Antonio se acercó a mí y me acarició el brazo – Venga, va, cuéntamelo – me pidió y yo asentí – Ese hombre fue el que mató a mis padres y a dos de mis hermanos... Yo era la pequeña de todos y... Jack y yo lo vimos todo desde un armario – dije rápidamente y él parpadeó y no supo que decir, normal por otro lado – Espera, ¿qué? – preguntó confuso – Ese hombre era alguien que mi padre tenía en su punto de mira desde hacía un tiempo, un asesino en serie y él le encontró antes... - dije cerrando los ojos, solo me venían recuerdos de ese día a mi cabeza desde esta mañana, él puso una mano en mi espalda y frotó suavemente .
– Estábamos todos en casa, Jack y yo estábamos jugando en el salón, somos los dos pequeños, con edades similares, mi madre pegó un grito y él se asustó y nos metimos en un armario del salón, él me abrazó en todo momento, pero... Los dos lo vimos todo, vimos como ese desalmado le pegaba un tiro a mi padre y a mis hermanos... Después puso el arma en las manos de mi padre y bueno... Todo eso tardó mucho tiempo en solucionarse, mi abuelo luchó mucho por demostrar la inocencia de mi padre, ya que nuestros testimonios no les valían – añadí suspirando – Pero él junto con Hank y Olinsky le cogieron y le encerraron – añadí con media sonrisa – Mi padre era compañero de ellos dos, por eso les conozco desde hace tanto tiempo – acabé por decir, él tiró de mi brazo y me abrazó durante un rato, me acomodé en su pecho y dejé que los recuerdos saliesen lentamente de mi cabeza.
Al cabo de un rato, cuando Antonio vio que estaba más tranquila se fue a casa. Mi hermano aún no había vuelto con los niños y yo sentía que la casa se me caía encima, metí la carta en el bolso y salí de casa. Sin saber cómo acabé en el hospital, quizás mi subconsciente quería ver a Connor y por eso me había traído hasta la puerta de urgencias. Entré en el hospital y me acerqué al mostrador – Buenas noches, ¿sabe usted si el doctor Rhodes está de guardia? – le pregunté a la mujer amablemente ella asintió – Pregúntale a Maggie o a April – me informó y yo asentí, no quería molestar demasiado por lo que entré cuando vi que Maggie estaba libre de trabajo – Hola Maggie, ¿sabes si Connor está hoy por aquí? – pregunté con una media sonrisa.
Maggie me dirigió hacia una habitación vacía con una cama ocupada por alguien, me giré y la miré confusa – Connor está dormido ahí dentro, le están haciendo la vida un poco imposible – aclaró ella y yo reí asintiendo – Vale, gracias, siento las molestias – agregué y ella se fue. Entré con cuidado en la habitación intentando no hacer demasiado ruido, no quería asustarle, me agaché, le soplé la cara y esperé a que abriese los ojos. Me dedicó una sonrisa y volvió a cerrar los ojos – ¿Qué haces aquí? – me preguntó desperezándose – He tenido un día de mierda y me preguntaba si... Te apetecía que te invitase a cenar, aunque sea en la cafetería del hospital – propuse levantándome del suelo que mis rodillas empezaban a cansarse. Connor se incorporó con un bostezo y asintió – Sí, claro, vamos, hoy tengo guardia así que será el único ratito libre que tenga – aseguró él y yo asentí sonriente.
Nos sentamos en una mesa de la cafetería y mientras él se espabilaba yo pedí un par de sándwiches vegetales, un café para él y un zumo para mí. Cuando volví a sentarme sonreí – Te he traído un café, creo que lo vas a necesitar – dije divertida y él sonrió asintiendo – Entre trauma y aprender cardiología estoy que no me mantengo en pie – confesó y yo sonreí – Pero se nota que es lo que te gusta – intenté animarle y él negó – ¿Por qué has tenido un día de mierda? – me preguntó y yo suspiré – Voight me ha mandado a casa, como si estuviese castigada – me quejé mientras negaba, él frunció el ceño – ¿Y eso por qué? – abrió su sándwich y yo le imité – Porque no estaba concentrada, no estaba haciendo caso al trabajo y en mi trabajo eso puede significar la muerte – aclaré, Hank tenía razón, no podía trabajar ese día, pero aun así me cabreaba – Vale, ahora queda saber el por qué, ¿por qué estabas tan distraída? – me preguntó.
Dejé escapar un suspiro y le miré unos segundos a los ojos – Mis padres murieron cuando yo era pequeña junto con mis hermanos... Han soltado al asesino por incongruencia de pruebas y he recibido la carta esta mañana – terminé por decir después de unos minutos de silencio él me miró y siguió comiendo. No entiendo como supo que más preguntas no me harían bien pero simplemente lo supo. Me acarició la mano y me sonrió – Pues el doctor Latham me tiene un poco ahogado de trabajo – se quejó él mientras suspiraba, su busca empezó a sonar y yo puse una mueca – Ya te tienes que ir a trabajar, ¿no? – pregunté y él negó – De hecho era el Doctor Latham, me obliga a irme a dormir a casa – anunció él y yo sonreí – Si quieres vente a dormir – me ofreció y yo asentí – Sí, mientras te cambias hablo con mi hermano – le informé levantándome de allí. Nuestra cena no había sido muy allá, pero yo solo quería desconectar de todo.
Caminaba detrás de Connor – Espérame en urgencias, saldremos por allí – me dijo mientras nos encaminábamos hacia el lugar. Una vez en urgencias hablé con mi hermano y me encontré con Kelly, Matt y algún bombero más de la estación. Fruncí el ceño – ¿Qué hacéis todos aquí? ¿Ha pasado algo? – pregunté alarmada, cuando estaban todos en el hospital no era buena señal – No, no, no ha pasado nada tranquila – me tranquilizó Matt y yo asentí algo aliviada – Hemos traído hace un rato a un chaval que estaba muy mal y queremos preguntar cómo va – me explicó Kelly y asentí con una media sonrisa – Y tú, ¿por qué estás aquí? ¿Te encuentras mal? – me preguntó Matt y negué – He pasado a ver a Connor un rato y estoy esperando a que se cambie de ropa – Kelly me miró muy serio y fruncí el ceño – ¿Pasa algo? – pregunté y él negó – No, nada – se dio la vuelta y se fue, Matt se encogió de hombros – Ya sabes como es... - asentí y miré a mi alrededor – ¿No hay mucha gente aquí? – pregunté algo confusa, Matt se encogió de hombros y las siguientes escenas pasaron demasiado rápido para recordar algo de lo ocurrido.
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Policía de Chicago (Antonio Dawson)
Fiksi PenggemarEsta es mi ciudad, en mi ciudad se cumplen mis reglas.