CAPÍTULO 63.

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Logan's POV.

Salí de la casa e ignore a Alejandra, quien vino detrás de mi sin dejarme espacio. Cerré de golpe la puerta y al milisegundo, ella ya la había abierto de nuevo. Del bolsillo delantero de mi pantalón agarré el paquete de tabaco y mientras encendía uno, me monté en el coche.

- ¡Logan por favor! -oí una última vez antes de alejarme.

Miré por el retrovisor y la vi, arrodillada en el suelo llorando mientras las gotas de agua calaban su pequeño cuerpo y su pelo se iba pegando a su cabeza por la lluvia. No me había dado cuenta hasta ahora de que había comenzado a llover.

Se me partió el alma porque sabía que si la hubiese escuchado y no hubiese comenzado a gritar sin saber antes el motivo de su pelea, quizás nada de esto tendría que haber pasado. Pero el Logan que no piensa en su novia y solo se centra en que nadie la toque por miedo a que se aleje de él, sentía más rabia que ganas de dar la vuelta. Así que volví de nuevo la vista a la carretera y grite dentro del coche para soltar un poco la ira, cosa que no sirvió de mucho.

Cuando me fijé en donde estaba, el cuerpo me había mandado solo a la zona de bares y tiendas de alcohol de Madrid. Evité comerme la cabeza en pensar que estaba mal y entre en una de ellas, gastándome todo el dinero que llevaba en la cartera en botellas de whisky, vodka y ron.

Me subí de nuevo al coche y fui a la casa de mi hermano Alberto. Llame al timbre y me abrió casi ipsofacto, pensando en que quizás venía a visitarle. En el momento que abrió la puerta me colé en el interior con las bolsas repletas de botellas en la mano, entré en el baño de su casa echando el pestillo para que no pudiese entrar.

Justo en la puerta, una botella de las tantas terminó en el suelo, rompiéndose en pedazos y aumentando mi enfado.

- Logan dios. -dijo Alberto al otro lado de la puerta- No hagas esto por favor.

- ¡Dejame! -grité.

- Logan enserio, vete a casa, tira esto en un contenedor y pega de puñetazos a algún saco de boxeo. No empieces otra vez, pareces un adolescente inmaduro cuando haces esto joder.

Ignoraba todas y cada una de las palabras que salían de su boca. No pensaba hacerle ningún caso y sabía controlar lo que hacia.

(...)

- ¡Logan joder! Llevas ahí una maldita hora. -¿Una hora?

Como mis manos me lo permitieron saqué el teléfono e intenté mirar que hora era. Estaba sin batería y como era inútil en ese momento le arroje contra la pared, haciendo que su pantalla se agrietase por completo. Contemplé las botellas y me percaté de que había como mínimo seis botellas abiertas, todas vacías hasta la mitad.

Levanté mi trasero del suelo y abrí el pestillo. Alberto rápidamente se levanto del suelo y me pego un bofetada, no se si para hacerme espabilar o simplemente, para hacer ver lo enfadado que estaba él - ¡No tendría que haberte abierto nunca!

- Pues no haberlo pecho... mecho... hecho. -conseguí decir al final y me encogí de hombros.

- A pesar de que seas un gilipollas, no puedes salir de casa en estas condiciones. Vives cincuenta kilómetros lejos de aquí y no pienso dejarte que cojas el coche.

- Tengo que ver a Alejandra. -aseguré triste

Apoyó un codo en la pared y creo que por la forma de mirarme, se le había ocurrido una idea.

- Sientate conmigo en el sofá, y hablame de ella. No la conozco y me gustaría saber más. Te prometo, que después podremos ir a verla y hablarás con ella.

Guerra de bandas. [LoganG] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora