Tony se encontraba interesado en mi, todos los días mandaba mensajes aunque yo ignorara a la mayoría, pues no me interesaba conversar.
Durante los horarios de clase, escapaba y escondía en los edificios más solos del plantel donde asistía, me dedicaba a dibujar y leer, un poco de lovecraft, Oscar Wilde, Stephen King, solo algunos de mis favoritos.
Mis dibujos eran la prioridad durante clases y en casa, buscaba encontrar la silueta perfecta, mi pequeño trauma en un inicio fue la femenina, pero cuanto logré perfeccionarla, continué con la masculina y ahí apareció mi interés, marcar cada músculo de su cuerpo en diferentes posturas, era fascinante.
Unas semanas después de conocer a Tony, recibí un mensaje como otros días, en varias ocasiones me invitó a salir ¿una cita? jamás tendría ese interés por él u otro, pero esta vez fue diferente, me convenció por la única razón de su droga mágica, había ocasionado en mi una sensación misteriosa que deseaba repetir.
Estacioné mi escarabajo fuera de su casa, se encontraba en espera de mi llegada, bajé del auto y caminé hacia la entrada.
-¡Hola!, que bueno que aceptaste venir- exclamó emocionado e intentando saludar de beso en mejilla
-Hola- respondí sin interés a contestar su saludo corporal.
Regresó a su posición inicial y me ofreció el paso, caminé hacia la entrada
– nos la vamos a pasar genial- como siempre, solo sonreí y continué el paso.
Esta ves me dirigió hacia su patio, tenía una manta acomodada sobre la maleza, bocinas alrededor, a un lado se encontraban algunas botanas, soda de cola, vino y hielo, además de unos vasos de plástico transparente. Eran las ocho de la noche, así que había anochecido.
-Hoy será diferente, estoy seguro de que lo disfrutarás- caminó hacia la manta, se sentó sobre ella de piernas cruzadas
-Acompáñame- dijo sonriente.
Parecerá tonto, pero era la primera vez que alguien hacía algo por mi, me intrigó, caminé hacía él y acompañé.
-¿Y bien?- pregunté de forma seria
-¿Que?-
-¿Donde está el hitter?-
-¡Ho! Por supuesto, lo prometí- lo sacó de su bolsillo y lo prendió con su encendedor morado.
-lo rellené para ti- dijo mientras lo entregaba.
-¿Has probado el vino antes?- tomó la botella que se encontraba a su derecha para abrirla
-Nunca he tomado algún tipo de alcohol- inhalé del hitter
- Te gustará este, es barato pero no deja de estar bueno- Llenó de hielos los vasos, acercó el vino y lo sirvió hasta un tercio de ellos, seguido agregó soda de cola, los levantó y ofreció uno
- Prueba -
Lo probé, una bebida dulce y gaseosa, el vino le daba un pequeño toque agrio delicioso
– Me gusta- respondí en aprobación.
Reprodujo una lista musical que llevaba en su celular, una combinación de música tranquila. Nos recostamos en la manta y disfrutamos de la noche, las estrellas, la luna llena hermosa y resplandeciente. El ambiente causó una relajación a su lado, hice por primera vez lo que nunca había echo antes, compartir mis intereses.
Hablamos de nuestros gustos musicales, dibujo y autores, compartimos gustos, a ninguno nos gustaba socializar, salir con otras personas.
– Sabía que había algo especial en ti en cuanto te vi- dijo mientras continuábamos observando las estrellas, en ese momento comencé a tener unas ansias de comer, me senté de inmediato
– Tengo hambre- él repitió el movimiento, giró a su derecha y abrió una bolsa enorme de frituras
– Por eso nos acompañan estas delicias – las colocó entre los dos, nos recostamos y continuamos observando las estrellas mientras comíamos.
En un momento durante nuestra relajación, él bajó su mano izquierda y tocó la mía, habrá sido el estado en el que me encontraba pero no me molestó, pasaron unos segundos y giró hacia mi, quedando cara a cara, con su mano derecha acarició mi mejilla izquierda, se acercó y delicadamente recibí un beso.
Sentí sus tiernos labios, mi primer beso...
Después de un tiempo, como la primera vez, me retiré, nada más pasó entre nosotros, pero el beso me causó una pequeña sensación, de ¿satisfacción?, comenzaba a sentir algo extraño por Tony, pero aún no sabía que era.

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Nuestra oscuridad
Lãng mạnLisa tiene un pequeño secreto, un secreto oscuro, el cual la lleva al clímax cada vez que tiene la oportunidad de alimentarlo. Ella nunca ha buscado la interacción con otras persona, no ha propósito, hasta que por causas del destino, aparentemente...