El Domingo Después De Cuernavaca

Capítulo 19 - Domenzaín

Chapter 19 - Domenzain

The plan for the evening had been to show their faces at the Yuri event, watch the show, and then escape before dinner. It was their last night before Marcia's return from Germany. In fact, she and Omar were probably already in the air. Lety was silently pleased with Luigi's reaction, and even Alicia's. But it was Fernando's that made it all worthwhile. Because though she could tell that he liked how she looked, that it pleased him, what she saw in his face was the same thing she had seen before. The same look of adoration. The same look of love. The same eagerness to be with her. Although she had to admit it was a little less controlled than usual. But he often seemed to lose control in his desire for her. Except in Cuernavaca, she thought. There, though they had been completely alone, there he had respected her wishes. But it was obvious that for the both of them, that had been a sacrifice because they had made love in the office the day they came back in a completely uninhibited way. All of these things made her believe with all of her heart that when he told her that his feelings for her had started one way and ended another were true. That the letter Omar wrote was an awful representation of the start of their relationship and that Omar was a shallow superficial man.

El plan para la noche había sido hacer acto de presencia en el evento de Yuri, ver el espectáculo y escapar antes de la cena. Era su última noche antes del regreso de Marcia de Alemania. De hecho, ella y Omar probablemente ya estaban en el aire. Lety estaba contenta con la reacción de Luigi y la de Alicia. Pero fue Fernando el que hizo que todo valiera la pena. Porque aunque podía decir que le gustaba cómo se veía, que estaba feliz por eso, lo que veía en su cara era lo mismo que había visto antes. La misma mirada de adoración. La misma mirada de amor. El mismo anhelo de estar con ella. Aunque tenía que admitir que estaba un poco menos controlado de lo habitual. Pero a menudo parecía perder el control en su deseo por ella. Acepta en Cuernavaca, pensó. Allí, aunque estaban completamente solos, él respetaba sus deseos. Pero era obvio que para los dos, eso había sido un sacrificio porque habían hecho el amor en la oficina el día que regresaron de una manera completamente desinhibida. Todas estas cosas la hicieron creer con todo su corazón que cuando él le dijo que sus sentimientos por ella habían comenzado de una manera y que habían terminado con otra, eran ciertos. Que la carta que escribió Omar fue una representación horrible del comienzo de su relación y que Omar era un hombre superficial.

Lety's mind wandered to that Sunday. Her hand went intuitively to her stomach as she stood in doorway that led to the dressing rooms. From her vantage point, she could see the party but was still removed from it. She watched people talking and interacting, so easily. She wondered if she would ever have that ease. She was focused on a woman who looked familiar when she felt someone's presence at her side. Thinking it was Fernando she turned and flashed a brilliant smile. Instead there was a man standing next to her whom she had never seen before. He was tall, but not as tall as Fernando. He had loose wavy brownish blonde hair, blue eyes and was dressed casually, especially for an event such as this. He smiled back at her. She immediately hid her face. She didn't want to have smiled at him in that way. But he apparently thought it was for him because he began to speak.

La mente de Lety volvió a ese domingo. Su mano se dirigió intuitivamente a su estómago mientras estaba de pie en la puerta que conducía a los vestidores. Desde su punto de vista, ella podía ver la fiesta, pero todavía estaba fuera de ella. Observaba a las personas hablar e interactuar, tan fácilmente. Se preguntó si alguna vez tendría esa facilidad. Estaba centrada en una mujer que parecía familiar cuando sintió la presencia de alguien a su lado. Pensando que era Fernando se volvió y le dedicó una sonrisa brillante. En cambio, había un hombre junto a ella a quien nunca había visto antes. Era alto, pero no tan alto como Fernando. Tenía el cabello suelto, ondulado, rubio rojizo, ojos azules y estaba vestido de manera informal, especialmente para un evento como este. Él le sonrió. Ella inmediatamente escondió su rostro. Ella no quería haberle sonreído de esa manera. Pero aparentemente pensó que era para él porque comenzó a hablar.