Capitulo 10

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Narrador POV 

Daniel dejó los cubiertos sobre su plato y se limpió la boca con la servilleta mientras observaba a Hernán seguir peleando con la langosta, la música estaba baja y agradecía que la suite donde estaba tuviera una vista tan privilegiada, el aire le había dado frescor, se sentía mucho mejor que hace unas horas

— Y entonces.. ¿Tu familia realmente está de acuerdo con todo ésto?— preguntó el bailarín luego de tragar, haciendo un ademán con la mano entre los dos— Ya sabes.. Eso de buscar pareja por internet y todo eso

— No tengo familia.. Mi madre murió cuando era pequeño y mi padre.. Bueno, él decidió hacer vida aparte, me crié prácticamente solo desde niño, así que no tengo con quien compartir mis vivencias..— se encogió de hombros y Hernán asintió un tanto incómodo por la intromisión y no haber preguntado antes sobre un tema tan delicado— ¿Y tú?.. ¿Alguien de tu familia sabe de mi?

— No, la verdad.. Mi madre no estaría demasiado feliz de que conozca gente por internet.. Ya sabes, eso de.. Andar con desconocidos y demaces— rió por lo bajo negando un momento— Siempre le dice a Andrei que primero tiene que testear a quien se me acerque antes de dejarme hacer lo que quiero— comentó notando con disimulo como su novio cerraba las manos en puños sobre la mesa— Pero.. O sea, me refiero a que.. Andrei hacía eso cuando íbamos en el colegio, luego de eso.. Cada quien aprendió a vivir con su propia vida

— Apuesto que para tus padres, Andrei es el yerno ideal, ¿No?.. El niño prodigio que sería la ideal pareja para su hijo— comentó sonriendo mientras bebía un poco de vino, Hernán negó con una sonrisa triste

— No.. Andrei tiene la imagen de lo que es para mis padres.. Mamá me dijo siempre que no pusiera mis ojos en Andrei porque era un excelente amigo, y un entrañable hermano, pero no era el hombre que yo necesitaba— se aclaró la garganta intentando que Daniel creyera la mentira que él mismo se venía repitiendo, su madre siempre le decía que tarde o temprano esa amistad daría pie a algo más fuerte y formal, Daniel terminó la botella de vino y la dejó en el suelo

— Está haciendo como frío.. ¿Entramos?— preguntó poniéndose de pie para tomar la mano de Hernán y hacerlo levantar también, el bailarín no estuvo muy convencido, aún así se puso de pie y lo siguió al interior de la habitación— Hernán.. Tienes que saber que para mi.. Eres alguien muy especial— comentó cerrando el ventanal tras él

— ¿Ah sí?.. ¿Y por qué tan especial?— preguntó quedándose de pie en medio de la habitación, Daniel se acercó a él, acariciándole la mejilla, sus ojos un tanto adormilados

— Porque.. He pasado toda mi vida solo.. En orfanatos, viviendo con familias de mierda.. Personas que no me querían, y simplemente me dañaban.. —soltó una risa triste antes de negar despacio— Nunca he tenido a alguien que me quiera realmente.. Pero tú me quieres ¿Verdad?

— Claro.. O sea es obvio que te tengo cariño.. Somos novios, ¿No?— preguntó alzando una ceja, el mayor asintió y lo atrajo hacia su cuerpo desde la cintura, acunó su rostro en la mano libre y pasó su lengua por la boca de Hernán, el moreno se quedó estático, no le gustaba como olía el aliento de Daniel, de repente se sentía invadido, incómodo— ¿Qué haces?

— Besarte.. ¿No puedo hacerlo?.. Eres mi novio..— susurró absorbiendole el labio inferior con un tanto de fuerza antes de darle una mordida, Hernán suspiró haciendo una mueca de dolor, la mano de Daniel que descansaba en su espalda bajó hasta su trasero dándole un apretón con fuerza al tiempo que su otra mano se colaba debajo de la camisa, acariciándole el pecho

— Oye.. Tranquilo.. No hagas eso..—susurró intentando alejarlo de él con ambas manos sin parecer nervioso, Daniel lo miró a los ojos y gruñó soltándolo

Lecciones InesperadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora