Después de ese beso tan repentino, Alonso solo formó una linea en sus labios y con un sonrojo excesivo miró de reojo a su amigo quien solo le sonreía, si bien dejaba que el lindo francés le besara en privado ¿por qué no hacerlo enfrente de su mejor amigo?. Por más que el castaño quisiera borrar esa escena de la memoria de Bryan eso nunca sucedería ya que este no dejaría ir tan fácil una oportunidad de poder hacer bromas y enfurecer a su amigo, Jos por su parte estaba realmente feliz. Al conocer al chico de ojos azules pensó que el idioma sería un total problema para desarrollar mas haya de una amistad pero las circunstancias fueron piadosas de él. Vivir en México fue una de las mejores decisiones de su vida pues no siempre se encuentra la persona correcta.
1)- tu ne sais pas à quel point je voulais vivre un moment pareil -sonrió y acarició tenuemente la mejilla sonrosada del castaño.
-¿Y bien? ¿Qué día agendo para la boda? -dijo con burla el amigo de Alonso.
El ojiazul solo lo miró de mala gana y salió de su habitación, no sabía que rayos pasaba ni mucho menos que habían dicho esos dos pero lo que sí le importaba y mucho era si lo que Jos y Bryan habían hablado le involucraba a él. Al bajar por las escaleras se topo con unas maletas con varias pegatinas en ellas; unas de España, Argentina, Los ángeles y Francia. El entrecejo de Alonso se remarcó haciendo notoria su duda de quien había llegado esta vez, su experiencia con los extranjeros no era mala pero tampoco fue muy grato dar tu primer beso a un total descosido.
-¡Querido Alonso!
El castaño volteo al escuchar su nombre y en ese momento quería que la vida le dijera que había hecho mal. Layla era la sobrina del ojiazul y para su suerte era casi de la misma edad que él solo con la diferencia de que Layla era dos meses menor que Alonso pero aun así siempre de pequeños les celebraban por igual y el mismo día.
-Hola Layla -dijo desganado y sin humor, la voz chillona y sus gritos le hacían querer cortarse las orejas.
-¡Pero mira que...bajito estás! -alagó al castaño mientras lo tomaba por los hombros. - cuando volví a Barcelona creí que ibas a cambiar al igual que yo pero...veo que no todos tenemos la misma suerte.
La sonrisa hipócrita que Layla tenía en sus labios no era para nada linda y su labial exagerado le resaltaba el grosor de estos.
-Tienes razón, no a todos nos dan la oportunidad de gastar miles de pesos en plástico y silicon -sonrió tiernamente- algunos nacemos con las medidas exactas y no tenemos que corregir ninguna...abominación.
Su sonrisa a comparación de Layla era mas encantadora y forzada, no por nada su madre le compraba ropa que le hiciera resaltar esas hermosas facciones naturales que el pequeño Alonso tenía. Por obviedad su sobrina no se lo tomó bien y solo lo miró con enojo y gritándole internamente, ya que el ojiazul era el consentido de su abuela y si esta se enteraba de que le habían gritado o insultado podía convertirse en el peor de los enemigos en un solo abrir y cerrar de ojos.
-Layla, deja a mi niño en paz y mejor vete a la sala -dijo la abuela de ambos y abrazó a Alonso haciendo que su cabeza quedara recargada en su hombro- en un momento mas Alonsito nos cantara una canción muy linda y quiero que todos estemos presentes para escucharla.
Refunfuñando Layla se fue a la sala y se sentó con brusquedad, odiaba que su abuela siempre hiciera diferencia entre ella y su tío-enemigo. Recargó su brazo en su rodillas y dejo reposar su mentón en su palma, ya estaba ahí y no podía irse hasta que llegaran sus padres.
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¡No hablo Francés! -|J.V|
Fanfiction- Veux-tu être mon petit-ami? -¡Joder, que no hablo francés! Parte #1 CursiPeroJalonso©