𝗦𝗘𝗥𝗣𝗘𝗡𝗧 𝗕𝗟𝗢𝗢𝗗

4: Serpent SLUT!

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Betty había estado enamorada desde siempre de Jughead y él de ella, aunque los dos sabían que eso estaba "mal visto" ante la sociedad pues aunque no eran hermanos como tal, lo catalogaban como incesto.

— ¡¿Qué mierda están haciendo ustedes dos?! —FP gritó entrando al salón.

— Nosotros... —Betty mordió su labio y miró al piso buscando una buena excusa.

— ¿Ensayábamos para la obra de Romeo & Juliet? —Jughead preguntó mas que afirmar.

— ¡Sepárense ya mismo! —gritó escandalizado. — Ustedes dos son hermanos.

— No, no es cierto. —Betty negó con la cabeza, tragándose sus lágrimas. — Jughead me quiere y yo lo quiero a él.

— Estamos enamorados. —Jughead dijo tomando la mano de la rubia.

— Pero no pueden estar juntos de esta forma. —FP negó con la cabeza. — Yo los crié como hermanos.

— ¡Pero no lo somos! —Betty chilló, con un par de lágrimas amargas en sus ojos. — Por favor, no te metas en nuestras vidas y déjanos estar juntos y... Ser felices.

— Tu madre me encargó que estuvieras a salvo, que te protegiera de todos los monstruos que existen en el mundo. —FP habló y luego señaló a Jughead. — Y él es uno de ellos.

— ¿Te das cuenta de que le estás diciendo monstruo a tu propio hijo, verdad?

— Yo estoy diciendo lo que es. —FP dijo y tomó a Betty del brazo. — En serio, él es malo para ti.

Betty se soltó bruscamente y fue a cubrirse detrás de Jughead, abrazándolo por detrás.

— Jughead no me hará daño. —Betty negó repetidas veces.

— ¿Le dices tú o le digo yo? —FP preguntó viendo a su hijo. — Decide.

— ¿Decirme qué? —Betty preguntó.

— No. —Jughead negó a su padre, viéndolo con ojos de odio. — Ella no tiene porqué enterarse de esto, no lo hagas.

— Jughead es un maldito psicópata. —dijo FP, causando que Jughead apretara los puños con fuerza del enojo. — Cuando tenía cinco años...

— ¡Cállate! —gritó Jughead pegándole a la mesa con fuerza.

— Tiene graves problemas de la ira, es agresivo, es sádico y... —FP suspiró. — Te lastimará, Betty.

— No voy a lastimarla, jamás me lo permitiría. —prometió.

— ¿Le has contado de tu trastorno de Sadismo S...

— ¡En serio cierra la puta boca! —Jughead gritó con fuerza, logrando asustar a Betty por un momento. — No le haré nada a Betty, te lo firmo en una hoja si quieres.

Jughead tomó a Betty de la mano y así salió con ella de Riverdale High, Betty aún estaba desconcertada cuando Jughead le dijo que se subiera al auto negro de su padre.

Tomó las llaves que le había quitado y arrancó queriendo alejarse de su estúpido padre y el estúpido pueblo.

— Jug...

— No digas nada, Betty. —pidió él, sus ojos estaban llenos de sombras negras que opacaban el azulado. — No digas nada y confía en mí, ¿quieres?

— Sí, por supuesto que confió en ti. —Betty asintió recargándose en su brazo izquierdo. — Pero disminuye la velocidad, por favor.

Jughead estaba muy enojado, la ira lo estaba consumiendo y empezaba a controlarlo pero la suave voz de Betty lo hizo reaccionar de inmediato y disminuyó la velocidad.