Lo Trivial

Capítulo 8

Shaw

«Es linda». Pensé, y obviamente confesé con mi voz propia.

—¡Reacciona!—literalmente le había dado una cachetada. El joven aludido lo miró con asombro, no sólo le había provocado confusión y asombro, le había provocado un dolor en su mejilla izquierda

—No entendí.

—¿Te gusta mi prima? 

Sobé mi mejilla. Al menos no estábamos en la calle ni nada, estábamos en mi casa tomando un café caliente que apenas había acabado de preparar. Me molestó el hecho de que me había golpeado, aunque no sé porque en realidad lo había hecho. Podían ser varios motivos, o estaba molesto porque me gusta su prima, o porque... No sé ni porque más pueda ser.

—Si, ¿algún problema con eso? —Carlos le volvió alzar la mano, aunque esta vez era jugando, pero el chico que le había confesado que gustaba de su prima, no lo tomó así —¡No!. ¡¿Qué te pasa?!

Vi como mi amigo reía. No me pareció divertido, lo invito a mi casa a tomar café, para hablar sobre nuestras privacidades y con eso me sale. «Que buen amigo, y uno de los mejores.»

No parecía estar de acuerdo de que me gustara su prima, según él, pero creo que lo hacía para no olvidarme de él. Según que cuando uno entra en una relación, significa estar siempre pendiente de esa persona, es decir, no quería que lo abandonara por su prima.

Ahora esta vez la cachetada se la di yo; era un completo idiota si creía que dejaría de juntarme con él, o con los demás sólo porque me gustaba su prima.

—¿Por qué me golpeaste?

—¿Cómo preguntas eso? —alzó una ceja —. sólo te dije que me gustaba, no estaba pensando en tener algo serio con ella.

—¿Ah no?

—¡No! —negó divertido —. Hermano, ¿crees que te dejaría sólo por estar con una chica?

—¡Más respeto hermano! —lo señaló —. Es de mi prima de quien estás hablando. Y para tu información, yo era tú y aprovechaba en estar con ella.

Juro que no lo entiendo. A veces creo que me arrepiento de tener amistades como esta, sólo se vuelven un problema con el avance del tiempo.

Ya llegó un momento en el cual me callé, ya estaba obstinado. Me dirigí a la nevera con un vaso para servirme un poco de agua, de repente esta conversación me había dado sed, sentir la boca seca me dejó tan mudo que no podía ni mirar a mi amigo a la cara. Me senté segundos después cuando decidí dejar el vaso de agua en la mesa.

Dice que le molesta que me guste su prima, luego me dice que tener una relación es un problema, y ahora me dice que esté con ella. Me pregunto como es que llegamos a ser tan inseparables, lo considero mi hermano, a él y al grupo, hasta a los nuevos los quiero, y apenas llevábamos dos semanas conociéndonos.

Los nuevos eran muy observadores, pero habían demostrado ser compañeros leales. Helena era aplicada, pero podía demostrar ser divertida; Sam era reflexivo y algo inseguro; Simón era serio, pero tenía su sentido del humor; y Kevin, bueno, el había demostrado ser él, era demasiado precipitado y divertido, para casi todo tenía un comentario divertido.

—¿Y ahora de qué estás hablando? —insinuó el chico confundido

—Que te aconsejo que empieces a salir con ella. Harían linda pareja, ella le hace falta novio. Mi tío hasta le exigió un novio el año pasado —rió cómico —. Dijo que le preocupa que sea lesbiana.

—No puedo salir con ella, si ella no quiere.

—¡¿Pero si ni siquiera le has preguntado?!