Curiosidad de un idiota.

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— ¿Porqué miras tanto a Todoroki? — Preguntó Kirishima a su mejor amigo, desde hacía unas semanas había notado que este se le quedaba mirando al bicolor en las clases, no es como si no tomará apuntes, pero cuando los terminaba, lo miraba como si fuera lo más interesante del mundo.

— ¿Qué te importa?. — Sonó irritado, mas no enojado, Kirishima no era la primera persona que le había preguntado eso. Kaminari lo había hecho, Deku lo hizo, y media escuela lo sabía.

— No es normal, eso es todo. — El lápiz de Bakugo sufrió las consecuencias, pues lo rompió por la fuerza que aplicaba sobre este para no romperle la cara al de hebras rojas, que sólo atinó a tragar saliva por entender lo ocurrido.

Las clases pasaron normales, hasta que llegamos al club de artes marciales, donde les explicaron que harían para el concurso. En este año, iban a hacer poses con toques artísticos. Un ejemplo, Bakugou podía hacer un sinfín de movimientos para evitar que una explosión de harina le llegase.

Todoroki se pasó de lanza, porque mientras esquivaba unas leves llamas de fuego, dejaba salir cubos de hielo en las mismas para crear un singular efectos que terminaba en agua tirada por todas partes. No podemos decir cuáles serán tomados en consideración, pero era seguro que Todoroki estaría.

Pasado el tiempo hasta la salido, podíamos ver algo peculiar.

Kacchan esperaba a alguien en la puerta de la actividad extraescolar que tomó, aquello no pasó desapercibido para nadie; cuando cierto chico de cuerpo tonificado y ojos de un color diferente cada uno se acercó, este entró directamente al salón, sin mirar a nadie más.

— Bakugou. — Saludo el que recién entro al salón que llenaba sus fosas nasales de olores placenteros, dejo sus cosas en el lugar que le tocaba y saco los ingredientes que les pidieron para organizar un gran pastel.

Bakugo llevaba lo suyo, pero no se le notaba del todo feliz. Eso le causaba curiosidad a Shouto, es decir, ¿Quién no ama recrear la más hermosa repostería? ... Ah, cierto, Deku odiaba tener que ayudarlo con eso de cocinar por no ser muy bueno.

— ... Tienes el pantalón muy apretado. — Ah, ¿Enserio la rubia se tomó el tiempo de darle a resaltar ese detalle? ... Oh vaya, esto es inesperado para alguien muy torpe socialmente como Todoroki, que sólo atinó a sonrojarse y tratar de ver si aquello era cierto.

Y diablos, sí que el chico tenía razón, ni quién lo viera de esa manera. Ahora comprendía porque se le quedaban viendo en ciertos lugares, era simplemente raro que alguien como él tuviera ese tipo de ropa.

Es ... Raro.

— ¿Gracias por avisar?. — Dios, ni que decir ante algo tan, pero tan vergonzoso como ese tema.

— ¿Porqué me agradeces?, No es como si me agradaras. — Ah, se le olvidó, era amigo de Midoriya, y Bakugo era el depredador alfa que acechaba al pobre peli verde de manera excesiva. Debía medirse, pues no sabía que métodos usaría el musulmán contra alguien de su calibre.

La maestra llegó, comenzó la lección con otros estudiantes que no era capaz de reconocer correctamente. Hacían un pastel sencillo de chocolate, bastante sencillo a decir verdad, cuando puso al horno la mezcla, no pudo evitar ver a Todoroki.

Cielos, si que era un espectáculo verlo, se movía tan ágil, rápida y elegantemente hacía cualquier espacio de su lugar de cocina, el olor de su pastel era tan embriagante que se le antojó. Le puso una capa de glaseado de chocolate blanco, una fresa en el centro acompañada de unos kiwis y un bordado de crema batida bastante estético.

Shouto Todoroki sería un buen esposo, su pareja no tendría que preocuparse de cocinar, pues el lo haría sin problema ... Por no mencionar que es sexy, daba igual que era odiable, pero sexy ... ¿Acaba de decirle sexy a un chico?.

El sonido de un cronómetro sonó, el rubio saco el pastel, hizo la gloriosa prueba del cuchillo, al ver que estaba bien, lo saco de la charola como pudo y lo decoro de manera pobre. Glaseado de piña, letras de chocolate mal hechas, kiwis y duraznos sobrando; al lado del de la quemadura, se quedaba corto en cuanto a la presentación de su pastel tan mal hecho.

— Veo que todos tienen su pastel, procederé a hacer una actividad interesante, intercambiarán su pastel con otra persona, está lo probará y dará su opinión al respecto. Es todos con todos, sin excepción. — Esa maestra debía ser amiga de la bruja esa.

No sabía con quién comenzar, pero se dió cuenta que no debía, pues llegó el que hizo el pastel más estético a su lugar.

— ¿Quieres comenzar la actividad? — Siendo honesto consigo mismo, tenía ganas de devorar ese hermoso pastel.

— Ni siquiera preguntes!. — Le dió un mordisco a un pedazo al servirse con un cuchillo una pieza, colocándola en un plato cualquiera. Por dios, sí que sabía a chocolate, sentía ese sabor concentrado a la medida perfecta sin ser molesto, pero el chocolate blanco lo arruinaba, pues hacía el sabor repetitivo y eso no le gustaba.

— Está bien idiota, pero no te pases con el chocolate. — Vió una amigable sonrisa en más experimentado del club, eso le hizo aumentar su ego.

Pero tan pronto vio que el suyo iba a ser juzgado, sintió que se bajaba del trono, y eso lo odiaba. Le gustaba que el mundo girará en torno a él, ¿Y qué?, no puedes demandarlo por eso, sociedad.

— Aunque no me guste la piña con el chocolate, te las arreglaste para que no se sintiera mal, de hecho, me gustó. Eso sí, tú consistencia es muy seca y dura, eso mejoralo. — Tan elegante, vomitaria por ese lenguaje tan horrible que usaba con un bonito tono de voz grave, pero agradable al oído de alguna forma.

— †‡† —

— Todoroki, hay algo que me gustaría preguntarte. — El de cabellos blancos con toques rojos detuvo su andar para ver a su amigo más cercano, Izuku Midoriya, que parecía bastante nervioso por lo que iba a preguntar. No debía tener miedo, ambos se tenían bastante confianza.

— ¿Qué es?. —

— Tú ... ¿Tú y Kacchan son amigos?. — El de hebras verdes pecoso debía admitir algo, estaba celoso ante la posibilidad de que el musulmán alejara a Todoroki de él. No es que odiara al rubio, sólo que su relación era complicada, es decir, no eran amigos pero, se soportaban.

Tal vez siga queriendo recuperar su amistad con la bomba andante, pero no dejaría que la misma le quitará su oportunidad amorosa con alguien realmente amigable como lo es ese chico de cabellos bicolores.

Su madre en el psiquiátrico, su padre casi nunca en casa, sus hermanos trabajando. Diablos, la vida de Shouto y el como la manejaba fue uno de los motivos para que comenzará a amarlo, como tenerle admiración.

— Sólo me llevo bien con él durante cocina, es decir, no me dice "Bastardo mitad-mitad". — Ambos rieron por lo dicho, era cierto que Bakugou tenía un sobrenombre para cualquiera que conozca. Con decir que llama al pobre de Kaminari "Pikachu", y a Kirishima "Piedra sentimental".

— ¿Qué llevas ahí?. —

— Es un pastel de base de chocolate que hicimos, falta un cuarto debido a que hicimos una actividad interesante. Teníamos que dar una crítica a un pastel, y recibirla. — Tal vez sea algo raro por parte de Todoroki, pero apesar de que el pastel de Bakugou no fuera del todo suave, le había gustado el sabor y se le impregnó en la boca de alguna manera. Vaya, ese rubio tenía bastante potencial en este campo.

— ... ¿Puedo?. —

— Seguro, hoy me quedo a dormir en tu casa. — Shouto se quedaba a dormir ahí por varias razones, en este caso, por pura diversión y pasarla bien. Otras veces para no pasar frío en caso de que su padre lo echara como perro de la casa, o tener un ataque de nervios por convivencia con su madre, aveces por qué aveces no tenía ingredientes para hacer alimentos básicos.

Realmente esos dos son buenos amigos, pero algo, o alguien, iba a cambiar eso por mero capricho. ¿Y eso?, una respuesta conformada por una palabra, obsesión.

"Me niego" (Bakutodo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora