Había pasado una semana desde aquel día. Doyle la llamo y le explico en que consistía el trabajo, le dijo que ella sería la encargada de conseguirle las armas y le ayudaría con algunos trabajitos. Ella aceptó y desde entonces trabajan juntos.
El lunes y tal y como se había comprometido con Doyle, le consiguió el primer cargamento, se lo enseñó y a este último le encantó y le llamo la atención lo rápido que las había conseguido y lo bien que lo había realizado.
Cada lunes tenían un cargamento y Doyle recibía lo acordado y no tenía ningún problema con las autoridades. Por todo ello, poco a poco le fue teniendo más confianza.