¿YO UNA PRINCESA? Saga I

CAPITULO 83

"Sin querer el primer amor no se olvida,
En especial ese momento que se convirtió en platónico, Recuerdo inevitable"

SUSAN

Estaba tan feliz que al fin recibiera lo que por ley me corresponde a mi y no solo eso, sino que tendría a Nicholas para mí. Aunque en realidad eso no me importaba mucho, ya que de la única persona que realemnte me enamoré y que fue mi primer y único gran amor, ya no se encuentra aquí, murió, y cada vez que lo recuerdo lo vuelvo a extrañar.

Pero siempre hay un problema, yo no quiero a Nicholas, no voy a decir que es feo y que me agrada, pero no tanto como su hermano me gusto, pero todo por complacer a mi madre que sienpre me decía.

-Cuando seas una señorita radiante y hermosa -Me cogia de los cachetes regordetes que solia tener -Tu debes pensar con la cabeza antes de fijarte en alguien y no ver el corazón -Me sonreía -Y para eso vas hacer todo de acuerdo a como yo te diga y te convertiras en una gran princesa, princesa de Inglaterra -Yo solo la miraba y escuchaba todo lo que ella decía muy atenta, al fin y al cabo es mi madre -Entiendelo bien Susan, yo hice eso con tu padre, no podía quedarme como una simple duquesa, así que al principio no quería estar con él -Sonrió -Pero luego empece a quererlo -Dio una fuerte carcajada -Aún así, si no lo hubiese querido, conseguí mi propósito, y sabes ¿Cuál era? -La miré y negué -Ser reina de Estocolmo y mirame, lo soy

-¿No amas a mi padre? -Yo apenas era una niña de siete años, con toda la inocencia del mundo y con ilusiones, pero mi madre me las quitó

-No es cosa de amar -Me cogió de los hombros -Tu tienes que ser mas poderosa que yo, tienes que mentalizarte eso, y lo vamos a lograr

Eran recuerdos que seguían intactos en mi mente por siempre, por más que quería olvidar no podía, se me venían una y otra vez.

-Princesa Susan -La niñera que me cuidaba como si fuera su propia hija, llegó apurada -El rey Tomás, su padre, acaba de fallecer -¿Qué fallecer?

-No, eso no es cierto Cerafina -La miré y ella me abrazó

-Lo siento mucho mi niña -Recibí su abrazo

-Papá -Me soltó y corrí hacia su habitación

Fue la escena más horrible que pude ver, en a penas mis siete cortos años de vida, mucha gente desesperada y gritando por mi padre que era lo máximo con todo el mundo, y las palabras que el doctor le decía a mi madre "Le dio un paro cardíaco"

¿Cómo era posible que le diera un paro cardíaco? Si todas las veces qur se hacia su chequeo médico, siempre le decían que estaba muy fuerte y robusto.

En ese momento, sentí que mi mundo sr vino encima, era la unica persona incluyendo mi niñera que me entendía, a pesar que tenía tanto trabajo que hacer, siembre tenia tiempo para mí y la pasábamos bien.

Pero después de la tempestad, llegó mi calma para mi.

El dia del entierro, fue un día que jamás voy a olvidar, por más que intente borrarlo.

Yo me encontraba sola llorando en la tumba de mi padre, ya que mi madre se habia ido con todos a la residencia, acompañando a los que habian ido a darnos el pésame, dejándome sola, cuando de pronto una mano fue a parar a mi hombro, al principio me asusté, pero luego vi a un niño rubio, con ojos claros que me miraba atentamente, Aron fue mi luz.

-No te ves bonita cuando lloras -Me da su mano y yo la acepto -No creo que al rey Tomás le guste verte triste -Lo miré -El no ha muerto -Su seguridad me enfado