Guerra de bandas. [LoganG]

CAPÍTULO 64.

Alejandra's POV.

Eran a penas las ocho y media de la mañana cuando estaba ya asomada a la ventana de la habitación fumando. El humo escapaba entre mis labios y era una sensación relajante.

- Buenos días. -oí de la nada.

Moví la cabeza hacía mis lados y vi a Goorgo también apoyado en el alfeizar de la ventana con una sonrisa de oreja a oreja. Admiraba la capacidad que tenía de estar sonriente, aunque todo fuese como una mierda el sonreía y siempre estaba positivo. Me pregunto que se sentirá estar así de bien con todo en la vida.

- ¿Qué haces a estas horas despierta? -preguntó.

- Pues me he despertado y ya no podía pegar ojo. -me encogí de hombros, al final no es una mentira del todo- Pasa aquí si quieres.

Asintió y a los pocos segundos oí como llamaban a la puerta. Le di permiso para pasar y cuando abrió, frenó en seco. Me acordé de que estaba en sujetador ya que por la pesadilla se llenó de sudor mi camiseta. La recogí aún así del suelo y me la puse para evitar que el ambiente se volviese incómodo.

- ¿No está Nil por casa?

- No, ¿por qué?

- Ah nada... -apagué el cigarro y le tiré- Solamente quería hablar con él. Pero no te preocupes.

Él no dió más importancia al tema y se apoyó conmigo a ver como aún amanecía. Estábamos en silencio, pero era cómodo. Con Goorgo, raramente las cosas se hacían extrañas.

- ¿Aún estás con Carlota? -pregunté sin haber pensado antes en la cuestión. Negó con la cabeza y una parte de su sonrisa desapareció y se torno en tristeza- Hostia Jorge, lo siento no era mi intención.

<Eres gilipollas.>

- No te preocupes... Buscaré a Nil y le diré que venga a verte.

Dejó de descansar sobre la pared y se levantó para salir de la habitación. Se fue, bueno, mejor dicho huyó de mi. Cerró la puerta nada más salir y maldije en voz baja, la había liado gorda y había sido una completa ignorante. Pero lo peor de todo es que no lo había hecho con ningún tipo de mala intención.

Me dirigí después de él a la cocina, el hambre que tenía junto al dolor de cabeza, en ese preciso instante era algo que me estaba matando. Intenté no encontrarme con Goorgo para no hacer que se sintiese peor conmigo, pero en su lugar vi a Nil sentado en el borde del balcón que había en la cocina.

Al oirme entrar se giró rápidamente y puso los ojos en blanco - Buenos días. -dijo por pura simpatía.

Ya que había empezado en día jodiendolo todo, apoyé los codos en el mismo sitio que el se estaba sentando y la cabeza sobre mis manos. No se sentía cómodo a mi lado pero aún así me preguntó que si había dormido bien esta noche.

- ¿Por que lo preguntas?

- Porque a las tres de la mañana, por debajo de la puerta se podía ver la luz encendida y una respiración agitada en el interior. Además a las siete la luz aún seguía encendida y se te oía sollozar. -contestó tranquilamente.

Evité responder por que decirle, 'si mira es que las pesadillas que me crearon un trauma y me dejaron años sin poder dormir plácidamente han vuelto y no he podido dormir de ninguna manera', presentía que no era lo más indicado. Pero él como que me leyese la mente me miró a los ojos y me soltó:

- Las pesadillas.

Una parte de mi solo quería salir corriendo como una niña pequeña, pero otra quería pedirle ayuda. Nil siempre había sabido calmarme esas noches que me despertaba llorando y gritando, y jamás le di las gracias. Ni por eso ni nada.