Epilogo 1a. Parte

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Aunque había tratado de que ese día no se arruinara por nada no pudo controlar sus celos al ver salir de la oficina de su esposo a una mujer por demás exuberante y provocativa que lo miraba como si fuera el último hombre sobre la tierra. Eso sin duda la había molestado tanto que salió de la oficina. Él también era muy celoso, pero trataba de contenerse, algunas veces.

Había pensado en invitarlo a cenar ya que su verdadera fiesta seria el fin de semana, pero al verlo tan amable con esa mujer se marchó, subió a su auto que después de mucho tiempo por fin había recibido, y se alejó, pero ella ya no huía de los problemas. Así que desquitaría su coraje de otra forma; se estaciono para poder tomar su celular y tomar una sugestiva foto de sus piernas, algo que sabía lo volvería loco, más cuando las lucia con unas coquetas medias, escribió un rápido texto y la envió— "Iba a darte tu regalo, pero alguien se adelantó. Lástima estas piernas irán a lucirse a otro lado..." —nada como una pequeña venganza, enseguida puso el auto en marcha y se alejó hacia donde él sabría estaría.

Leyó el mensaje en cuanto este llego— Con que quieres jugar sucio —murmuró tomando su saco para salir de la oficina dejando lo que estaba haciendo. Eso solo significaba que había ido y quizás había visto salir a uno de sus nuevos clientes.

Se volvió a detener. Reviso su celular, sin respuesta. Ya lo había visto, así que tomo otra fotografía un poco sugestiva de su escote— "Lastima, alguien más disfrutara de este coqueto sostén..." —tras escribir sonrió, suspiró dándole enviar para enseguida poner el auto en marcha de nuevo.

No tardó en darle alcance tocando el claxon como loco para que se detuviera.

Sonrió al verlo por el retrovisor y casi enseguida a su lado. No podía evitarlo, se veía tan apuesto manejando de esa forma, bajo la ventanilla saludándolo con la mano— Señor Kou, voy a mi departamento ¿que se le ofrece?

—Que se detenga ahora mismo señorita Tsukino

Fingió una mueca y se detuvo a la orilla de una calle. Observo como él se estacionaba frente a ella, sonrió en cuanto él bajo— Ay como odio que se vea tan apuesto —murmuró para sí misma.

Se acercó a ella, inclinándose sobre su ventana— Señorita Tsukino ¿pensaba irse sin mi acaso? dígame ¿quién más mejor que yo puede disfrutar de sus delicias?

—Mmm no lo sé, quizá alguien que no fuera tan amable con una mujer tan mmm exuberante —murmuró acomodándose el escote ya que podría tener una mejor perspectiva— seguramente alguien querrá hacerme compañía

—Solo es una clienta, además sabe señorita Tsukino que no me interesa nadie más que una sola mujer —observando sus pechos.

—¿Y quién es esa mujer? —pregunto jugando con la orilla de su falda— porque yo quería pasar un rato muy agradable en su oficina señor Kou

—Pues quizás debió esperar solo un minuto —sonrió acercando su rostro— pero bueno con todo gusto pasare un agradable rato en su departamento

Sonrió acercándose ella también— Mmm eso me gusta, entonces ¿me dejas llegar primero? —pregunto dándole un pequeño beso.

—Mmm te daré de ventaja de diez minutos, pero no manejes rápido ¿sí?

Sonrió asintiendo— Iré a velocidad normal. Debes darme unos minutos para ponerme bella para ti. Por cierto, feliz aniversario mi amor, te daré un regalo que te encantará

—Feliz aniversario —saco de su saco una cajita— úsalo

—Uh regalos por adelantado, me gusta —Sonrió tomando la cajita para abrirla ansiosa— ¿qué es?

AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora