Pero...¡¿15 años?! (AiBaku)

Capitulo II: ¡¿Destinados?!

Tal ves era porque el destino les había atado para toda la vida, pero en ese instante sus pensamientos se coordinaron al tiempo que sus ojos se encontraron con los del otro.

¨Que el destino se vaya a la puta mierda¨

Aizawa soltó un ligero suspiro, y retornando su atención a los estudiantes frente a él, dictamino sus instrucciones para comenzar la clase de ese día, después de todo era su maestro titular, tenia que ser profesional, y ya que era el adulto de esa extraña relación, tendría que ser quien tomara las riendas para evitar algún desastre.

Miro un momento al omega antes de retirarse, tendrían que hablar en privado más tarde para terminar la conversación de esa mañana.

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– Bien... ¡pero si se me acerca lo mato!

Tenía que admitir que esa ¨amenaza¨ por parte del cachorro le había sorprendido bastante, y es que, aun cuando los omegas tenían los mismos derechos que alfas y betas su personalidad sumisa no había cambiado realmente, pero claro siempre hay una excepción a la regla.

-No lo hare

-...- el chico parecía haber aceptado su respuesta, y ahora se dedicaba simplemente a analizarlo.

¨Bueno, no todos los días te enteras de que tu destinado te dobla la edad¨

-Eres un viejo...

-Y tu un mocoso malcriado

- ¡¿Ah?!

-Escucha niño, soy uno de los profesores de la escuela – Tal vez debería haber empezado por decir su nombre, pero le parecía realmente importante informar al chico de su posición en la academia, después de todo llevaba el uniforme, así que podrían llegar a encontrarse en los pasillos y prefería evitar cualquier posible espectáculo por parte del omega.

- ¡¿Profesor?!, entonces...

-Puedo castigarte si comienzas un escándalo aquí

- ¡¿Me está amenazando?!

Aizawa no pudo mas que mirar al omega con curiosidad, le insultaba, gritaba e incluso lo amenazaba, pero siempre manteniendo el respeto suficiente para tratarlo de usted, sinceramente esperaba que comenzase a tutear.

-Como sea, ¿tu nombre?

-No a dicho el suyo – Objeto el omega con cierta desconfianza respecto a darle su información a un desconocido, su alfa, ¡pero un desconocido al fin y al cabo!

-Aizawa Shouta

-Bakugou

-mmm

-Katsuki...

-Acabas de entrar – Eso había sido una afirmación y no una pregunta, aun así, el omega asintió en respuesta – Entonces debes tener mínimo 15, ¿me equivoco?

-Cumpliré 16 en abril... ¿usted?

-Multiplica tu edad por dos

- ¡¿U-un jodido anciano?! ¡¿Por qué diablos mi alfa tiene que ser un pedófilo?!

-Y yo tengo a un cachorro por pareja, pero no estoy lloriqueando

- ¡¿Ah?!

-Bien, vamos a...

- ¡Oí, Aizawa!, ¡¿Dónde estás?!, ¡ya casi es hora!

-Grr... – Bakugou no pudo más que encogerse levemente en su lugar al ver al alfa gruñir y fruncir el ceño, a pesar de lo pasivo e indiferente que se veía, podía volverse intimidante de un momento a otro – Seguiremos luego

El chico solo asintió a modo de respuesta, para luego observar al héroe dar media vuelta y emprender su camino hacia la persona que le llamaba, también debería darse prisa e ir a su salón.

-Jodida mierda – No era un insulto con un destinatario, simplemente necesitaba liberar un poco de tensión.

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De todos los héroes que impartían clases en la U.A., ¿Por qué?, que alguien le explique, ¡¿Por qué diablos tenía que ser justamente él su jodido maestro titular?! ¿Qué rayos se traía el destino en su contra?

-Solo...ignóralo

No podía ser tan difícil, es decir, durante su pequeño encuentro de la mañana el mayor le había mostrado que no se dejaba manejar por sus instintos fácilmente, así que de seguro el alfa haría lo mismo en clases, y lo trataría como un simple estudiante más.

Si, seria sencillo, o eso esperaba.

-Bakugou Katsuki

- ¿eh?

-Fuiste la calificación mas alta en el examen de ingreso, ¿Cuál era tu récord en el lanzamiento en secundaria?

Y ahora resulta que ser el mejor iba a serle contraproducente, ¡tenían que estar jodiéndolo!

No es como si Aizawa buscase darle favoritismo al chico, pero él solo tendría en su clase a quien tuviese la capacidad para convertirse en un verdadero héroe pro, juzgaba el talento y la determinación, no era su culpa que su omega resultara ser el mejor de todos los nuevos aspirantes a héroe, ni mucho menos que estuviera en el grupo del cual sería tutor.

Definitivamente el destino había decidido convertirlos en su comedia personal, y no había nada que alguno de los dos pudiera hacer para cambiarlo, su única opción era aceptarlo, y quien sabe hasta podría comenzar a gustarles.

Pero ceder era algo más que inaceptable para dos personas tan tercas como lo eran ellos, uno por su orgullo y otro por su moral.