-Señora Robins, entienda, hay una clausula que especifica que sin un hombre a cargo, no se le puede entregar la totalidad de la herencia.-Le dijo a mi madre el escribano publico, el señor Heimich.-Y que este, tenga el requisito de ser de la alta sociedad.
-Lo se, lo se, señor Heimich, por eso he venido a decirle que ya arreglamos esa clausula.-dijo mi madre felizmente.
-¿lo hizo?, ¿Como?-Dijo interesado el señor Heimich.
-Pues mi querida hija Jazmín, se comprometió con el joven coronel James Romanoff.-dijo acariciándome la cara y sonriendo al escribano.
Me solté del agarre de mi madre, mientas ella me miraba seria.
-¿De verdad?, pues... realmente la felicito señorita Robins, se ha encontrado un pez realmente gordo-me dijo mirándome mientras reía.
-Lo se, gracias. No se da una idea de lo feliz que me hace que me casen por una herencia-lo mire y le di una sonrisa falsa.
Sentí la mirada de mi madre, puedo jurar que si las miradas mataran estaría muerta y sepultada bajo tierra.
El señor Heimich se aclaró la garganta y siguió arreglando con mi madre los papeles para poder cobrar su preciada herencia en un futuro no muy lejano.
*
-No puedo creer que me hayas hecho pasar esa vergüenza irreparable-Me dijo mi madre realmente enojada, mientra salíamos de las oficinas del escribano.
-Lo lamento madre, pero no iba a fingir estar feliz de algo que no estoy de acuerdo y lo sabes.- le dije caminando hacia el auto.
-Jazmín-me dijo tomándome fuerte del brazo haciendo que la mire- Ya me tienes cansada con tus caprichos. !Eres una dama¡, y no puedes andar por ahí dando tus ideas perversas por el mundo. -me dijo casi gritándome en la cara.
-Yo estoy haciendo valer mis valores que yo creo que tengo madre- le dije mirándola molesta.
-¿valores? NO tienes valores, NO Las tienes. NO sin un hombre al lado.-dijo enojada- necesitas a este hombre, lo NECESITAMOS. Si quieres tu herencia de vuelta, tenes que someterte a tu casamiento-dijo apretándome mas fuerte el brazo.
-NO quiero un hombre al lado-dije soltándome fuerte de su agarre y enfrentándome a ella- NO quiero estar sometida en un matrimonio. NO quiero esa herencia. NO necesito nada de eso.
Sentí un fuego intenso sobre mi mejilla, sentía la sangre golpear fuerte tras ella. Me toque la mejilla mientras mire a mi madre sorprendida. Ella me miraba con enojo y un poco de... ¿odio?.
-Tu, vas a hacer lo que YO te diga. Soy tu madre y me respetas.-me dijo señalándome con el dedo y apretando fuerte con su otra mano su abanico.-Te vas a casar, y vas a ser la mujer más feliz del mundo. SEA o NO REAL. Ahora súbete al auto. -dijo abriendo la puerta.
La mire enojada.
-No madre, no me voy a subir al auto y NO me voy a casar.-dije bajando la mano de mi mejilla- hasta luego madre.-dije caminando a la calle contraria de donde estaba ella.
-!JAZMÍN¡.-dijo mirando al rededor, suspiro y se subió al auto alejándose de mi.
Nunca me enfrente a mi madre, siempre agache la mirada e hice lo que me pedía. Pero ya no podía seguir sus indicaciones. No, con algo que iba involucrar mi futuro. Se, que esta decisión ya esta tomada y arreglada. Pero por un día quiero ser una chica normal, que no esta pensando en que se tiene que casar si o si. Tengo una mínima esperanza de que este casamiento se pueda anular, pero tengo que encontrar el como de este.
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Cien Años
RomanceEn el mundo,hay demasiadas historias, que nunca conoceremos. hubo guerras, que nunca se dieron a conocer. hubo amores... que nunca, pudieron llegar a ser. Jazmín, es una chica de veintiún años. Tiene, una mentalidad que para su época, no es muy bi...