Capitulo 6

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Hernán POV 

Cerré el agua de la ducha y sacudí mi cabello apretándolo en mi mano para sacar el exceso de agua de mis rizos antes de peinarlo hacia atrás con mis dedos y aplastarlo con mi palma, busqué la toalla a tientas y me sequé la cara abriendo los ojos y secándome el cuerpo con calma, sentí la puerta de entrada cerrarse y suspiré deteniendo mi tarea unos segundos antes de negar y atar la toalla a mis caderas, desde la noche de la cita, Andrei se había estado casi escondiendo de mi como si tuviera algo oculto, o como si estuviera huyendo de verme, hice una mueca saliendo de la ducha y mirándome al espejo

— De seguro le da vergüenza decirme que como besador, también soy un excelente bailarín.. Que atroz— negué un tanto cabizbajo, la verdad es que no tenía idea como diablos iba a hacer que todo funcionara para cuando Daniel llegara, miré mi imagen un momento y ladeé la cabeza, quizás Andrei tenía razón y me estaba preocupando demasiado de que todo en mí fuera perfecto y aceptable para un otro, a lo mejor debía dejar eso de lado y ocuparme simplemente en preparar todo para el día que Daniel llegara, hacer las cosas bien y que simplemente pasara lo que tuviera que pasar.
Me vestí y me alisté para salir a la Academia, esperaba mi mejor amigo recordara que hoy teníamos la última lección de vals, sonreí al pensar en lo caótico que había sido lograr que Andrei bailara, me mordí el labio atándome las zapatillas y suspiré perdiéndome en mis pensamientos un rato, hace días había sido la lección de la cita, y habían pasado tantas cosas que aunque, había intentado no pensar en ello, me había sido un tanto imposible, si cerraba los ojos aún podía sentir el aliento de Andrei bailando en mis labios, sus manos tibias y temblorosas en mis mejillas, su lengua suave y cálida acariciando la mía, había hecho lo que me había pedido y había bloqueado mi cabeza, dejando actuar mis sentidos, su toque gentil, su boca ansiosa, su respiración agitándose junto a la mía, mis dientes mordiendo su boca y esas ganas que sentí de pronto de estamparlo contra el pasto y llenarlo de besos hasta no poder más;  me pasé la mano por el rostro levantándome de golpe, sacudí la cabeza al sentir mi estómago contraerse y mi piel erizarse, sabía que tenía prohibido sentirme así sobre Andrei, y que para él ese beso había sido uno de los tantos que había dado, su cara lo demostraba y que no habláramos luego del tema era el punto final de aquella lección, y lo agradecía, recordaba nuestro abrazo final y como mi corazón rebotaba en mi pecho contra el suyo, tener ese tipo de pensamientos no estaba bien y era una fortuna que nadie más que yo pudiera entrar en mi cabeza.

La clase terminó y yo simplemente aplaudí a mis alumnos antes de tomar algo de agua y sentarme en el suelo a descansar, habíamos hecho una clase de jazz y algo de hip- hop y realmente aquello era agotador, revisé mi celular viendo que tenía un mensaje de Daniel, sonreí de inmediato y  lo abrí, simplemente me decía que había terminado sus clases y que quizás me daría una sorpresa, le respondí que me alegraba y esperaba esa sorpresa fuera tenerlo pronto conmigo, me adjuntó una foto suya y me dediqué a observarlo unos segundos, era bien parecido, alto de cabello oscuro, tenía labios llenos y nariz perfilada, los ojos cafés y un cuerpo bien formado; era realmente hermoso y sumado a la voz que tenía simplemente mis ansias por tenerle ya conmigo aumentaban, me llevé el celular a los labios besando la pantalla y lo guardé luego, Nicole estaba esperándome para almorzar y al parecer Felipe venía también así que debía apurarme, no me gustaba llegar tarde a ninguna parte, menos cuando se trataba de mis amigos, quise llamar a Andrei para preguntarle si se nos unía, pero lo dejé, ultimamente hasta con los mensajes estaba algo escueto en respuestas y de cualquier modo, nos veríamos en unas horas, me mordí los labios y de igual manera le envié un mensaje solo recordándole que a las cuatro lo quería listo y dispuesto para la clase.

Cuando estuve bañado y cambiado de ropa, caminé por el pasillo hacia la salida de la Academia, mis amigos estaban de espaldas a mi sentados en el césped del patio mientras hablaban de algo, me acerqué sonriendo dispuestos a asustarlos, sin embargo noté un gesto de culpa en Felipe, me acerqué con cuidado de no hacerme notar y me quedé tras un árbol, cerca de ellos

Lecciones InesperadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora