Una semana después.
Los días para Demi pasaron de forma lenta y dolorosa. Se mantuvo encerrada en su habitación, llorando y maldiciendo a la vida por haberle arrebatado a su esposo. Dianna se encargó del cuidado de Juliette que, aunque es muy pequeña, podía darse cuenta que algo andaba mal con su madre.
Dianna: Maddie, llévale este batido a tu hermana y no te vayas hasta que termine de tomárselo. (entregándole un vaso grande)
Maddie: Vale.
Maddie subió a la habitación de Demi, abrió la puerta y la encontró arropada de pies a cabeza.
Maddie: Vamos bella durmiente, arriba. (agarró la sábana y la desarropó)
Demi: No, déjame. (protestó)
Maddie: Tienes que tomarte el... (la volvió a mirar y se percató de que su cara estaba roja y no precisamente por haber llorado) ¿Te sientes mal?
Demi: (con voz ronca) Déjame dormir, por favor.
Se sentó a su lado, acercó su mano para acariciarle el rostro y la retiró de inmediato al percatarse de que su piel estaba muy caliente.
Maddie: Por Dios Demi, estás ardiendo en fiebre. ¡MAMÁ! (gritó preocupada)
Dianna: (entró algo agitada) ¿Qué pasa?
Maddie: Demi tiene fiebre.
Dianna: Oh cariño, estás muy arropada. (terminó de quitarle la sábana y de inmediato comenzó a temblar)
Demi: (temblando) Tengo frío.
Dianna: Ve por toallas y las sumerges en agua fría.
Maddie: Sí...
Dianna: Ven acá (levantó el cuerpo de Demi y le quitó la camisa)
Demi: ¿Qué haces?
Dianna: Tienes demasiada ropa mi amor. Eso hace que te suba más la temperatura.
Maddie: (llegó con un envase lleno de agua fría y varias toallas) ¡Aquí está!
Dianna: Ayúdame a ponérselas, en la frente, en la nuca y en las axilas.
Maddie: (preocupada) Mamá, va a estar bien, ¿verdad?
Dianna: Sí cariño, solo debemos controlar la temperatura.
Maddie: ¿Y si no baja?
Dianna: Entonces la llevaremos al hospital.
Demi: Ayy... (soltó un quejido y se llevó una mano al vientre)
Dianna: ¿Qué pasa?
Demi: Una punzada... (respiró profundo)
Dianna miró a Maddie quien trataba de decir algo mientras comenzaba a ponerse pálida.
Dianna: ¿Maddie?
Maddie: S...s.. ¡SANGRE! (gritó)
Demi miró sus pantalones y efectivamente, estaban comenzando cubrirse con sangre.
Demi: (comenzando a agitarse) No...no... mamá, mi bebé.
Dianna: Tranquila, todo estará bien.
Dianna y Eddie corrieron con Demi hacia el hospital mientras Maddie se quedaba en casa cuidando de Juliette. Cuando llegaron al hospital le colocaron un suero y la atendieron de inmediato.
Demi: ¿Cómo está mi bebé?
Doctor: Tranquila, el bebé está bien, pero vamos a dejarte internada. Tuviste un desprendimiento de placenta y para evitar que el bebé sufra algún daño, lo mejor será inducir el parto.
ESTÁS LEYENDO
Un amor para toda la vida 2.0
FanficEsta es la segunda parte de "Un amor para toda la vida". Antes de leer esta historia, asegúrate de haber leído la primera parte. PROHIBIDA LA COPIA Y/O ADAPTACIÓN DE ESTA HISTORIA.