Me siento vivo, por primera vez, vivo de verdad, me he acostumbrado a estar acá, en este tiempo, en esta eternidad, me he acostumbrado a mi condena, a mi nueva vida, a mi nueva persona, a mi nuevo cuerpo.
Me siento así, debido a que gané mi primera guerra, mi primera lucha.
Al principio estaba realmente asustado, pero desde un principio sabia que mi propósito es proteger a Annie a cualquier costo.
Era una tarde fría y aburrida, Annie estaba arrecostada escuchando "Pierce the Veil" no se daba cuenta de nada estaba distraída, yo estaba en mi apartamento, y de pronto llegó una imagen de un extraño ser que estaba intentando atacar a Annie, en mi espalda apareció una espada en forma de rayo y un arco con flechas, en un pergamino una frase "buena suerte con tu primera vez". Cerré mis ojos y aparecí en casa de Annie, ahí mismo se encontraba un ser horrible, extraño y asqueroso, era gris y se desvanecía, aparecía y se iba, era inestable y se veía débil, sin embargo no lo era, de su boca comenzó a lanzarme esferas de fuego, no sé que tenía contra mí, se acercó a Annie y comenzó a absorber su sangre, ella despertó y asustada comenzó a gritar, el maldito me tiro una espada y me atravesó el cuerpo, dejándome atrapado en la pared, yo me solté y empecé a tirarle las flechas y le pegaban pero nada le sucedía, logré acercarme y con la espada le corté la cabeza y su cuerpo desapareció en vapor, será que gané? lo logré? GANÉ, gané mi primera guerra. Y cuando digo primera espero que también sea la última.
Me dirigí hacia Annie, estas bien? no podía hablar y me señalo su herida, yo absorbí el veneno, lo escupí y le vendé la herida, espero que eso funcione.
Así que, bueno, así fue, me di cuenta que soy capaz de hacer más de lo que en algún momento pude pensar que llegaría a hacer, yo se que soy capaz de hacer cualquier cosa por Annie, estoy aquí por ella, no tengo miedo, tengo esperanza, la salvaré de cualquier cosa, y ella en algún momento me lo agradecerá.
Su sonrisa es mi felicidad, daría lo que fuera para que esos ojos sigan brillando, sin ella que motivo tengo de luchar, sin ella no tendría sentido, mi condena sería en vano, mi vida o lo que queda de ella sería no más que una estúpida perdida de su valioso tiempo, y esta historia sería un desperdicio de tinta y papel, porque ella es mi princesa, y yo su guardián.
Y vale la pena todas las luchas y guerras, si en algún momento, ella podrá estar junto a mí, y yo me convertiré en el joven más afortunado de todo el universo, porque ella será mi tesoro, y mi vida entera, porque por ella, me siento vivo.
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Crónicas De Un Suicida Condenado
Fiksi RemajaPequeño relato de la vida de un adolescente suicida que ha sido obligado a cumplir una condena.