08- El Padrino
Nick limpió el cuchillo con una pequeña toalla de cocina. No porque la sangre le molestara, sino porque consideraba que el reluciente metal era mucho más intimidatorio que el opaco color carmesí; también, la acción misma de limpiar el cuchillo de forma serena crearía suficiente impacto para aflojar aquella ultima lengua. Esta era la tercera parada de la noche, y aun no obtenía las respuestas que deseaba, que necesitaba. Aún estaba muy lejos de conseguir su venganza. Sabia hacia donde apuntaban las pruebas, pero no podía matar a toda una organización, a más de cien o doscientos delincuentes; sabía que todo el maldito trafico incluía a altos funcionaros y algunos poderosos empresarios, principalmente de farmacéuticas... pero todos esos solo eran proveedores, facilitadores, guardias, inversores... no era lo que estaba buscando. Un solo nombre había dado la orden, un solo sujeto había decidido esa noche acabar con la vida de Judy Hopps. Y quería ese nombre a cualquier costo.
-Ahora es tu turno- dijo Nick pateando el cadáver de un lobo de la silla cercana para dejarlo caer al suelo sin ningún decoro o preocupación- ¿Quién dio la orden?
-Promete que me dejaras con vida- exigió el tigre enfrente de Nick, amarrado en su silla. Su ojo izquierdo estaba hinchado, y su labio partido.
Al propio Nick le impresionaba lo mucho que la sed de venganza y la furia podía mejorar sus habilidades de pelea para haber reducido a ambos sujetos en apenas un minuto, los cuales por cierto no eran los primeros de la noche, pero no tener que preocuparse por la "brutalidad policiaca" también era bastante... liberador. Nick miró pensativo el cuchillo.
-¿Sabes quién dio la orden o me mandaras al siguiente peldaño?- inquirió Nick mirando al tigre con aburrimiento-. De eso depende que sigas vivo.
-Sé a quién buscas- respondió el tigre sonriendo-. Se quien les puso la trampa. Su amigo, Garraza, los traicionó...
Nick observó su cuchillo pensativo. Había escuchado hace apenas unos minutos, en su anterior parada, que alguien había herido a Garraza en la estación de policía. Ahora estaba seguro que había sido Jack Savage el perpetrador, y ahora entendía el motivo; Jack Savage no era el tipo de sujetos que permanecía sentado esperando noticias. A diferencia de Bogo, que Nick tenía la seguridad de que solamente estaba hundiéndose en su miseria y dolor, Jack aseguró que tomaría cartas en el asunto... tirando en sentido contrario al de las pistas de Nick. Mientras el zorro se encargaría de ejecutar a quien dio la orden contra ellos, Jack le hizo ser consciente de que Polaris era un traidor y que su arresto era parte de un elaborado plan de venganza en su contra: alguien los había traicionado. Desde un principio, Nick supo que Jake sería incapaz... pero eso no significaba que era inocente. Aun así, la culpa seria su castigo. Y el de Garraza la muerte.
-Taka Scar- declaró el tigre con firmeza-. Líder de una banda de traficantes de drogas en la zona este de la ciudad, en el Sahara.
-Estamos lejos de su territorio- dijo Nick con tono neutro.
-No más- respondió el otro encogiéndose de hombros-. El bastardo quiere expandirse; ya ha empezado a crear caos entre Míster Big y Shere Khan. Quiere destruirlos a ambos y quedarse con todo el poder.
-Scar no tiene posibilidades de destruir a esos dos gigantes.
-El señor Scar no opina lo mismo.
Nick asintió pensativo. Tras lo cual se acercó al tigre.
-¡Dijiste que me dejarías vivo!- gritó horrorizado el tigre.
-Te dejare vivo, pero necesito asegurarme que no me delates.
Nick encajó su cuchillo en la pata derecha del tigre, el cual grito de dolor. Con un ágil y rápido movimiento, retiró el arma y esta vez apuñalo la otra pata. El tigre lo maldijo y comenzó a sollozar. El zorro no se inmuto y retiró el arma de la nueva herida.
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Adiós, Judy
FanficCon la cabeza agachada y las orejas alzadas, el zorro escuchaba cada ruido a su alrededor con poderosa concentración, esperando la inminente visita. Podría haber aprovechado el tiempo en despejar su mente, si tan solo algo que no fuera un odio incon...