Capitulo 26

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  Narrador Externo

Ella, entra por la puerta que da a un pasillo, con grandes ventanas y varios asientos al lado de varias puertas. Se veía pasar, enfermeras y enfermeros, pacientes y visitantes. 

La mujer, ve como se le acerca un muchacho joven con su vestimenta azul, era el enfermero. 

-Señora Robins, ¿como esta?-le sonríe. 

-Muy bien, ¿como... se encuentra?-dice, la mujer arreglándose los guantes, mientras miraba al muchacho. 

-Hay... días y días-le dice sincero-hoy, es... un día casi bueno-empieza a caminar junto a la mujer.

-Me alegro... ¿hubo... algún problema?.

-¿Desde su última visita?, Ninguna. Solo, preguntaba por usted y cuando volvería.

La mujer, no pudo evitar sonreír por tal comentario. 

-Bien-dice el muchacho, a punto de abrir la puerta- Suerte-le sonríe y abre la puerta- ¿Esmeralda?, tienes visitas-le dice, sonriendo. 

La habitación de la chica, tenia una ventana que daba al patio del lugar, una cama y una mesita de luz. 

La muchacha, se encontraba pintando un cuadro, arriba de su cama.

-¿Si?, ¿Quien?-dice, sin mucha importancia.

-Pase, señora Robins-dice, dejándola pasar y yéndose.

-Hola, mi amor-le sonríe.

-Hola-dice, mientras sigue pintando.

Elizabeth, la mira por unos instantes. Suspira, mirando todo el lugar,mientras se acercaba a Esmeralda.

-Volviste...con la pintura-sonríe.

-Si, pensé que no recordaría mis técnicas...y mírame-sonríe, apreciando su pintura.

-Creo... que es lo único bueno, que llegaste aprender en tus años de...de...-no podía terminar su frase.

-¿La calle?, no tengas miedo al decirlo-la mira- la calle, es mi hogar. 

-No digas eso...-susurra.

-Pero, es la verdad. Y me gusta, aceptar mi verdad-sonríe a medias y sigue pintando.

-Me alegro...que estés mejorando-dice, sentándose detrás de ella. 

Esmeralda, sonríe y niega con la cabeza.

-No lo estoy haciendo, mamá-sigue pintando. 

-¿De que hablas?-la mira confundida y preocupada- El enfermero dijo...

-Se...-la interrumpe-se...lo que dicen, los enfermeros-la mira.

-¿Como... que sabes?-la mira.

-Cuando le preguntas... ¿como esta?, te dicen...hay días y días. Luego, vienes y te dicen que hay mejoras.-mira un punto a la pared- Luego, en cada reunión... que haces te dan "medallas" de uno, cuatro, seis, hasta el año de que estas sobria. Luego, te sueltan y estas bien... por unos meses-susurra- y luego. Vuelves a caer-la vuelve a mirar- nunca, hay mejoras...mamá-se da vuelta y sigue pintando.

Elizabeth, no podía evitar que se le haga el nudo en la garganta, con cada palabra fría, que decía su hija. 

-Qu-que...-se aclara la garganta- que lastima, que pienses así-dice,lo más seria que podía.

-¿Porque, no te vas con tu familia, Elizabeth?-la mira, seria. 

-Tú, eres mi familia-la mira.

Cien AñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora