capitulo 4: un amor prohibido.

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– Hades... ¿que haces aquí?- habló la joven con algo de miedo y sorpresa.

El rey del Inframundo solo se dedicaba a mirarla con una expresión sería y su típica mirada penetrante, de un momento a otro este cambio su expresión, ahora mostraba una sonrisa de lado.

– pensé que era más educada señorita Perséfone- dijo este aún con su expresión de picardía.

– qué haces aquí- volvió a preguntar la joven.

El señor del Inframundo cambio su expresión a una más sería para luego contestar.

– que descortés soy- tomo la mano de Perséfone y la besó.

La joven se alejó de el aún con miedo, la expresión de ambos no cambiaba, solo se miraban lla que Hades decidió hablar.

– creo que sería más descortés de mi parte el no contestar a tu pregunta, estoy aquí solo para verte.

La joven seguía mirando fijamente al rey del Inframundo pues no sabía cómo era que avía entrado tan facil a el bosque, resguardado por el poder de su madre, además tenía la duda, ¿Enserio estaba ahí solo para verla? Y si no ¿Cuál era su verdadera intención?

El rey del Inframundo no dejaba de admirar la belleza de la joven diosa que se encontraba frente a el, si bien la diosa más hermosa era Afrodita, Perséfone sin duda era una buena competencia, no se esperaba menos de la joven que robo el corazón de el señor del Inframundo. Era de esperarse que la presencia de uno de los tres grandes fuese notada con gran facilidad, y más si este dejaba un aura bastante amenazadora a su pasó; Deméter al sentir el aura de Hades tan cerca de su hija decidió ir a donde ella se encontraba, mientras tanto, un silencio incómodo avía entre la joven diosa y el rey del Inframundo.

No tardo mucho en escucharse los pasos de Deméter a toda prisa, acompañada de tres ninfas, al llegar al lugar está se encontró con el rey del Inframundo frente a su hija.

– Perséfone, le llamo su madre.

– ¡madre!, La joven se sentía realmente feliz de que su madre se encontrara ahí, ya que Hades le causaba cierto temor.

Deméter se encontraba confundida, cual era la razón de que uno de los tres grandes se encontrara en este lugar, sin duda era algo realmente extraño, está decidió preguntar sin dejar de lado sus modales carácteristicos de una diosa.

– señor Hades, que sorpresa, dijo Deméter.

Perséfone se encontraba detrás de su madre, intentando esconderse de la mirada de aquel hombre que se encontraba frente a ella, Deméter se dió cuenta de la incomodidad de su hija, así que decidió averiguar la razón por la cual se encontraba ahí.

– Hades, si no es mucha mi descortesia puedo saber ¿Que es lo que haces aquí?, Pregunto intentando sonar lo más educada posible.

– Deméter, la única razón por la cual estoy en este lugar es para conocer mejor, a aquella flor que has tenido escondida, durante varios años en tu jardín.

La diosa de inmediato se dió cuenta de que este se refería así hija Perséfone, sin duda ella era hermosa y codiciada por muchos hombres, por la misma razón la mantenía alejada de todo, tanto el mundo de los humanos como el mundo de los dioses.

– dime por que has de ser tan descarado en venir a mi templo y mis tierras, no eres el único que siente curiosidad sobre Perséfone, y no me importa que seas uno de los tres grandes, no tienes ni el más mínimo derecho de hacercarte a ella o a mi, está dijo muy enojada.

De inmediato Hades cambio la expresión de seguridad que tenía, por una completamente sería y fría, por lo cual Perséfone sentía temor de lo que pudiera pasar, mientras que su madre seguía muy firme en su decisión, sin duda alguna quería dejarle muy en claro que no tenía razones por las cuales debía de estar ahí y nunca dejaría que se hacercarte a su hija, odiaba que todos la tomarán como un simple trofeo.

– Hades..., Dijo muy decidida la diosa.

– madre..., Quiso interrumpir Perséfone por el miedo que le causaba aquel hombre frente a ellas.

Su madre iso caso omiso de las palabras de la joven y muy decidida dijo...

– quiero que te vallas de este bosque y te alejes de mi hija Perséfone, ¡ME ESCUCHASTE!

– está bien, dijo sin más el rey del Inframundo.

En ese momento el hombre dió una reverencia para jambas diosas se despidió cordialmente y comenzó a alejarse lentamente con una sonrisa casi imperceptible, mientras tanto Perséfone respiraba hondo, ya que el miedo que está avía sentido sin duda fue realmente horrible; de alguna forma Deméter se sentía insegura y con algo de miedo, ella sabía que muchos sentían curiosidad por su hija, pero ninguno se atrevió a entrar en el bosque que resguardaba su templó, sin duda Hades despertó cierta incomodidad ahora la diosa de la fertilidad nunca estaría tranquila respecto a la seguridad de su hija.

–¿madre te encuentras bien?, Pregunto Perséfone.

– claro que sí, solo estoy un poco  preocupada, contestó Deméter con cierta seriedad y luego una sonrisa.

Perséfone no dijo nada más, sabía perfectamente la preocupación de su madre, prefería no darle mucha importancia ya que eso causaría que su madre se preocupara más, y eso era lo último que quería. Después de llegar de nuevo al templo, acompañadas por las mismas ninfas que avían escoltado a su madre toda la tarde, Perséfone decidió hablar de nuevo con su madre ya que esta estaba muy pensativa.

– madre, quiero que seas sincera, ¿Que es lo que te sucede?

– no dejaré que vuelvas a salir del templo...

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Después de todo lo sucedido con Deméter, el rey Hades decidió no importunar más en aquel lugar y regresar a su hogar, el triste y sombrío Inframundo; la única razón por la cual salió era solo mirar la belleza que portaba esa joven diosa, sin duda avía despertado demaciado el interés en Hades.

Al llegar a ese lugar sombrío y sin vida el cual el llamaba hogar, decidió arreglar unos asuntos en inmediatamente encerrarse en su cuarto a pensar en completa soledad y calma, a pesar de que no se avía mostrado amenazadora ante las dos diosas (o eso era lo que él creía) sentía un poco de disgusto al saber que Deméter quería alejar a su hija de todos tanto dioses como humanos, incluyendo le a el, este pensó un poco más con los hijos cerrados y de un momento a otro los abrió de repente y mostró una sonrisa de lado para luego decir...

– Deméter que ilusa eres, crees que me podés alejar de tu hija, estás muy equivocada, seré yo quien la aleje de tí.




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Holi se que no avía actualizado en mucho tiempo, pensé que a nadie le importaba está historia, pero como veo que sip comenzaré a publicar más seguido.

Y además les quiero recomendar lean un fanfic que mi amiga MilaHyugaTTFD está escribiendo está muy padre.

Y sin más que decir bye ^_^

entre la vida y la muerte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora