Mi Despedida de Soltera [DRAMIONE]

Capitulo I

「 ❝ ℛ ❞ 」

POV Hermione

¿Dónde estoy?

Me pregunto a mi misma al no reconocer nada de lo que estaba a mi alrededor.

Esta definitivamente no es mi habitación.

Mis ojos comienzan a adaptarse a la oscuridad de la habitación y me levanto observandolo todo, como si estuviera esperando que todo fuera una pesadilla y amaneciera enrollada en las sábanas de mi cuarto. Me inspecciono y noto que estoy completamente desnuda.

El pánico se adueña de mí mientras uno los puntos.

Yo, desnuda, en una habitación que no conozco, ayer fui a una discoteca con mis amigas...Mierda.

Encuentro mi vestido que usé la noche anterior tirado en el suelo.

Mierda, mierda...¿Qué tontería hice?.

Me sobresalto al sentir movimiento en mi lado izquierdo.

Volteo mi cabeza lentamente hacia mi costado con los ojos cerrados, temiendo encontrarme con algo de lo que pueda arrepentirme. Mis sospechas son afirmadas al ver un hombre durmiendo a mi costado.

—AAAAAA!—grito a toda voz, aterrada por encontrar a un chico en la cama.

Al parecer mi grito lo asusta tanto que se cae hacia el suelo.

Escucho un quejido que proveniente donde se había caído.. Aprovecho su caída para taparme por completo con la sabana.

Unos segundos después se levanta un chico de rubio mirandome con enojo. Tal vez no le agradó despertarse de esa forma.

Lo observo detenidamente fijándome en cada detalle de aquel hombre, su cabello rubio platinado y aquellos ojos plateados observándome con disgusto al despertarse con mi grito.

—¿Qué demonios te sucede?—me responde enfadado agarrándose la cabeza mientras se levantaba del suelo.

Al parecer aún seguía anonadada con la belleza de su rostro. Ya que ninguna palabra sale de mi boca.

Se levanta y veo que está igual que yo.

Desnudo.

Mis mejillas comienzan a calentarse a medida que mis ojos viajan por todo su cuerpo, seguramente entrenará en el gimnasio bastantes horas, y estallo en colores al ver su masculinidad en toda su gloria.

El chico que tengo enfrente es 100 veces mejor que Ronald.

Él, al ver que me quedo atónita admirando su cuerpo esboza una sonrisa burlona. Inmediatamente me tapo los ojos.

—¡Por el amor de Dios! ¡Tápate!—le grito lanzándole una almohada. Con mi rostro ardiendo en vergüenza, no quiero imaginarme lo que...¡Ay por Dios!

—Que escandalosa, ayer no parabas de verlo—lo escucho decir y luego unos pasos alejarse junto con el cerrar de una puerta.

¿Se fue?

Eso no me importaba, solo deseaba salir de aquel lugar.

Comienzo a recoger todas mis pertenencias e intento salir del cuarto a hurtadillas para no toparme con él otra vez.

—¡Hey, tú!—lo escucho gritar pero no detengo mi salida sino que comienzo a dar zancadas hasta la puerta. Antes de tomar el picaporte de la puerta—¡Te estoy llamando!

—No recuerdo llamarme "Tú"—le respondo mirándolo a los ojos. Un gran error, quedo hipnotizada por aquellos ojos grises. Aquellos ojos que estan mirándome con lujuria y diversión.