Capítulo Catorce. Sombras del Pasado

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-Hola, preciosa Helen. ¿Cómo te ha ido el día?.

Como la mierda, Abdel pero prefiero no comentarte nada al respecto.

-Bien-mentí-. Aisha se ha convertido en mi nueva profesora de cocina. Quizás algún día te sorprenda cortando una manzana sin cortarme.

-¿Para tanto es,Aisha?.

-Por supuesto que no, Abdel. Helen es una excelente pinche, tan sólo le hace falta un poco más de paciencia y será capaz de sorprenderte algún día con un excelente guiso.

Abdel me miró sonriente en señal de "eres una exagerada" y yo me excusé.

-Me temo que Aisha es demasiado buena persona para negar incluso las evidencias. No obstante, ¿qué tal tu día?.

-Cansado pero bien. En un par de días, viajaré a Londres. ¿Te apetece venirte?.

Teníamos un contrato firmado que decía que yo tenía que acompañarlo en todos sus viajes, aún así, siempre me preguntaba si quería hacerlo. Cosas extrañas.

-¿A Londres?. Hace mil años que no voy. No estará mal volver a visitarla.

-Perfecto entonces. Tendremos una gala ya que inaguramos un nuevo hotel allí por lo que Alí nos acompañará.

¡No me jodas!

Ví como Alí aparecía detrás de Aisha con la vista baja.

-¿Aún no te has ido?.

-Ali nos acompañará en la cena, Helen. Debemos discutir unos cuantos temas entre los dos y los Alfasi siempre dialogan en la mesa.

-¿Te ayudo a servir la cena, Aisha?.

-Sí, si es tu deseo.

Me despedí de Abdel con un besito en la mejilla y pasé al lado de Alí estirada como si hubiese crecido un metro.

-Helen, Alí sufrió por mucho por amor hace unos años. Sé que sus formas contigo no son las adecuadas pero te agradecería que no le contases nada a Abdel.

-¿Contarle a Abdel?.

-Vi como intentó forzarte para besarte. Lamento haberos espiado pero me dió una excusa tan extraña que sospeché al instante.

-No tenía pensado decirle nada a Abdel, Aisha. Yo también tengo hermanos, ¿sabes? Y aunque son muy pequeños, no soportaría llevarme mal con ellos. Algo de empatía me queda y mientras que la cosa no se repita, nada saldrá de mi boca.

-Gracias, Helen. Abdel ha tenido mucha suerte encontrándote.

-Y viceversa. ¿Servimos a estos dos hombres hambrientos?.

Llevamos el tajine, que olía estupendamente, hasta la mesa donde los hermanos aguardaban. Después, me senté de lado de Aisha.

-¿No te sientas al lado de mi hermano?.

-¿No tienes tú que hablar con Abdel?. Pues mejor cara a cara que no yo estando en medio interrumpiendo, ¿no?.

¡Obvio, Ali! A ver si ahora te vas a pensar que me quiero quedar con tus hoteles por dejarte trabajar.

-Un detalle por tu parte, Helen.

Abdelkader me sonrió. Con lo serio que era cuando lo conocí y lo guapo que estaba cuando mostraba su espléndida sonrisa. Le devolví el gesto y después todos empezamos a cenar. Para ser la primera vez que ayudaba a cocinar comida árabe, tenía que reconocer que estaba exquisita.

-¿Echaste el comino como te dije, Helen?.

-Sí, Aisha. Los polvos marrón oscuro que estaban junto al ajo.

Atrapada((COMPLETA)) #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora