-Bien, pasa-dice, corriéndome una cortina y dejándome pasar.
-Permiso..-susurro, pasando por la ventana-¿estas...seguro...que es tu casa?-digo, mirando todo.
Estábamos en la casa de Christopher. Era realmente humilde, habíamos entrado por la ventana que daba al comedor y cocina, la casa era realmente chiquita.
Había unos cuadros colgados, algunos de ellos eran de bebés.
-Si, estoy seguro -dice, cerrando la ventana- es... que-se da vuelta y posa sus manos en su cintura-me... olvide las llaves-sonríe avergonzado.
-Ah..-le sonrió- ok...-sigo mirando al rededor.
-Bueno...puedes sentarte, ¿quieres...algo para tomar?-me corre la silla, para que me siente y va hacia la cocina.
-Em.. si, claro, ¿un jugo?-digo, sentándome.
-eh...-agarra la tetera- No... tengo jugo-dice y me mira.
-Mmm... bueno, un.. ¿Café?-lo miro.
Veo como se rasca la nuca y me sonríe.
-Tampoco tienes... ¿verdad?-le sonrió divertida.
-No...-susurra- Pe-pero, tengo... Té o agua de la canilla.
-Entonces...-lo miro sorprendida- un Té.... por favor.
-Té, será-me sonríe y pone la tetera a calentar, mientras prepara dos tazas de té.
-Y... ¿vives con alguien, aquí?.
-vivo con mi madre y mis hermanas-dice, buscando algo en las alacenas.
-Ah.. entonces... me imagino que esos bebés...son ustedes-digo, señalando el cuadro.
-Si-sonríe, mirando el cuadro- el bebé más guapo soy yo.
-¡Ja!, si, como no-me burló.
La tetera hizo ruido indicando, que el agua ya estaba listo, Christopher apagó el fuego y sirvió el agua en las tazas.
-Lamento, no poder ofrecerte nada para comer...-me dice,entregándome una taza-pero... es que no hay nada-susurra apenado y sentándose.
-No te preocupes-le sonrió tierna- ya... estas haciendo mucho, por mi. Y a penas me conoces.
Me mira.
-Es que confió en mi superstición
-¿Así?, ¿y cual es?-lo miro intrigada.
-Bueno... mi superstición, me dice que tengo que ayudarte-dice, tomando de su té.
-¿Ayudarme?, ¿A mi?...¿De que?.
-No lo se-se encoje de hombros- Ya lo averiguaré- me sonríe.
Lo miro sonriendo y luego tomó de mi té.
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Cien Años
RomanceEn el mundo,hay demasiadas historias, que nunca conoceremos. hubo guerras, que nunca se dieron a conocer. hubo amores... que nunca, pudieron llegar a ser. Jazmín, es una chica de veintiún años. Tiene, una mentalidad que para su época, no es muy bi...