Cap3

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Ya era de madrugada, ¿cómo lo sé?, pues JinHyung no cerró la ventana bien y la claridad entraba por esta. Me levanté de la cama con pereza, eran las 10:15 am. Mi hermana aún no despertaba. Me acerqué a su cama y noté que al lado de esta había una gran botella de soju. Podía escuchar claramente algunos ronquillos de su parte. "Juh" fue lo único que solté, tampoco quería reírme fuerte para despertarla. Alisé mi ropa ya que estaba algo arrugada por dormir, caminé hasta la cocina, abrí la nevera y no había absolutamente nada.

Fruncí mi labios. No tuve otra opción mas que salir de mi habitación y tocar  la puerta de la habitación de NamJoon para que abriera. Este soltó un "Mmmm" con un tono cansado. Suspiré.

– Necesito dinero para comprar comida – no escuché ningún ruido– ¿Estás vivo?– esa pregunta quedó confirmada cuando unos 120 dolares fueron pasados por debajo de la puerta–

"Perfecto" fue la única palabra que pasó por mi mente. Caminé hasta mi habitación de nuevo, entré, me coloqué un abrigo y me hice una coleta de caballo. Agarré mi celular y audífonos y los eché en el bolsillo del abrigo junto al dinero. Antes de irme escuché un gruñido de JinHyung el cuál me hizo voltearme.

– Mmmm– movía su mano en forma de que no me fuera– ¿A dónde vas?– dijo toda adormilada, esbocé una sonrisa –

– Solo iré a comprar comida, volveré enseguida. Nos vemos–

Salí de la habitación escuchado el "Okeeeeee" con tono flojo de JinHyung. Caminé hasta el ascensor, le hundí al botón que tenía el número uno y este comenzó a bajar. Al llegar a la planta baja las puertas se abrieron y yo salí. Caminé por un pasillo largo, luminoso y frío hasta llegar a la sala principal. Todo el mundo estaba algo, no sé, como vestidos de manera cálida mientras que yo seguía con una cara de muerta, se me había olvidado lavarme la boca por lo que me compré unas mentas, tenía un abrigo grande color negro, un short de dormir gris, unas medias blancas hasta la rodilla y unas pantuflas muy cómodas.

Mucha gente se me quedó mirando de manera extraña, como si yo fuera un tipo de Alíen o algo por el estilo. Mi ceño se frunció al ver que muchas personas no dejaban de mirarme, eso me molestaba. Salí de aquel hotel quedando en una de las calles de seul. Rápidamente inqué mis brazos en el bolsillo del abrigo y agaché mi mirada. Cuando quedé frente de la tienda, la cual no sabía que estaba ahí (simplemente me la encontré), entré. El lugar estaba callado, era algo grande, pero no había mucha gente lo cual me agradó mucho.

Rápidamente un señor muy amable me dio los buenos días, así que hice una pequeña reverencia y dije lo mismo. Él señor se me quedó mirando desde que comencé a caminar por los pasillos buscando que comprar, tal vez tenía pinta de alguien que roba, pero para eso tenía dinero. Pasé al área de comida, agarré algunos ramen y los eché en el carrito de compras entre otras cosas más. También compré algunas cosas para la casa. Comencé a caminar con él carrito hasta la caja, donde uno pagaba las cosas. Me acerqué ahí. Solo había una mujer con su hija pagando varias tonterías, así que saqué mi celular. No duré ni 5 segundos ya que no había nada interesante en facebook.

Bloqueé mi cel y miré un papel pegado a la pared cerca de la caja el cual llamó mi atención, pues decía "Se solicita empleado. Favor de llamar al 787-345-5678 si está interesado en el puesto". Cuando la señora terminó, agarró sus cosas y se fue yo me acerqué y procedí a colocar mis cosas para que el señor las cobrara. Justamente cuando estaba guardando las cosas alcé mi mirada para preguntarle al señor sobre el puesto.

– Am, disculpe – sí, yo tengo modales, algunas veces– ¿Aún no hay nadie con el puesto?–

– No– rió con vergüenza – Al parecer a los jóvenes de hoy en día les avergüenza un poco servir en caja–

– Mmm– lo miré. No pude evitar notar que desde que llegué a este lugar lo he visto a ese señor sólo lo cual me hacía creer que él trabajaba aquí sin nadie más, así que tuve que preguntar– ¿Alguien lo ayuda aquí a usted?– cerré la última bolsa–

Negó – Este lugar lo han llevado mi familia desde años, ahora es mi turno. Lamentablemente los otros de mi familia no estaban dispuestos a ayudar, así que solo quedo yo. Yo soy el que pone todas las cosas aquí y el orden–

Se veía como un señor muy amable. Ahora que lo pienso, no tengo planes de entrar a la universidad, mi vida de universitaria no duro ni 6 meses. Creo que, al fin y al cabo, no estaría mal tener un trabajo.

– Estoy interesada en el puesto– dije muy segura, viendo como al señor de unos 58 años se le iluminaban los ojos– Soy nueva en esta ciudad y creo que sería bueno tener un trabajo. Este lugar se ve muy tranquilo. Puedo acomodar las cosas y estar en la caja, no sería una molestia para mí – le sonreí dulcemente al señor–

Por un momento creí que el señor del mercado iba a llorar lo que me puso nerviosa. No sabía que hacer cuando alguien lloraba, no era lo mismo si era mi hermana.

– Sabes..– se secó las lagrimas– En mis 33 años trabajando aquí eres la segunda persona que acepta el puesto–

Wow, muy joven. A los 25 años, aunque yo tengo 20, no es la gran cosa después de todo.

– ¿Quién fue la primera?– pregunté curiosa, agarrando un dulce y colocándolo en la mesa para que el señor me lo cobrara también –

– Un chico, pero se cansó porque decía que no era justo que no recibiera mucho pago– bajo la cabeza– Sabes, no recibo mucho. Si trabajas no ganarás tanto– dijo entre avergonzado y triste–

Solté una pequeña risa.

– Nunca he ganado tanto en mi vida, estaría orgullosa de hacer algo hútil en mi vida, señor. No se preocupe. Estaré aquí mañana a las 8:15. Por lo visto esto abre a las 8:10, sería un placer ayudar–

– Gracias– mi celular comenzó a vibrar pero lo ignoré – ¿Cual es su nombre señorita?–

– Me llamo Kim Myeong, ¿y usted?–

– Soy Song JiHo– miró los dulces– Lleveselos, tómelo como regalo– me sonrió amablemente–

Guíe el carrito hasta la salida, era mucha compra, no podía cargarla yo sola. Al abrir la puerta de salida un grupo de 6 chicos entraron. Uno tenía el cabello de un color rojizo/marrón y era bajo, otro lo tenía algo gris/azulado y era bajo también, otro era de negro y era bastante alto, el que estaba atrás del de pelo negro lo tenía de un color marrón oscuro y estaba comiendo chocolates, después estaba el que estaba atrás del que estaba comiendo chocolates, ese lo tenía negro al igual que el que estaba al frente del chico que comía chocolates, y por último, el que entró tirándose fotos, ese tenía el pelo más largo que los otros y lo tenía de color rojo.

Me les quedé mirando con el ceño fruncido, el de pelo gris/azul la notó y me miró extrañado, yo solo ignoré su mirada, me despedí del señor por segunda vez y salí de allí.

Not Everything Is Darkness TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora