Kintsugi「Omegaverse」

09

Aquel despreciable ser cumplió su promesa de denunciar a Katsuki.

Mitsuki estaba preparada. Tanaka, su abogado defensor desde la violación de Katsuki, hizo todo lo posible y aquel hombre termino pidiendo perdón de rodillas a los dos, Katsuki y Hajime.

Pero Katsuki no dejaría pasar esto, sabía que su... que Hajime no podía sufrir, un psicólogo pediátrico es lo que su... Hajime necesita.

—¿A donde vamos, Katsuki?— preguntaba Hajime mientras comía un sándwich y jugo que Mitsuki le empaco.

—Vamos a visitar a un viejo conocido, él te ayudará como lo hizo conmigo.

—Es psicólogo, ¿verdad?

—Así es, pero sabes, quiero hacerle una broma y tu me ayudarás.

Hajime miraba a su padre y una sonrisa que se dibujó en sus labios no era nada tranquilizadora, vaya que era hijo de Mitsuki.

—¡YAGIIIIIIIIIIIIIIIII! Ábreme la puertaaaaaaaaaaaaa.

El viejo psicólogo se crispo de inmediato, estaba asustado, esa voz la reconocería en cualquier lugar.

"Es imposible", pensó el psicólogo

Abrió la puerta y no daba crédito a lo que veía —Katsuki, ¿que te pasó? Siempre sí tomaste la sangre de bebé que me dijiste para ser joven eternamente.

Hajime abrió los ojos horrorizado y miró hacia un arbusto, Katsuki estaba llorando de risa.

—Viejo, esa noticia es antigua, jajaja. Asustaste a mi ... a Hajime.

—¿Es tu hermano?

—Soy su hijo producto de su violación a los 12 años— al parecer para Hajime ya es casi natural decirlo.

—¿Acaso tu naciste de Mora?

—¿Mora? Mi madre se llamó Kai— dijo extrañado el menor.

—Es una táctica de psicológicos, hablamos de los miedos profundos y los reemplazamos con lo que no nos gusta, en este caso a Katsuki no le gustaban las moras dulces desde que era niño.

—¡Oh, ya veo!

—Pero hablemos aquí, ¿aun haces ese delicioso té de limón?

—¿Sabes hacer esas ricas galletas de jengibre?

—Manos a la obra viejo, hay mucho que platicar.

Así fue como le contaron todo a Toshinori Yagi, la historia de Hajime y de su madre.

—Vengo a que me recomiendes a un buen psicólogo pediatra, de los que tu impulsaste. Hajime no quiere decir nada y cada que le preguntan se queda callado.

—Tengo a uno, pero no lo veas a los ojos, es bastante tímido—dijo el doctor Toshinori mientras se levantaba de su sofá y busca en su directorio una tarjeta que le tendió a Katsuki—La encontré, ve con cuidado, como te dije es tímido con los adultos pero muy capaz con los niños.

—Gracias viejo, nos vemos, vamos Hajime despídete—decía Katsuki mientras arreglaba las cosas.

—Hasta luego Yagi-san.

—Hasta luego pequeño Bakugo, pórtate bien y no seas mimado como tu padre.

—Oí eso— grita Katsuki desde la cocina.

—Vayan con cuidado, maneja despacio, ahora tienes una vida en tus manos Katsuki.

El mencionado se acerco y se despidió con un abrazo y el pequeño con una reverencia.

A medio camino Hajime pide la tarjeta.

—¿En verdad piensas llevarme a un Psicólogo?

—Claro que si, debo hacer una denuncia para que ese criminal no este mucho tiempo fuera, no permitiré que te hagan daño y un experto debe evaluarte.

—Vaya, gracias... pensé... — se puso en silencio y vio como su padre manejaba—... pensé que no me querías por ser productor de tu violación.

Freno en seco y tomo las mejillas de Hajime en sus manos y lo miro fijamente—¡JAMAS, ENTIÉNDELO, JAMAS LO VUELVAS A PENSAR! Fuimos victimas de algo que nos toco vivir y debemos salir adelante, eso es todo, yo no permitiré que nadie te haga daño, ¿entendido?

—Sí, está bien.

—Bien, ahora a comprar algo para comer.

Hajime solo asintió y siguió mirando la tarjeta, esperando que ese especialista pudiera ayudarlo con toda esta situación.

—Midoriya Izuku— lee Hajime en la tarjeta.