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Domingo, sin planes.

Joel y Erick decidieron irse temprano en un paseo intimo, tal vez un día de campo, el resto de sus amigos quizás tenían otros planes.

El silencio reinaba en el oscuro apartamento y Zabdiel podría dormir plácidamente hasta el medio día o mas. Sonrió con los ojos cerrados mientras abrazaba mejor la almohada, pero unos golpes en la entrada lograron abrir sus ojos, parpadeando para luego volver a cerrarlos.

No sabe quien es, pero seguramente va a cansarse y el solamente volvería a dormir.

Pero no fue así.

Soltó un quejido lastimero cuando escuchó la puerta de nuevo, levantándose forzadamente con sus pantalones cortos, chocando con el umbral de la puerta de su cuarto al salir hacia el pasillo.

Antes de abrir la puerta tallo sus ojos para despejarse.

-Zabdiel, querido -la señora García suspiró aliviada, pero sonriendo.

Zabdiel sonrió igual, bajando su mirada a los dos pequeños que sostenían las manos de la castaña, vestidos iguales.

-¿Cómo está?

-Apurada -suspira de nuevo, mirando su reloj- ¿puedes...?

-Claro, no se preocupe -la interrumpe, abriendo paso a los gemelos, que entran corriendo- ¿a qué hora regresa?

-A las seis -lo mira apenada.

-Descuide, estaré aquí todo el día -asiente.

-Gracias, Zabdiel. Nos vemos luego.

Le sonríe una vez mas antes de irse, y Zabdiel agita su mano antes de cerrar la puerta. Trona su cuello para luego ver a los pequeños de seis años adelante suyo. Christian y Christopher eran hijos de su vecina, llevaba cuidando de ellos hace un año y para aquellos pequeños habían entrado en su corazón. Conocía la historia de Danna, su madre; era demasiado buena como para no saber las intenciones de su ex pareja, que en cuanto supo de su embarazo, este desapareció sin dejar rastro. La relación entre la mujer y Zabdiel se desarrolló con plena confianza en una sincera amistad, a pesar de la diferencia de edad.

Ambos niños eran obviamente iguales, solo que Zabdiel podía diferenciarlos fácilmente por un pequeño detalle. Christian tenía sus ojos verdes, mientras que Christopher poseía unos ojos color mieles. Los dos eran castaños con rulos en sus alborotados cabellos, y sus expresiones daban un aire a travesura.

-De acuerdo, monstruos -sonríe agachandose frente a ellos- ¿desayunaron?

-Mamá nos dio galletas, porque olvidó comprar cosas -dice el ojiverde.

-No se preocupen, yo tampoco desayuné aún, vamos -se levantó guiándolos a la cocina.

Mientras el mayor preparaba algo para los tres, mantenía una conversación con los pequeños. Riendo por repentinas ocurrencias o chistes malos, en verdad se divertía con ellos.

-Aquí tienen -puso un plato con panqueques en medio de la mesa y tres tazas de leche. Los menores se sirvieron dos panqueques cada uno y comenzaron a desayunar.

♧♧

Zabdiel lava los trastes usados anteriormente mientras los gemelos comían una manzana dividiendo las partes. El boricua a punto de terminar escucha la puerta sonar, y rueda los ojos.

-¡Yo voy! -Christopher dice corriendo fuera de la cocina.

Espera unos segundos secando sus manos y frunce su ceño al escuchar un grito masculino en la sala, así que corre rapidamente hacia ahí. Se detiene abruptamente al encontrar a Christopher, su mayor, sosteniendo su pantorrilla con una expresión de dolor.

-Mocoso -gruñe mirando al mas pequeño- ¿quién te crees para golpearme?

-¡No soy mocoso! -gritó el menor con enojo.

-Chris -llamó Zabdiel, y dos pares de ojos se posaron en él- Christopher Vélez -rueda los ojos- ¿qué haces aquí? -pregunta, sintiendo unos bracitos rodear su pierna.

-¿Quién es el niñito irrespetuoso? -señala el castaño, sobando su pierna aún.

-No le digas así.

-¡Me golpeó!

-¡Tú me molestaste primero! ¡frentón! -exclama el menor, apretando su agarre en Zabdiel- Zabdi, yo sólo abrí la puerta y le pregunté quién era, y me dijo que era tu novio.

Zabdiel quiso reír de ternura, sin embargo se inclinó para tomarlo entre sus brazos, mirando después al de pelo lacio con una ceja arqueada.

-No soy tu novio.

-Eso le dije, pero no entendió -dice sacando la lengua al mayor, quien le devolvió la expresión.

-Vine para hablar contigo -se dirige a Zabdiel.

-No tengo nada de que hablar contigo, ¿puedes irte?

Vélez se cruzó de brazos con una mirada desafiante y Zabdiel estuvo seguro que en cualquier momento su moretón iba a renovarse alrededor de su ojo como el primero que le dejó, sin embargo optó por llevar al niño con su hermano a la cocina, antes de volver donde el futbolista.

-Ahora, ¿qué diablos quieres? -pregunta cerrando la puerta que aún estaba abierta.

-¿Quién es ese niño? -frunce el ceño.

-No te importa, ve al grano, por favor.

Chris suspira levantando del suelo una pequeña caja, tendiendola hacia Zabdiel. Este lo miró confundido y el castaño la movió para que la tomase.

Mirándolo cansado el menor la tomó entre sus manos, arqueando sus cejas con sorpresa al ver que se trataba de un celular.

-¿Y esto?

-Tengo entendido que el otro se rompió por mi culpa -se encoge de hombros- te compré uno mejor.

-No lo necesito -quiere dárselo, pero el otro no lo acepta- Christopher...

-Si no lo quieres lo tiro a la basura, tampoco necesito uno -dice tirándose al sofá con libertad- ¿quién era ese niño? Es bastante maleducado, por cierto.

-Oh, lo dice el que pone sus pies en mi mueble, y toma el control de mi televisión.

Rueda los ojos dejando el aparato en la mesa ratona.

-¿Tu novia no te quiere y por eso viniste a darme el culo? -dice todavía parado, mientras el mayor se reincorpora como si hubiese olvidado algo.

-Claro, venía a hablarte de eso -rasca su cabeza- Amanda es una figura para mi carrera, no es mi novia como tal...incluso ayudó a disminuir mis acosadores y...

-No necesito explicaciones.

-Pues yo necesito dártelas -se levanta para acercarse.

Zabdiel agradeció el momento en que los gemelos permanecieron en la cocina.

No quería que fueran testigos del beso que Christopher le estaba dando.







Hola!

Cómo están? <3

Aprovecho a publicar ahora porque mañana empieza mi tortur-escuela, eso. Y bueno, me despido de las vacaciones con este capítulo y deseenme buena suerte para este penúltimo año de secundaria 💔


Único ➳ Chrisdiel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora