CAPÍTULO 66.

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Logan's POV.

Me dejó plantado. Y está vez, no sabía que haría. Generalmente estaba seguro de que me llamaría o que me buscaría para que pudiésemos arreglarlo. Pero esta vez me había comportado como un capullo y no tenía ni idea de si tan siquiera querría quedarse en Madrid corriendo el riesgo de cruzarse conmigo.

- Perdona. -paré a un señor que andaba tranquilamente por el parque- ¿Podrías dejarme su teléfono para llamar a mi novia? Es que me dijo que quedábamos aquí pero no la veo por ningún lado. -mentí.

Este señor no preguntó más, cosa que agradecí. Marqué su teléfono y me alegré de haberme aprendido su número tiempo atrás por algún motivo que no recuerdo.  A los dos toques contestó, pero en cuanto mencioné su nombre y ella reconoció mi voz, me colgó.

- No me coge, era el buzón de voz nada más. -mentí otra vez cuando le devolví el móvil al hombre y me miró algo confundido.

No se lo creyó, no lo culpo, yo tampoco lo hubiese hecho. Pero le dio igual y despidiéndose de mi siguió su camino. Yo por mi parte no tenía donde ir, pero sabía que tenía que lo primero era ir a buscarla, así con pasos rápidos fui en la misma dirección a pesar de que me había gritado como nunca que no la hablase, y con ello que no la buscase.

Al haber andado durante un rato llegué a un parque en bastante malas condiciones pero sorprendentemente lleno de niños correteando. Un presentimiento me dijo que había estado ahí y por algún motivo me vi obligado a sentarme en un banco esperando a alguna señal que me dijese por donde seguir.

Sentado en el bordillo de la acera había un niño pequeño, y a su lado una chica de pelo castaño oscuro bastante largo. Una media sonrisa se formó en mi cara al ver que tenía una sudadera exacta a la que llevaba Alejandra ese mismo día.

Discutí con mi propio yo en si debía acercarme o no, pero antes de que pudiese acabar de decidirme, mis pies ya estaban andando solos en dirección a ambos. Toqué el hombro de la chica y ella se giró inmediata. Todas las pocas esperanzas de que fuese ella se esfumaron cuando vi que efectivamente, ella no era.

- ¿Pasa algo? -preguntó borde.

- Nada. Te he confundido con otra. -giré sobre mis talones y me alejé oyendo la risita irritante del niño.

Su pelo se podría decir que era casi exacto al de Alejandra. Y sus ojos verdes... sus ojos eran bastante bonitos, pero nada parecidos a los de mi novia. 

'No me vuelvas a hablar.'  Sus gritos se repetían una vez tras otra sin dejarme respirar. La podía ver claramente frente a mi, con los ojos llenos de lágrimas y me suplicaba poder volver a ese momento y retirar mis palabras. No la culpaba ni un poco por querer alejarse de mi. De hecho, si yo hubiese sido ella, me hubiese abofeteado hasta dejarme tirado en el suelo.

Pero yo no soy ella, y nunca lo seré. Jamás podré pensar como ella. Jamás podré querer a nadie como la quiero a ella, y nadie nunca la podrá querer como yo lo hago. Pero alguien más lo hará si se aleja de mi, y esa persona la podrá dar el amor sin peleas y sin gritos, la podrá dar todo lo que ella pida y ella se enamorará del otro, dejándome a mi...

- ¡Eh! -un grito me sacó de mis pensamientos y me mandó de vuelta a la realidad. Cuando miré hacía atrás vi a la chica anterior.

<Mierda.>

- Qué.

No quería hablar con nadie en estos momentos. Y menos con alguien que se pareciese a la persona que echaba de menos y que quería recuperar.

- ¿Siempre eres tan capullo? -rió y yo me encogí de hombros.

- ¿Siempre paras a personas por la calle?

- Solo a las que me confunden con otra.

Acababa de empezar a hablarme y ya quería que se callase. Sabía que se iba a meter en cosas que no la incumbían para nada y no iba a darla acceso.

Colocándose a mi altura, continuó preguntando - ¿A quién buscabas?

- A nadie.

- Alguien sería. -la miré asesinándola con la mirada- Mira tío. -frenó en seco y yo con ella- Venía a ayudarte, llevo aquí media hora y no mucha gente viene por aquí, así que si la chica a la que buscas ha venido en la última media hora por este parque, me acordaría. Pero como no quieres hablar conmigo peor para ti.

Se volvió y haciendo que sus botas de tacón sonasen en la acera. Grité, la dije que se quedase y me ayudase ya que quizás si me servía de algo. Mientras volvía a ponerse a mi lado, la sonrisa de haberse salido con la suya brillaba en su cara. Joder, se parecía más a Alejandra de lo que yo creía.

- Eh tengo algo en la cara o qué. -rió- Es que como no paras de mirarme.

- Te pareces mucho a ella. -dándome cuenta de porque había accedido a quedarme con ella, volví al tema que me interesaba- Y estás aquí para ayudarme.

- Descríbela.

- Llevaba una sudadera exacta a la tuya, blanca con el dibujo ese tan feo a la espalda. Ojos verdes y pelo largo y oscuro. Medirá cerca de dos cabezas menos que yo y...

- Sí, la he visto. Estaba hablando con el mismo niño que yo, ¿llorando puede ser?

Asentí y fije la vista en la piedra que llevaba todo el camino.

- No me digas que la has hecho llorar. -la miré dándola la respuesta y se llevó las manos a la cara- Eres gilipollas.

- Me lo dicen mucho.

- Sea lo que sea que la has hecho, que no me interesa mucho la verdad, sí, la he visto. Después de despedirse se fue poco a poco y secándose sus lágrimas, a la calle de allí al fondo.

- ¿Qué hay ahí?

- Bares. Muchos bares.

<Mierda mierda mierda.>

- No debe apasionarte la idea de que pise un bar. -su gestó facial se tornó a preocupación.

Aceleré mis pasos y anduve lo más rápido que pude. Se que soy un capullo hipócrita, pero no puedo dejar que beba. No después de lo mal que lo ha pasado. Y aunque mi razón no fuese lo mejor del mundo para emborracharme hasta alma, a ella la va a joder bien jodida como toque la mínima botella.

Para colmo, se que no me había despedido de la Alejandra Dos, pero después de estas mierdas, me sucedían los encontronazos menos deseados y estaba seguro de que la volvería a ver, y lo más probable, en contra de mi voluntad.

Cuando me dí cuenta estaba en la calle donde me había indicado. Entré a cada uno de los bares y ni rastro de tan siquiera chicas. Pero cuando estaba punto de rendirme y de pensar que me había vacilado, entré al último bar algo más alejado del resto. Un montón de chicas bailaban encima de unos pequeños escenarios y un montón de personas ebrias hasta los tobillos, las vitoreaban lanzando billetes.

Apreté los puños y me intenté contener pensando que ella jamás haría eso. Llevé la vista hasta la barra y la vi sentada, apoyada en el respaldo y los pies sobre la barra. Hablando con el camarero y con un vaso de cristal en la mano. Mis esperanzas de que no estuviese bebiendo se fueron, como habían hecho todas las que había tenido durante todo el día.

Evité acercarme como una bala y cuando estaba a unos metros de distancia de ella, la vi beberse el último trago de su vaso. Lo rellenó rápidamente, y para mi sorpresa y mi calma lo hizo con una botella de agua. El camarero me miró sin esperar encontrarme plantado y luego le dijo algo a Alejandra. Algo que la hizo mirar hacia donde yo estaba.

Continuará... 🍂

1378 palabras.

Hola gentusica. A partir de ahora he decido que cada capítulo lo va a narrar una sola persona entero, alternando solamente entre Logan y Alejandra. Aunque quizás haré una excepción de vez en cuando. Pero es que así es más fácil de leer, teniendo en cuenta que no hay cambios de puntos de vista. Espero que os hayáis entretenido y eso, ¡nos vemos!

Guerra de bandas. [LoganG] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora