Nanashi [ななし] ~Yoonminkook~

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La primera noche que Selene utiliza a Nanashi es cuando este cumple 18 años.
Ha hecho pruebas ya. Puede controlarle desde cualquier parte y además de eso Nanashi hará y dirá lo que ella le ordene. Es perfecto.
Taehyung hace preguntas, pero Selene es capaz de evitarlas y asegurarse de que se mantenga callado.

Nanashi anda por los pasillos con la mirada perdida en el infinito. En cuanto la seguridad le ve le paran, pero pronto se dan cuenta de que el plan de Selene está en marcha. Dejan salir al chico. Esa es la verdadera primera vez que Nanashi sale de aquel calabozo. El cuerpo del chico tiembla por el frío, pero Selene no puede sentirlo. Hace a Nanashi subirse a la azotea del edificio y mira hacia abajo a través de sus ojos para ver la altura. Bien, ella puede saltar distancias increíbles gracias a una de sus habilidades, pero no está segura de que Nanashi pueda. Igualmente, no puede quedarse ahí todo el día, así que le hace saltar. Para su alegría, Nanashi es tan capaz como ella de saltar de un edificio a otro. Selene está eufórica. Su arma letal funciona. Probablemente si su gema no estuviera matándola por dentro sería capaz de matar ella misma a cada uno de los miembros de la mafia de Min, pero necesita a Nanashi.
Hace que Nanashi salte de edificio en edificio hasta el callejón donde ha dejado las armas. Nanashi recoge los cuchillos y coge uno con cada mano, empuñandolos como Selene bien sabe.
Selene le dirige hasta su primera víctima. Justo cuando está observando al hombre al que tiene que matar desde lo alto de un edifico, ve cerca de un parque una floristería. Nanashi frunce el ceño.
Selene le conduce hasta la floristería y roba del expositor de fuera una Caléndula roja que gira entre sus dedos.
Selene sonríe a través de Nanashi y le dirige de nuevo al callejón.
El hombre le ve parado al final del callejón y frunce el ceño.

-Hola. Soy Nanashi. ¿Quieres morir hoy?- pregunta, girando la cabeza.

Al hombre no le da tiempo a reaccionar. Ya tiene el cuello rebanado y yace en el suelo, ahogándose en su propia sangre.
Selene sonríe.
Sienta tan bien ... el filo del cuchillo penetra la carne como si fuera gelatina…

Un escalofrío recorre su cuerpo y por lo tanto el de Nanashi.
Hay algo dentro de Nanashi, de Jungkook, que se ha roto. Incluso si no está consciente, ese chico es demasiado puro para que sus frágiles ojos vean eso. No recordará nada, pero la sensación de culpa y dolor permanecerá ahí.
Por eso matar estando consciente siempre le saldrá solo. Por eso su alma se corromperá sola. Por eso jamás será el de antes.

Porque hay dos él, e incluso si no lo quiere, ambos son el mismo.

————

Jungkook está sentado en el sofá, con la televisión encendida y un puchero en sus labios.
Está asustado, pero tampoco puede hacer nada más que esperar, así que decide no molestar a Jimin ni a Yoongi, los cuáles parecen estar de los nervios.
Se levanta y da una vuelta sobre sus talones. Observa el espacio abierto en el que está y lo analiza.
Toda la casa está casi desamueblada, pues Yoongi todavía no ha desempaquetado todo.

El pelirrojo anda con paso vacilante por la habitación, buscando zonas de la casa que no haya visto. Sin embargo, se encuentra con que sus pasos le llevan de nuevo al estudio de Yoongi. Zarandeando la cabeza se da la vuelta cuando ha llegado a la puerta y comienza a andar lejos de la habitación.

-¿A dónde vas?- dice Yoongi, abriendo la puerta del estudio. Ha notado su olor cerca y ha salido a mirar.

Jungkook maldice y se da la vuelta.

-Estaba recorriendo la casa...

-No hay mucho que ver, la verdad. Anda pasa y haznos compañía. Me sabe mal que estés abajo solo.- dice Yoongi, sonriendo levemente.