Capitulo 28

757 57 24
                                    


Capítulo 28

P.d. advertencia este capítulo contiene lemon

No tardo en cambiarse de ropa y arreglarse lo mejor posible, para enseguida salir de casa. aprovechando que nadie la vigilaba tomo un taxi para llegar hasta el lugar donde él la había citado, respiro con nerviosismo al observar aquella casa, no evitando derramar un par de lágrimas.

Había estado tan ansioso desde que recibiera la respuesta afirmativa. Tenía otro ramo de tulipanes y no dejaba de caminar de un lado a otro esperando por ella. Cuando escucho el ruido de un motor, al asomarse la vio parada afuera esperando— Seika...

El taxi se marchó. Observo la casa y a Diamante salir de ella.

—Mi vida —corrió hacia ella abrazándola— viniste mi vida. Te extrañe

—Diamante —murmuró abrazándolo con fuerza— no se me había ocurrido buscarte aquí

—Acabo de llegar mi amor, ven vamos dentro —la cargo para llevarla a la cabaña.

— ¿Dónde habías estado? —la felicidad que experimentaba al verlo era plena e infinita.

—Escondiéndome —dijo al entrar a la casa— tu luces muy bella. Dime el idiota de tu hermano ¿te ha hecho algo?

—No nada, por el contrario —murmuró con una sonrisa.

—¿Sabes lo que haré verdad? —preguntó subiendo a la habitación.

— ¿No dime que harás? —murmuró buscando su mirada.

—Poseerte... —Murmuró abriendo la puerta de la habitación— tengo tanta sed de ti mi amor

Sus palabras la hicieron estremecer por completo, observando la habitación.

—¿Recuerdas las noches que pasamos aquí amándonos? —preguntó recostándola en la cama.

—Quizás debas ayudarme a recordarlas

Sonrió acercándose a sus labios— Te amo Seika, mi vida es tuya —Murmuró besándola profundamente.

Sentir sus labios sobre los suyos era como volver a vivir de nuevo. Lo abrazó hacia ella, buscaría por todos los medios hacerlo recapacitar.

Sonrió mordiendo sus labios suavemente acariciando su cintura— Te hare mía Seika, solo mía, llevarás mi olor en tu piel... —Murmuró lamiendo su cuello.

Gimió cerrando sus ojos— Diamante mi amor —ladeo su rostro para dejar expuesto su cuello.

—Mi vida, no sabes cuánto te extrañé —Murmuró desabotonando su blusa— sentí morir cuando no te tuve, pero ahora, volverás a ser mía

—Si quiero ser tuya. No sabes cuánto ansiaba poder verte de nuevo desde ese día que me dejaste sola en esas cabañas

Había logrado abrir por completo su blusa por lo que al levantarse un poco pudo ver su pecho desnudo— Que hermosa te has puesto mi vida —dijo acariciando suavemente su escote.

—No mientas —murmuró con una sonrisa— no tengo el mismo físico de antes

—¿De verdad? no te creo. Necesito ver —dijo acercándose un poco más hasta lamer su escote— que dulce sabor

—Tú también has embarnecido un poco —respiro profundamente— eso que haces me está haciendo enloquecer

—¿De verdad? porque puedo mejorar —dijo haciendo a un lado el encaje de su sostén sonriendo al ver su sonrosado pezón— tan bella

AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora