimos los tres en nuestros descansos.

—Dije cita, no salida de amigos, sordo.—renegó inflando sus mejillas de manera infantil. —¿Sabes que es una cita o te lo tengo que buscar en Yahoo respuestas? —Hadou estaba dispuesta a hacerlo, ya sujetaba en sus manos el celular.

—No hace falta..— acomodó su cuerpo en la silla, luego soltó un pesado suspiro.

Un parque se situaba al frente de la cafetería en la que se encontraban. Los ojos claros de Mirio podían observar a un par de niños jugar con una pelota.
Entre sus recuerdos existía uno parecido en donde se encontraba él y Tamaki, su sonrisa se llenó de nostalgia. Se sentía tan lejano a esos tiempos de niñez.

—¿Sabes? Yo creí que siempre estaría con Tamaki, me gusta velar por su bienestar.. —ahora que comenzaría a relatar, tenía para largo rato. Hablar de su mejor amigo era su tema favorito. —prácticamente desde que nos conocimos, éramos mayormente los dos ya que a él no le daba lo de socializar, aunque a mí sí. De todas formas nunca lo dejé de lado. Cuando él me llama, yo dejo todo por él. — Nejire sabía la historia resumida del par de mejores amigos, nunca llegaría a admitir que envidiaba esa potente conexión. Mirio tenía muchos, no, muchísimos recuerdos hermosos al lado de Tamaki. —Una vez me llamó diciendo que había escuchado pasos en la sala de su casa, sus padres no estaban y yo llegué atravesado las paredes hasta el cuarto de Tamaki. Donde lo encontré con todas sus mantas encima de él. Siempre que lo veo así lo único que atino es rodearlo con mis brazos para qué sienta que estoy ahí y que nunca lo voy a dejar.

¡Son muy Puros! [MiriTama] BNHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora