Capítulo #63 - De mal en peor

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Una semana después.

Los días para Demi pasaron de forma lenta y dolorosa. Se mantuvo encerrada en su habitación, llorando y maldiciendo a la vida por haberle arrebatado a su esposo. Dianna se encargó del cuidado de Juliette que, aunque es muy pequeña, podía darse cuenta que algo andaba mal con su madre.

Dianna: Maddie, llévale este batido a tu hermana y no te vayas hasta que termine de tomárselo. (entregándole un vaso grande)

Maddie: Vale.

Maddie subió a la habitación de Demi, abrió la puerta y la encontró arropada de pies a cabeza.

Maddie: Vamos bella durmiente, arriba. (agarró la sábana y la desarropó)

Demi: No, déjame. (protestó)

Maddie: Tienes que tomarte el... (la volvió a mirar y se percató de que su cara estaba roja y no precisamente por haber llorado) ¿Te sientes mal?

Demi: (con voz ronca) Déjame dormir, por favor.

Se sentó a su lado, acercó su mano para acariciarle el rostro y la retiró de inmediato al percatarse de que su piel estaba muy caliente.

Maddie: Por Dios Demi, estás ardiendo en fiebre. ¡MAMÁ! (gritó preocupada)

Dianna: (entró algo agitada) ¿Qué pasa?

Maddie: Demi tiene fiebre.

Dianna: Oh cariño, estás muy arropada. (terminó de quitarle la sábana y de inmediato comenzó a temblar)

Demi: (temblando) Tengo frío.

Dianna: Ve por toallas y las sumerges en agua fría.

Maddie: Sí...

Dianna: Ven acá (levantó el cuerpo de Demi y le quitó la camisa)

Demi: ¿Qué haces?

Dianna: Tienes demasiada ropa mi amor. Eso hace que te suba más la temperatura.

Maddie: (llegó con un envase lleno de agua fría y varias toallas) ¡Aquí está!

Dianna: Ayúdame a ponérselas, en la frente, en la nuca y en las axilas.

Maddie: (preocupada) Mamá, va a estar bien, ¿verdad?

Dianna: Sí cariño, solo debemos controlar la temperatura.

Maddie: ¿Y si no baja?

Dianna: Entonces la llevaremos al hospital.

Demi: Ayy... (soltó un quejido y se llevó una mano al vientre)

Dianna: ¿Qué pasa?

Demi: Una punzada... (respiró profundo)

Dianna miró a Maddie quien trataba de decir algo mientras comenzaba a ponerse pálida.

Dianna: ¿Maddie?

Maddie: S...s.. ¡SANGRE! (gritó)

Demi miró sus pantalones y efectivamente, estaban comenzando cubrirse con sangre.

Demi: (comenzando a agitarse) No...no... mamá, mi bebé.

Dianna: Tranquila, todo estará bien.

Dianna y Eddie corrieron con Demi hacia el hospital mientras Maddie se quedaba en casa cuidando de Juliette. Cuando llegaron al hospital le colocaron un suero y la atendieron de inmediato.

Demi: ¿Cómo está mi bebé?

Doctor: Tranquila, el bebé está bien, pero vamos a dejarte internada. Tuviste un desprendimiento de placenta y para evitar que el bebé sufra algún daño, lo mejor será inducir el parto.

Un amor para toda la vida 2.0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora