Not Everything Is Darkness TERMINADA

Cap5

Estaba bregando en la caja mientras que JinHyung estaba en alguna parte del mercado comiendo ruffles. Yo en realidad estaba mirando Instagram ya que no había nadie aquí para atender. Solo habían aparecido dos personas nada más y eso fue hace como dos horas atrás. Eran las 1:20 pm. JinHyung y yo ya llevábamos aquí una semana trabajando y NamJoon estaba en lo de mesero, la mejor parte es que aún no lo han votado. No es que no tenga Fe en mi hermano, pero siempre lo botan, ya sea por su comportamiento o por lo que hace.

La campana de la puerta sonó haciéndome entender que alguien había entrado. Bloqueé mi celular y alcé la vista para ver quien era, sí, ni los buenos días doy, lo bueno de esto es que como somos las únicas aquí, además del señor Song claro, podemos poner nuestro propio orden. Me llevé una sorpresa al ver al grupo que había entrado el mismo día que yo conseguí trabajo. Estos se esparcieron por todo el mercado mientras que yo volví mi vista a mi celular hasta que vinieran a pagar.

– ¡Oigan, la última vez que estuve aquí puse todo los Starbucks!, ¿¡Dónde carajos están ahora?!–

– ¡Vocabulario Jinnie, hay gente! – gritó Song–

– Estos hijos de p..– no pudo terminar ya que Song volvió a gritar–

– ¡Vocabulario!, ¡además, hay mas cajas en la parte de atrás con cosas de Starbucks, colocalas ahí!–

– ¡Okay, pero que consté que me llevaré dos para casa!... ¡Y no me digas Jinnie viejo arrugado!–

Sí, una semana aquí y le cogimos cariño al Señor, aunque él y JinHyung se la pasan peleando. A ella no le gusta que él le diga Jinnie y a él no le gusta que ella le diga viejo arrugado. Fruncí el ceño por tanta gritería. Apreté mis puños para no soltar un grito cagandome en sus vidas, en ese mismo momento de enojo los chicos llegaron con unas cuantas cosas para cocinar, supongo, y dulces. Se reían, supongo que de las peleas.

– Buenas..– me sonrió un chico de pelo negro, el que había venido bien feliz la otra vez–

Por alguna razón su sonrisa era contagiosa, por un momento quise sonreirle pero no lo hice, claro que para no verme tan grosera hice una reverencia.

– Serían 55,000 wons– contesté ya cobrando todo, más empaqué sus cosas –

– Lo siento, creo que dejé mi billetera en la parte de atrás– corrió junto con el de pelo marrón a buscarla –

Los chicos se quedaron en silencio, un silencio incómodo el cual me comenzaba a fastidiar, hasta que desapareció a causa de JinHyung.

– Viejo arrugado– se acercó con una paleta en la boca– No me dijo que habían tantas cucarachas en ese cuarto asqueroso –

Ahogué una carcajada ya que esta tenía cara de horror y asco.

– Juh– se acercó a donde yo estaba, ignorando a los clientes, y agarró un dulce– Dile algo al viejo y te ahogo– me amenazó –

Alcé mis cejas en forma de burla mientras que JinHyung me daba la espalda, ahí mismo agarré una bola de pelota de esas de perro y la lancé a su cabeza dándole justamente en ella. Amo mi puntería.

– AJAJAJAJA– se giró de manera siniestra, creo que hasta asustó a los chicos–

Escuchaba los susurros de los chicos los cuales decían cosas como: "¿Qué les pasa a esas dos?" o "No las habíamos visto por aquí nunca". Yo solo reí, sí, me reí en sus caras.

– Llevo una semana aquí – respondí seca, JinHyung se fue dándome una mirada de muerte, no sin antes lanzarme la bola para atrás la cual me dio en la barriga – Su amigo se está tardando, deberían darle una mano en vez de quedarse ahí como momias – agarré un chicle y lo introduje en mi boca–

Los chicos no se movieron, sólo me miraban interrogantes. Alcé la mirada molesta pero la cambié cuando el chico alto de pelo negro y el de pelo marrón llegaron con la cartera. Este me extendió el dinero con una sonrisa avergonzada, yo le devolví el cambio y estos se fueron, no sin antes decir gracias. Sin embargo, el que me había dicho buenas al entrar, se fue dándome una sonrisa de oreja a oreja. Nunca había visto a alguien sonreír tanto en la vida, soy yo y ya tengo los cachetes entumecidos con solo fingir una sonrisa por un segundo.

Ya eran las 4:15 de la tarde. Le dije al señor Song que se fuera primero, que yo cerraba. Este se negó al principio pero después asintió y salió con JinHyung detrás quien aún le peleaba, bueno, se peleaban juntos. Song se fue al instante así que recogí el lugar un poco con JinHyung para así después salir y cerrarlo. Decidimos ir a comer a un McDonald que estaba bastante cerca. Allí entramos y ordenamos unos hamburger, bueno, al menos yo. JinHyung ordenó unos nuggets con papas y pepsi, yo pedí la misma bebida y un Mcflurry de M&M. Cuando nos entregaron la bandeja con la comida fuimos hasta una mesa para comenzar a comer. JinHyung empezó por los nuggets para dejar las papas para el final, yo empecé con el hamburger.

– Que rico, ya me hacia falta algo en el estómago – dije saboreandomelo. Miré las papas de JinHyung y fui acercando mi mano pero esta la golpeo–

– Ni te atrevas, zorra– reí y volví a lo mío–

Al terminar, recogimos todo y botamos las envolturas para salir del McDonald. Ya eran las 7:00 lo que quería decir que todo estaba oscuro excepto por los focos de luz que alumbraban las calles de Seúl. Solté un suspiro y me senté en la cera con mi hermana.

– No está para nada mal la ciudad– soltó mirando hacia el cielo– Creo que nos irá bien–

– Seh, yo creo lo mismo–

Si soy sincera no le encontré sentido a mis palabras, no sabía si lo había dicho por decirlo o porque realmente lo creía. Escuché como el celular de JinHyung sonaba lo que me sacó de mi trance, giré mi cabeza para ver quien era cuando noté que era una notificación de Facebook. Le hundió y al instante apareció un vídeo de un tres chicos golpeando a otro. Me paré al instante al ver que el chico al que golpeaban era NamJoon.

– ¡¿Dónde es eso!?– dije desesperada–

– Más abajo de aquí – se paró rápido y ambas comenzamos a correr, yo al menos siguiéndola a ella–