Joel llega a la casa de Zabdiel, necesita platicar con su mejor amigo–Estoy muy muy enojado contigo Pimentel– dice cuando abre la puerta
–No Zabdiel, no me regañes tu también. Mamá y mis hermanos me regañaron y nadie me habla– comenta sentándose en un sillón
–Yo también voy a dejar de hablarte si sigues con tu actitud de estúpido. Joel hace una semana te enteraste de que ibas a ser papá y no has ido a visitar a Erick, para nada. Estoy seguro de que ni siquiera has notado que esta faltando a la escuela
–Entiendeme, no estoy listo para esto
–Te entiendo, pero entiedolo a él tambien. Tiene dieciséis años y esta esperando un bebé, hace casi nada se convirtió en hombre lobo. Y tu lo dejas solo, eso no esta bien
–Es que tengo miedo– murmura bajito porque le da pena que su amigo lo escuche
–¿De que?
–¿Y si Johann se llega a enterar de que Erick esta esperando un bebé?¿Y si quiere hacerle daño ambos?...¿Y si no soy un buen padre?– pregunta con las lágrimas resbalando por su rostro
–Oye, si Johann llega a intentar algo con Erick o con el bebé, todos nosotros nos vamos a encargar de matarlo. Vas a ser un gran padre, eres un buen Alfa y eso es como ser un padre.
–Te quiero Zab– comenta abrazandolo
–También te quiero– aclara sonriendo
[...]
El rizado esta parado afuera de la casa de Erick, esta nervioso
Toca la puerta y espera a que abran. Es Erick
Esta comiendo helado y sus ojitos están rojos
–Joe– pronuncia con un nudo en su garganta
–Er, ¿puedo pasar?– pregunta mirandolo. Y puede ver como su pancita ya esta más grande
El ojiverde asiente, le da pena porque esta vestido con una ropa vieja y tiene unas ojeras enormes
–Yo, quiero hablar contigo, me porte como un estúpido al salir así de tu casa y al dejarte solo esta semana. No estoy preparado para esto, tener un bebé es una responsabilidad muy grande...
–Entonces no quieres tenerlo– afirma interrumpiendolo
–No, no me mal entiendas. Si quiero tenerlo, y voy a hacerme responsable, porque esto fue un error de los dos
–El bebé no es ningún error, si tu lo consideras así entonces vete de mi casa, y no nos busques.
–Erick, yo no quise decir eso. Entiendeme tengo dieciocho años
–No, entiendeme tu a mi, tengo dieciséis. Obviamemte esto no es lo que quería para mí
–Voy a hacerme cargo de ambos– dice comenzando a desesperarse
–No lo necesitamos, gracias. De verdad, el error y yo vamos a estar bien. Puedes irte de mi casa– indica señalado a la puerta
–Si esa es tu desición esta bien, pero si necesitan algo no me busques
El ojiverde lo ve salir y comienza a llorar, de verdad pensó que Joel iba a estar feliz.