Capítulo XXV: Necesitamos suministros

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Tan solo habían pasado 10 minutos y su trasero aún le dolía, pero su orgullo le impedía seguir recostado en la cama mientras su pareja andaba paseándose de lo lindo en la cocina intentado prepararle el desayuno, si intentando, porque no importa lo que el pelinegro dijese, Katsuki se negaba a creer que alguien cuya rutina alimenticia se basaba únicamente a Bentos de minisúper y bebidas energéticas fuese capaz de preparar algo decentemente sano para comer.

- Joder... - Si le dolió cuando intento ponerse de pie, eso no fue nada comparado a la horrible punzada de dolor que le recorrió la espalda al dar tan solo un paso - ...tiene que ser una puta broma, ¿Cómo mierda haré clases prácticas ahora?

Se quedó quieto unos minutos antes de moverse nuevamente, esta vez con la sensación de dolor un poco más leve que al inicio, con cuidado de no realizar ningún movimiento brusco que pudiese provocarle algún daño mayor al que obviamente su estúpido alfa ya le había causado, dio un par de pasos hacia la mochila que ya hacia tirada en la esquina izquierda de la habitación.

- Mierda... - Se le escapo aquel insulto al ver los mensajes y llamadas perdidas en su celular, todas del mismo remitente: Vieja bruja – y una mierda voy a escuchar sus reclamos... - Tal y como le había indicado el mayor tomo una de sus camisas prestadas para cubrir su cuerpo antes de dirigirse a la cocina – ese anciano va a asumir la responsabilidad le guste o no...

- Parece que ya recuperaste las energías, y ni siquiera hemos desayunado, ¿debería preocuparme? – Comento al tiempo que escucho al chico entrar a la cocina murmurando insultos a diestra y siniestra, para luego mirarlo con cierto enfado - ¿pasa algo?

- La vieja bruja estuvo llamando...

- Oh – No sabia que más decir, que la madre del rubio les hubiera permitido tener sexo antes de la edad legal no implicaba que podía simplemente desaparecer por todo un día sin siquiera avisar de su paradero – pensé que le habías llamado cuando paramos en el minisúper

- Lo hice

- ¿Entonces...?

- Yo que se, seguro mi papá le pregunto por mi o algo

- Ya veo, cuando te lleve a casa les explicare que te quedaste conmigo debido a la lluvia

- ¿S-solo eso...?

- Si

- Bien

- ¿Quieres que mencione que estuvimos haciendo?

- ¡P-por supuesto que no!

- Solo bromeo

- ¡Pues no es gracioso, alfa estúpido!

- Me insultas con total libertad, pero te avergüenza tutearme, realmente eres complicado de tratar, ¿no?

- ¿Ah?

- No importa, vamos siéntate hay que comer – Ordeno a la vez que colocaba un par de platos con huevo revuelto y mini salchichas en la mesa - ¿suficientemente bueno para tu refinado paladar, niño?

- Supongo que es...más decente de lo que esperaba...

- Creo haberte dicho que se usar la cocina

- ¡¿Entonces porque mierda siempre esta comiendo todas esas porquerías insalubres en lugar de preparar algo saludable?!

- ¿Y levantarme más temprano?, no gracias – El pequeño tic que se formo en el ojo izquierdo del omega frente a él, lejos de intimidarlo le recordaba lo impulsivo e infantil que su pareja podía llegar a ser – además ¿Quién necesita preparar la comida cuando tiene a un adorable cachorro rubio haciéndole el almuerzo a diario?

Pero...¡¿15 años?! (AiBaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora