Andrei POV
Una cita. Si hubiera al menos un manual de como hacer una cita perfecta, o al menos que te asegure que al decirle a alguien que lo quieres, te responda con un yo también, pagaría mis ahorros por tenerlo conmigo, pero al parecer esas cosas solo estaban en bases como tutoriales de Youtube y algunos vídeos de Instagram.
Suspiré saliendo de la ducha y buscando mi toalla a tientas para secarme el rostro y el cabello, Hernán pasó a golpear la puerta un par de veces haciéndome sonreír, era su señal de que el desayuno estaba hecho. Sacudí mi cabello con la toalla antes de tomar otra para secarme el cuerpo y amarrarla a mis caderas, me paré frente al espejo evaluando si definitivamente afeitaba mi cara o me dejaba el super bigote por un día más, no era que me molestara pero me sentía un poco ajeno a mi imagen diaria, chasqueé la lengua tomando la crema de afeitar y comencé con calma mientras pensaba; llevábamos una semana exacta alejados de todo; Santiago, procesos judiciales, el trabajo, los amigos, la rutina.. Sabíamos que era de noche cuando oscurecía y que amanecía cuando despertábamos, ni Hernán ni yo nos permitíamos tener el teléfono cerca, nos entreteníamos conversando, recordando anécdotas del colegio, hablando de su mamá o la mía, jugando cartas y saliendo a pasear, ojalá todo hubiera sido solo miel sobre hojuelas pero no, Hernán aún algunas veces saltaba en su lugar, me pedía espacio y más de una vez lo atrapé llorando perdido en sus pensamientos, inclusive hace dos noches fue el último episodio, caí boca abajo de la cama cuando escuché sus gritos y me gané un manotazo en el hombro cuando intenté despertarlo, fue difícil de nuevo y he de admitir que cada vez que algo pasaba respecto a su comportamiento, temía que fuera un retroceso en lo poco que habíamos avanzado, pero gracias al cielo solo eran eso, episodios pequeños que lográbamos manejar en conjunto— ¿Tengo que mandarte invitación para que salgas a desayunar?— preguntó Hernán abriendo la puerta de golpe asustándome, sentí el corte sobre mi labio haciéndome soltar la prestobarba de golpe
—Ah.. Mierda, Hernán.. Casi me matas—gruñí llevándome la mano a la boca, entró en el baño alarmado mientras yo me inclinaba para lavarme el rostro y quitarme el resto de la espuma
— Lo siento, no sabía.. Dios, ¿Fue mucho?, iré por alcohol— dijo dando una vuelta en su propio lugar, rodé los ojos sosteniendo su muñeca antes de que saliera
— Deja.. No pasa nada, fue un corte y ya— dije frunciendo el ceño, de pronto lo sentí tensarse y tirar de su mano para soltarse de mi agarre, lo hice de inmediato enderezándome y observando su rostro alarmado— ¿Qué?
— Estás.. Estás desnudo..— susurró mientras sus ojos me recorrían, me miré el torso descubierto y alcé una ceja
— Si.. ¿Por qué?.. No creo que tú te bañes con ropa— reí pasándome la mano por el cabello
— Oh dios.. Te espero afuera— dijo saliendo del baño rápidamente, se regresó con los ojos cerrados— ¿Seguro estás bien?
— ¿Lo estás tú?— pregunté de regreso, él solo negó con las mejillas rojas y cerró la puerta tras de sí, solté una risa por lo bajo porque realmente era adorable cuando se lo proponía.
Cuando estuve vestido y con un pequeño parche sobre el labio, salí al comedor, el olor a pan tostado y café fue la mejor bienvenida para mi estómago, me senté observando a Hernán entretenido en revolver su té
— Estás.. ¿El té te predice el clima o algo, que lo estás revolviendo tanto?— pregunté tomando un pan para ponerle queso y jamón
— No.. Yo solo lamento haber entrado así, creí que te estabas vistiendo, o algo..— dijo rascándose la nuca, sonreí simplemente
— ¿Esperabas verme sin la toalla o algo así?— pregunté con un tono divertido, su cabeza se alzó negando de inmediato, solté una risa— Oye, relájate.. Ni que fuera Brad Pitt, ya hasta nos metimos al agua y todo, ¿Por qué la conmoción?
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Lecciones Inesperadas
FanfictionAndrei y Hernán han sido mejores amigos desde la escuela, se conocen a la perfección y por lo mismo han aprendido a convivir desde que comparten departamento.. Andrei es un escéptico sobre el tema del amor, para él todo se reduce a placer de una noc...