Andrei POV
Rabia. Desilusión. Dolor. ¿Caben tantas emociones para decir realmente como se siente alguien frente a la decepción?, mientras metía y metía cosas dentro del bolso seguía enumerando en mi mente el mejor concepto para definir como me sentía ahora mismo, jadeé cerrando los ojos y me sequé la cara con la manga del polerón, odiaba llorar como nada en la vida y parece que ahora simplemente mis ojos eran dos llaves imposibles de cerrar, tiré de la caja de pañuelos sacando uno para arrojarla luego contra la pared, solté un gruñido y me dejé caer en la cama sentado con la cabeza baja, limpié mi nariz sollozando en silencio, porque si, quizás yo estaba siendo arrebatado, quizás incluso estaba exagerando, pero no quería sentirme de ese modo, dolido y decepcionado, cerrar los ojos era ver la imagen de Hernán riéndose junto a ese imbécil mientras estaba atrapado bajo su cuerpo, se veían tan cómplices que me enfermaba solo el saber que sus cuerpos habían estado en contacto más allá de lo que fuera tan inocente que estaban haciendo antes de que llegáramos junto a Felipe.
El celular volvió a vibrar en mi mesa de noche pero ni siquiera lo miré, sabía de quien se trataba, sabía que Hernán seguía intentando llamar, pero no quería verlo, no quería hablarle, no quería nada de él ni con él, era la última persona en la tierra a la que quería ver ahora mismo. Felipe entró en mi cuarto y se apoyó en la puerta con un suspiro y los brazos cruzados— ¿Y si le contestas?— preguntó haciendo una mueca, miré el pañuelo entre mis dedos mientras me mordía el labio superior y negaba— Andrei.. Quizás.. A lo mejor las cosas no son como piensas..
—¿No lo viste también?— pregunté alzando la vista hacia él— ¿No escuchaste que simplemente siente que nos hayamos vuelto novios porque perdió a su mejor amigo?.. — pregunté entre un hipido antes de pasarme el papel con fuerza en los ojos, negué jadeando al tiempo que estiraba el papel entre mis dedos— No, simplemente hay cosas que se pueden conversar y cosas que no, ésta es una cosa de las que no se puede conversar, simplemente debo actuar y aceptar que ponernos de novios fue la peor decisión de la vida.. Jamás debí decirle que me gustaba, nunca en la maldita vida debí pedirle que fuera mi novio.. Yo.. Simplemente terminé quitándole a su mejor amigo, por darle... Por darle, ¿Qué?... Al final siento que en todo éste tiempo no he hecho una maldita cosa buena por Hernán... Ahora me odia, ahora tiene la personalidad suficiente para ir por ahí y ligarse al pendejo que quiera...— enfaticé apretando los dientes y arrugando el papel en mis manos
— Siento que estás exagerando todo... Hernán te ama y tú lo amas a él, pasa que... Las relaciones a veces son... ¿Cómo decirlo? Un tanto complejas, pero... No por eso serán un fracaso, Andrei— dijo sentándose a mi lado y palmeando mi espalda, suspiré porque en serio quería creerle pero no encontraba el punto por donde hacerlo; negué simplemente esbozando un atisbo de sonrisa un tanto triste
—Es mejor que lo deje así por unos días al menos... Aprovecharé que mi mamá no está en su casa de Las Cruces y me iré allá, si realmente encuentro el punto donde tengas razón, espero Hernán quiera hablarlo conmigo, de lo contrario será mejor dejar las cosas como están y pretender que nada pasó... Aunque no creo ni siquiera que podamos recuperar la amistad, Pipe... Y creo que eso...— murmuré frunciendo el ceño mientras las lagrimas se me agolpaban en los ojos de nuevo, tragué y asentí tomando un poco de aire— Eso es lo que más me duele de todo... No tengo idea como mierda se siente perder un novio porque jamás he tenido uno, pero... Pensar en perder a mi mejor amigo es lo que realmente me destroza...— murmuré con los labios temblorosos, mi amigo no dijo nada y lo agradecí, porque realmente no tenía ganas de decir una sola palabra más.
Los días pasaron con lentitud, mi teléfono se mantuvo apagado al menos los dos primeros días y si no fuera porque Felipe conocía el número del teléfono fijo habrían sido sin duda más días aislado por completo.
Me senté en el balcón con la taza de café entre las manos mientras miraba el mar, el día no estaba nublado pero tampoco estaba soleado del todo, cerré los ojos un momento mientras bebía el liquido esperando poder sentir calidez, había llorado, había bebido y había golpeado incluso una pared, y no era porque estuviera enojado con el resto, ni siquiera lo estaba conmigo mismo, pero... ¿Cómo canalizas cosas que jamás has sentido?, era un tanto complejo poder entenderme, consolarme y tratar de explicarme a mí mismo que todo eso era normal, un proceso. Hernán no volvió a llamar y yo lo agradecí porque ahora estaba en la fase donde sabes que te equivocaste, pero el pedir disculpas es algo que no tienes interiorizado, así que prefieres pasar el rato ensayando mentalmente como podrías hacerlo sin verte como un pendejo berrinchudo.
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Lecciones Inesperadas
FanfictionAndrei y Hernán han sido mejores amigos desde la escuela, se conocen a la perfección y por lo mismo han aprendido a convivir desde que comparten departamento.. Andrei es un escéptico sobre el tema del amor, para él todo se reduce a placer de una noc...