Capitulo 8

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-[..]Yo te avise, Elizabeth, que algún día, te ibas arrepentir de lo que hiciste-le dijo, amenazador- Bienvenida a mi terreno peligroso.

Al escuchar eso último sentí, como se me erizaba la piel, nunca había escuchado a mi abuelo hablar así. Estaba tan confundida e impactada por lo que había escuchado, que no note, que alguien estaba  detrás mio. 

-¿Jazmín?-dijo Mildred cerca de mi oído, haciendo que me sobresalte.

-!Mildred¡-le susurro, mientras me toco el pecho- me has asustado.

-Lo siento, Jazmín-susurra- pero... ¿que estas haciendo?.

En ese momento, escuchamos como unos pasos, se acercaban a la puerta.

Agarré la mano de Mildred y la lleve hacía la pared que daba hacia el comedor, escondiéndonos. 

Vi, como salía mi abuelo a mirar si había alguien, y luego volvió a entrar al Despacho de mi Padre. 

-Eso estuvo cerca-dije, suspirando.

-Entonces... me va a explicar... ¿que sucedió?-dijo, mirándome. 

-Si, si, ven-la agarre de nuevo de la mano, y fuimos a la cocina. 

Me senté en la mesa que estaba en el medio de la cocina, y Mildred hizo lo mismo

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Me senté en la mesa que estaba en el medio de la cocina, y Mildred hizo lo mismo.

-Bien-susurro y suspiro, mientras la miro- mira, Mildred...esto nunca sucedió, ¿si?, se que lo que hice estuvo mal...

-¿Cual de todas la cosas, querida?-dijo interrumpiéndome-haber escuchado una conversación ajena, o que escuchaste una conversación ajena detrás de una puerta-me miro, sobre sus anteojos con ojos de regaño. 

-Las dos cosas-susurro- es que... -suspiro.

-Mmm... demasiados suspiros y ninguna respuesta.

-si, si, lo se... bueno es que...,primero escuche algo...bueno, varias cosas que no debí escuchar, y segundo, no estoy...muy segura de lo que escuche-dije, jugando con mis manos.

-Bueno, eso pasa cuando se escuchan conversaciones ajenas-dice levantándose y yendo hacia la heladera,agarrando unas verduras para luego lavarlas.

-lo se, lo se, pero es que... quería saber una vez por todas, ¿porqué había tanto enojo entre ellos?-dije, acercándome a ella.

-Y...¿encontraste la respuesta a tu duda?- dijo, cortando una cebolla.

-Pues...no-suspiro-encontré más dudas y veo que descubrí algunas mentiras-dije, agarrando una manzana. 

-Dudas y mentiras-susurra- bueno, en las familias siempre hay alguna que otra metirilla escondida por ahí-dice, sin importancia- y dudas, también. Hay cosas que uno, no debe de importarle. Y debe dejarlas allí...y dejárselo a los grandes-dice, encogiéndose de hombros y agarrando otra cebolla.

Cien AñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora