Pero...¡¿15 años?! (AiBaku)

Capítulo VI: Feromonas

Las gotas de lluvia golpeteando contra la ventana de la habitación evocaban una tranquila melodía, que junto a su taza de té y el ruido de fondo que la televisión sintonizando algún canal aleatorio, podían brindarle el mejor ambiente para poder dedicarse a las montañas de documentos que tendría que revisar y calificar ese fin de semana, o al menos esa solía ser su tranquila y aburrida rutina.

- aah... - Aizawa suspiraba cansado, tal ves hasta frustrado, pero quien podría culparlo, había sido una semana por demás problemática.

Y probablemente iría a peor.

- hmmp – Un pequeño ruido sin sentido escapo de entre sus labios, como una ultima queja ante su situación, regreso una vez más su atención a los documentos que desde hacía 2 horas había comenzado a revisar, y sin embargo continuaba aun en la primera hoja – aah...No tiene caso.

Finalmente, no tuvo más elección que ceder al cansancio y abandonar su tarea, después de todo era justo como dijo, no tenia caso continuar perdiendo su tiempo en una tarea que ni siquiera iba a comenzar, tenia demasiadas cosas en la cabeza para preocuparse por las tareas de sus escandalosos alumnos.

En primer lugar, no necesitaba estar revisando absolutamente ninguna tarea, esas calificaciones se presentarían en la próxima junta con el director para reportar el avance de los estudiantes, y esa reunión no seria hasta dentro de un mes, no tenia porque apresurarse en evaluar los trabajos y, en segundo lugar, esa noche no patrullaba, era su día libre, debería estar durmiendo o viendo un programa absurdo en la televisión como normalmente hacía en sus días libres.

¡Pero no!, el destino tenia que llegar y arruinar su muy tranquila y apacible vida trayendo al pequeño problemático a esta.

- Grr – No paraba de soltar ligeros gruñidos y uno que otro reproche, todo mientras se preparaba un ramen instantáneo para la cena, podía ser el adulto en la relación, pero seguía sin saber cómo iba a tratar a su omega de ahora en adelante.

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Era una tarde bastante tranquila considerando que justo hace unos momentos el edificio se encontraba rebosante de ruido proveniente de los pasillos repletos de adolescentes parloteando temas que realmente no podían interesarle menos.

Aizawa se encontraba recargando su espalda contra la pared de la enfermería, posicionado estratégicamente junto a la puerta de esta para prevenir cualquier posible intrusión a esa pequeña consulta privada, mientras escuchaba atento todo cuanto Recovery Girl discutía con el chico que se notaba levemente abochornado con la situación.

- Considerando tus resultados puedo asegurarte que estas saludable, pero... - Se detuvo mientras hojeaba los registros médicos del rubio como si intentara constar alguna información.

- ¿Qué?

- ¿Tu celo se presentó desde los 14, correcto? – Solo asintió en respuesta – Es una edad algo temprana, pero considerando que tu alfa es ya un adulto es probablemente una acción normal en tu cuerpo, después de todo se está preparando para ser capaz de responder a un adulto, y no un adolescente

- ¿Y?

- Podría ser problemático para ti – Aunque lo menciono con calma, permaneció atenta de la reacción que esa declaración pudiese crear.

- ¡¿Eh?!

- Te daré estos supresores, tendrás que tomarlos diario no solo cuando se acerque tu celo, ya que el tener a tu alfa cerca podría provocar que tu ciclo se altere, ven a verme la próxima semana para otro chequeo, ¿entendido?

No hubo respuesta por parte del omega, estaba en shock, era demasiada información para su cerebro, ¿que se supone que significaba todo eso?

- ... - Bakugou miraba indeciso a la anciana sentada frente a él, pero finalmente y aferrándose a su terca personalidad, logro conseguir el valor suficiente para hablar - ¿Cómo? ¿Qué...problemas podría...?

Recovery Girl no pudo mas que dedicarle una pequeña pero comprensiva sonrisa al cachorro que totalmente cohibido realizaba una buena pregunta en su opinión, a la cual no dudo en dar respuesta, después de todo era algo que ambos, omega y alfa necesitaban saber.

- Bueno, como dije tus ciclos podrían alterarse, lo que quiero decir es que tu celo podría adelantarse o incluso extenderse – Aguardo en silencio unos segundos para observar la reacción de ambos, pero enseguida continuo – además, durante esos periodos puede que te vuelvas más sensible al aroma y feromonas de Aizawa-kun, por supuesto que también puede suceder a la inversa, aunque ya que Aizawa-Kun es un adulto le será un tanto más fácil de sobrellevar.

- Grr

La pequeña mujer decidió ignorar el audible gruñido del alfa y proseguir con calma la explicación para el joven que le escuchaba por demás atento.

- También cabe la posibilidad de que se vuelva mucho mas intenso, si llegas a sentir que es demasiado como para tolerarlo tomate la libertad de faltar a la academia o retirarte temprano

El menor que hasta ahora se había limitado a simplemente escuchar las instrucciones que se le estaban dando, dio un ligero asentimiento ante la petición de la enfermera.

- Por supuesto, si esto ocurre quiero que vengas a verme tan pronto como te sea posible, ¿entendido?

- ¿Qué? ¿Por qué?

- Ya lo he dicho, el que exista una diferencia de edad tan amplia entre tú y tu pareja podría resultarte conflictivo, así que preferiría asegurarme que sabrás como sobrellevarlo.

- Bien... - Contesto, aunque no muy convencido con ello, sonaba como si hubiese algo mas que la mujer no planeaba decirle, algo que solo discutiría con su alfa ¿tal vez?

- De acuerdo, puedes retirarte, hemos hecho los estudios prudentes y no necesito más por ahora, además ya es algo tarde, tus padres deben estar esperando por ti en casa.

De nuevo un ligero asentimiento por parte del menor fue la única respuesta que Recovery Girl recibió, para seguido a esto observar como el chico se levantaba y tomaba sus cosas, dirigiéndose a paso calmado a la puerta, hasta que finalmente abandona la habitación dejando a ambos adultos en un completo y algo tenso silencio.

- ¿Y bien?

La mujer no pudo reprimir la pequeña risilla que el evidente interés del más alto desprendía respecto a los resultados del pequeño rubio.

- ¿Por qué no tomas asiento Aizawa-kun?

Ese pequeño ofrecimiento no hizo mas que tensar ligeramente al mayor, esa seria sin duda una tarde algo larga.

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- aah... ¿marcarlo, eh? – Murmuro aquello mientras observaba el tazón con fideos delante de él como si fuese a darle la respuesta que buscaba obtener en ese momento.

No tenia idea de que hacer de ahora en adelante, y lo peor de aquella situación es que el tiempo había comenzado a avanzar, siendo ahora irrefrenable para ninguno de los dos.