CAPÍTULO 45.

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Logan's POV.

Había pasado más de medio mes desde que Alejandra y yo decidimos irnos, no teniamos ni idea aún de donde ibamos a ir, pero era hoy.

4 y media de la madrugada. Me levanté y con todo el sigilo del mundo comencé a hacer mi maleta y me cambie. Sali por la puerta de casa a eso de las 5 en punto y me dirigí a casa de Alejandra. Un poco antes de las cinco y media llegué, justo tal y como lo habiamos planeado.

- Buenos días. -me burlé cuando la vi sentarse en el asiento de atrás casi aún dormida.

- Callate y dejame dormir.

Se tumbó a lo largo de los tres asientos de atrás y cerró los ojos para intentar descansar algo más. Cosa que no logró, ya que a los diez minutos estaba con los ojos como platos intentandose cambiarse de atrás al asiento del copiloto.

- ¿Aún vas en pijama? -no pude evitar soltar una carcajada y ella me golpeo suavemente el hombro- Odio que hagas eso.

- Es una costumbre, si no fueses tan imbécil quizás nunca la hubiese tenido. -me devolvió la burla- Es que me he levantado a las cinco y he pensado que tenemos muchas horas de vuelo allá donde vayamos, asi que me ha dado mucha pereza cambiarme y he decidido quedarme en el calorcito y la comodidad de mi precioso pijama de lana azul.

- Pareces una niña pequeña cuando hablas en ese tono. Una niña pequeña muy sexy por cierto.

- Y muy violenta, asi que callate.

Nunca la habia sentado muy bien lo de madrugar ya que la volvía más bipolar de lo que era de normal, aunque sí, era muy gracioso discutir con ella en esas condiciones. De todos modos, obedecí y seguí conduciendo.

Al rato llegamos al aeropuerto de Madrid. Bajamos las maletas del maletero del coche y le aparcamos en algún lugar donde si volviamos, nos acordasemos de que estaba ahí. Entramos hacia el aeropuerto y la gente no paraba de mirarnos, no se si era porque eramos bastante conocidos en Madrid por nuestros lios/atracos y causabamos miedo, o porque iba acompañado de una chica la cual era cerca de tres cabezas más bajita que yo, además iba en pijama y llevaba una almohada bajo el brazo.

Nos acercamos a las pantallas de los vuelos disponibles, y ahí vimos, siete de la mañana Miami, EEUU.

- Ese. - le señaló Alejandra.

Acepté y en cuanto nos acercamos a por los tickets, la chica nos avisó de varias cosas -El vuelo despega a las siete, salé por la puerta E y hay que estar una media hora antes en puerta.

Ahí nos dimos cuenta de que teniamos solamente quince minutos para llegar a la otra punta del aeropuerto, factura las maletas, y estar en la puerta media hora antes tal y como nos había dicho. Y ahí, comenzaba la cuenta atrás...

6.15 a.m. 45 minutos para el despegue.

Hicimos caso a todas las instruciones que nos dió la chica que estaba en recepción y conseguimos imprimir los billetes al momento sin ningún problema. Les guardamos en un sitio seguro y comenzamos a correr, literalmente, por todo el aeropuerto para conseguir llegar a  la puerta. Con maletas, la almohada de Alejandra, teléfonos y mucha prisa. El camino se nos hacia como un laberinto. Había que cruzar como unos cien pasillos llenos de gente con bolsas que ocupaban todo el espacio disponible, niños y abuelitos que se paraban para regañarte por estar corriendo según ellos en un sitio donde había que tener calma. Señores, siento decepcionarles, pero en un aeropuerto, lo único que no vas a tener es calma, y menos cuando solo te falta menos de media hora para un maldito despegue y para comenzar una aventura que ni tú mismo te lo crees.

Guerra de bandas. [LoganG] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora