Da igual la raza que seas, Abdel. Me caerías bien aun siendo de Andrómeda.
-Dormiré tranquilo esta noche sabiéndolo.
Y yo también lo haría porque si había sido capaz de hacer reír al lord inglés que habia conocido en Tánger, ¿por qué no de amarme?.
Tiempo al tiempo, Helen. Tiempo al tiempo.
Tras nuestra noche de pasión, las cosas cambiaron un poco entre nosotros. Abdel reía más de lo que acostumbraba y yo me sentía orgullosa de haber sido capaz de cambiar su serio carácter. De vez en cuando, paseábamos cogidos de la mano por la calle y aunque me resultó extraño al principio, después echaba de menos cuando no lo tenía cerca.
-¿Te gustan las hamsas?.
Estábamos en un zoco tunecino paseando cuando me paré a mirar un medallón de plata labrado con la forma de una mano de Fátima.
-Siempre me han llamado la atención aunque no tengo ni idea de lo que significa.
-La leyenda cuenta que Fátima, hija de Mahoma,celosa por ver a su marido llegar a casa acompañado de una concubina, metió la mano en un cazo y éste se la sacó. Otros dicen que cada dedo simboliza los cinco preceptos de la religión islámica pero su significado más práctico es que protege del mal de ojo, de hecho, la mayoria de los hogares musulmanes tienen una mano de Fàtima en la puerta de sus casas.
-Me quedo con lo práctico entonces.
-Sabia elección. Ven, pruébate esta.
Me puso en el cuello el colgante que yo había elegido y tras hablar con el tendero en árabe por al menos diez minutos, le tendió unos dirhams.
-¿Qué estabáis hablando?.
-Estábamos regateando, Helen. Aquí ningún precio es el inicial marcado por el vendedor. Requiere práctica y paciencia pero para nosotros es una forma de vida.
-Gracias por el regalo, Abdel. No tenías porque.
-Así siempre estarás protegida, Helen.
-¿Crees en estas cosas?.
-No practico el islam pero me gustan las tradiciones y esta,la llevo muy dentro de mi ser. Quiero que tengas una parte de mí.
-Gracias, Abdel. Siempre la llevaré conmigo.
Túnez, un país que siempre me había parecido de lo más exótico y que ni en mis mejores sueños había soñado con pisar, no sólo era bello y culturalmente encantador sino que me estaba ofreciendo la oportunidad de conocer mejor a Abdelkader y de, porque no decirlo, ser feliz a su lado. Por todas esas razones, siempre amaría aquella tierra de olores intensos y maravillosos parajes mediterráneos.
-Estaba pensando, Helen que podríamos pasar nuestra última noche en el desierto. Allí podremos convivir con mis compatriotas amazigen y tener la mejor vista de las estrellas que existe en la Tierra.
-¿En serio?. ¡Sí, quiero!.
Mi respuesta a medio camino entre el grito, confundió a medio bazar y alguno que otro viandante nos felicitó pensando que nuestra boda estaba cercana.
-Lo siento, Abdel. La próxima vez intentaré no ser tan efusiva o no utilizar ciertas palabras.
-¿Conoces a alguien en este bazar?.
-Que yo sepa a tí nada más.
-Pues entonces no tengas vergüenza, preciosa mía porque nadie ha de juzgarte.
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Atrapada((COMPLETA)) #1
Roman d'amourHelen es una chica inglesa perdida en su vida que llega a Marruecos para encontrarse a sí misma tras muchos experimentar toda clase de disgustos en el mundo del amor. Con una carrera profesional incierta y sin muchas expectativas en lo referente a...