Not Everything Is Darkness TERMINADA

Cap19

Estaba enojado conmigo mismo. Mis hermanas no me llamaban, aunque, ¿a quién engaño?, ¿cómo iban a querer llamarme después de lo idiota que fui?. No volví en toda la mañana a casa, solo me quedé caminando por todo Seul. Miraba mi celular a cada rato, esperando que me llegara algún mensaje de JinHyung aunque sea insultándome, pero nada. Yo tampoco llamaba, estaba muy avergonzado como para hacerlo.

Quedé frente a una cafetería en la cual solicitaban empleado, pero ya estoy cansado de hacer todo mal, de que mis jefes maldigan mi vida por drogadicto, de que me juzguen por lo que hago. No es como que lo que hago está bien, sé que no lo está, pero al diablo con eso.. Es mi vida y es lo único para lo que soy bueno. Miré rápidamente la cafetería encontrandome con la mirada de una señora, pero no era una mirada cualquiera, era como si tuviera miedo, como si pensara que yo soy un mafioso. Hice un gesto con mi boca el cual probablemente la habrá asustado más y sin más que decir, di media vuelta y me largué de allí. Mi ansiedad subió así que caminé hasta un vagón vacío, me habían contado que allí vendían así que decidí comprar.

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Tenía hambre así que de mis bolsillos saqué algo de dinero y me compré unos fideos en uno de las tiendas de allí, unos fideos y una cerveza. Comía tranquilamente hasta que alguien vino a interrumpir mi momento de tranquilidad. Dos tipos, uno flaco y otro mas lleno, se acercaron a mi con unas sonrisas sádicas, yo sólo me quedé comiendo sin prestarles atención.

– Hola niño – parecían de unos cuarenta y algo – Lo pediremos de buena forma – apreté mis labios cuando sentí algo filoso tocar mi espalda – Danos tu dinero o este será tu fin – me dijo el mas lleno al oído –

Miré de reojo, la chica que estaba trabajando allí miraba para acá asustada.

– No llamemos la atención aquí señores, si quieren mi dinero se los puedo dar afuera –

Estos quitaron la navaja de mi espalda, agarraron mis brazos para levantarme.

– Al menos dejenme tomarme esto, ¿sí? –

Estudié todo, el que tenía la navaja era el más flaco, está bien. Agarré la lata de cerveza y en cuestión de segundos se la lancé al que tenía la navaja, luego agarré su brazo fuerte mente y lo golpee haciendo que la navaja cayera en el suelo.

– ¡Llama a la policía! – le grité a la chica quien enseguida asintió –

El tipo mas lleno estaba dispuesto a golpearme pero por suerte esquivé el golpe y lo golpeé yo en la cara. Me doblé, agarré la navaja y se la enterré en el brazo haciéndolo gritar. El otro corrió hasta donde mí y se me abalanzó encima haciendome caer con él encima mío. Gruñí de dolor al tocar el piso fuertemente. Enseguida el tipo golpeó mi cara y colocó sus manos alrededor de mi cuello para comenzar a asfixiarme.

Intentaba quitar sus manos de alrededor de mi cuello, menos mal que el otro tipo estaba sufriendo de dolor en el suelo. Estaría muerto si no fuera porque la chica que trabajaba allí golpeó al tipo con un florero noqueándolo. Yo lo tiré a un lado ya que me cayó encima y cogí mucho aire. Me levanté y patee en la cara al que era gordo noqueándolo también.

– ¿Está bien señor? – dijo la chica tímida, yo solo asentí –

Me recosté de la pared cansado y con dolor en mi cara. Escuché las sirenas acercándose así que suspiré aliviado pero luego recordé que andaba con una bolsa conmigo, ¡mierda!, probablemente me revisarían. Miré a la chica.

– No digas que me viste la cara. Sólo di que alguien les peleó y luego se fue – la chica asintió nerviosa –

Salí de allí corriendo con mi capucha negra, no quería que nadie me viera. Me alejé bastante aprovechando que  era de noche.

Quedé como en un parque, muy tranquilo, podías ver la luna desde ahí. Me senté en uno de los bancos, saqué un cigarro y un lighter y lo prendí. Absorbí el cigarrillo y luego expulsé todo el humo por mi boca y nariz. No había nadie aquí, solo yo y la soledad. Recosté mis brazos de mis muslos y me eché hacia al frente. Reí con ironía.

– De verdad que esta vida es una mierda –

Mi cigarro se acabó y no tenía ganas de otro más así que sólo tiré lo poco que quedaba en el suelo y me acosté en todo el banco mirando al cielo. Podía ver todas las estrellas. Recordé esa vez cuando JinHyung tenía 4 añitos que la llevé afuera en la noche mientras la mujer que se hacía llamar nuestra madre dormía y roncaba en su cuarto y nuestra hermana pequeñita dormía en el piso, no la podía despertar porque después lloraba y yo me jodía junto con JinHyung.

Hermosos recuerdos. Tal vez si papá nunca nos hubiera abandonado por aquella otra mujer nada de esto hubiera pasado. Nuestra madre nos hubiera querido. Recuerdo que ella nos daba amor cuando yo tenía 4 años, pero luego papá se fue y todo se fue a la mierda. Él se fue y nosotros pagamos, y todo porque mamá no era suficiente.

Comencé a reírme de mí mismo cuando sentí las lágrimas recorrer las esquinas de mi rostro. Estaba llorando por esto, que patético.... Pero, yo solo quería que alguien me amara. No estaba consiente si mis hermanas me amaban, o sea, ¡¿quién iba a amar a un gilipollas como yo!?. Alguien que lo que hace es meterse porquerías, estar en problemas y no puede proteger a sus hermanas.

– No puedo hacer nada, solo cagar las cosas más – recosté mi brazo de mi cara y así fue como terminé rendido en aquella banca –

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Desperté por el sonido de los pájaros jodiendo al lado mío. Cuando abrí los ojos literalmente había una paloma encima de mi pierna. Me moví bruscamente y salió volando, menos mal yo estaba limpio y no todo cagado. Miré a mi al rededor, había una que otra persona allí mirándome, seguro deberán pensar que soy un vagabundo. Le resté importancia y me levanté de allí, será mejor ir a mi hogar y descansar allá que quedarme otro minuto más acá afuera con las miradas de todos esto en mí.