capítulo 8: encierro en el inframundo.

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La palabra miedo, era poco para describir aquello que la joven sentía en esos momentos, recordaba las palabras que el rey del inframundo le avía dicho al bajar de aquel barco.

- quizá ahora no te importa, pero cuando veas el verdadero infierno no podrás controlar tu miedo.

Y tenía toda la razón...

Ahora ella se encontraba aferrada a aquel hombre, el cual era mucho más alto que ella. Persefone ocultaba su cara en el pecho del hombre, mientras que se aferraba a sus ropajes, después de todo un solo vistazo a el inframundo fue bastante para que la joven se le revolviera el estómago.

Después de caminar por un lugar lleno de huesos humanos, se encontraban en un lugar similar al río en el que anteriormente navegaban, la diferencia era que en este lugar los cuerpos no estaban ocultos por sangre roja y espesa, si no que estaban a simple vista.

Carne y huesos desgarra dos por doquier, lo más perturbador era ver personas hasta los huesos, con el estómago crecido comiendo aquellos pedazos de carne podrida.

Siendo lo más horrible visto por la joven, Hades decidió que no sería bueno que está continuará admirando como los mortales eran torturados cruelmente; dándole la pequeña advertencia de que no mirará, continuaron su recorrido.

Aunque la curiosidad reinaba en la mente de persefone, el solo recordar lo que avía visto con anterioridad le era más que suficiente para matar aquella curiosidad, sumando gritos desgarradores y fuertes sollozos por parte de las almas mortales.
Todos sufrían de diferentes maneras, sus gritos lo decían y también sus llantos.

Después de todo, cada alma sufre por sus pecados, siendo este su propio castigo.

-¿Porque los humanos sufren tanto?-pregunto la joven con la mirada baja.

- mientras estaban vivos cometieron crímenes por los cuales deben de pagar-

-pero ningún ser debe ser condenado a sufrir de esta manera-dijo mientras soltaba un suspiro.

La joven se sentía horrible, estaba tan acostumbrada a vivir rodeada de vida, a diferencia de Hades y para ella ver tanta muerte era triste, un gran sentimiento de desagrado la invadió, solo quería salir de ahí.

La joven era ajena a todo aquello ya que su madre era la única persona con la cual convivía y al no tenerla cerca ahora se sentía sola.

Una Soledad terrible...

Hades seguía caminando a paso un poco apresurado, intentando que la joven no soportara aquel panorama más de lo necesario, sabía que aunque no admirará del todo el infrmundo, Persefone se sentían mal por escuchar los gritos y caminar sobre restos humanos.

Sin duda el rey podía ver como la joven apartaba la mirada de él, pero también de él inframundo; mientras ella escondía su cara para no observar lo que el infierno proporcionaba a las alma mortales, se sentían insegura, después de todo seguía siendo víctima de un miedo terrible hacia el dios del que estaba sujetada, y Hades lo entendía perfectamente, sin decir más continuaron con su recorrido por las distintas partes del inframundo.

Ellos se dirigían al lugar más profundo de él infierno, un lugar donde la luz nunca llegará, ahí se encuentra el castillo de Hades.

Una bella flor, que ahora se encontraban en el infrmundo.
Un pequeño rayo de sol para el rey, en un lugar de eterna obscuridad
La felicidad de uno era la tristeza de él otro.
Dos diosas derraman lágrimas.

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Después de aquel horrible escenario, ahora ambos dioses se encontraban en la entrada al castillo de Hades, la joven muy en el fondo de si misma sabía que entrar en ese lugar sería su perdición.

Persefone no aguanto más y comenzó a derramar lágrimas, pero estas no eran iguales a las que anteriormente se presentaron, estas no eran otras más que de rabia pura. Ella nunca avía sentido tal disgusto hacia una persona, tan solo ver lo le causaba desagrado y por primera vez en mucho tiempo dejaría salir toda su rabia.

Hades comenzó a caminar hacia el castillo pero al ver que Persefone se quedaba atrás, volvió su mirada, encontrándose con el seño fruncido de la antes mencionada.

- que es lo que tienes- dijo mientras se hacercaba a ella.

La joven retrocedió por impulso, pero esta vez no sería más una víctima indefensa, estaba más que dispuesta a dejar ver su ira por primera vez.

- Hades creí que eras más listo- dijo la joven con sorna- tu eres el que me a alejado de mi hogar y de mi madre y aún así te atreves a preguntar por qué-

Hades podía percibir el odio de persefone hacía el, la joven bella, indefensa y tierna en ese momento había desaparecido; mientras que el la tomo fuertemente del brazo para llevarla con él, la joven intentaba con todas sus fuerzas soltarse, por Primera vez estaba luchando con el rey de ese lugar tan desolado y horrible. Hades a la fuerza logró llevarse a persefone, pues aunque ella no quisiera admitirlo no era rival para uno de los tres grandes, aquel hombre estaba más que decidido en hacer lo que fuera para obtener a la joven y se aseguraría de no perderla.

Hades llamó a uno de sus sirvientes para que llevara a persefone a la que ahora sería su habitación, pero al llegar a ella la joven no lo veía más que como su nueva prisión. Tras salir aquel sirviente la puerta se cerró, Persefone creyó haber escuchado como era puesto el seguro de la puerta lo que le indicaba que no sería nada fácil escapar.

Mientras la joven sufría, el rey pensaba en todo lo que podía ocurrir, ahora tenía a la joven que tanto quería pero no sabía por qué no estaba feliz, siguió pensando en ello hasta cansarse y finalmente decidió ir a descansar. En el otro lado del castillo Persefone sufría en un horrible silenció y soledad; devastada por su rapto su madre también sufría.

Pobre Persefone desde hoy comienza tu encierro en el inframundo...













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Holi

Me tarde mucho en actualizar,;-; pero estoy muy ocupada así que seguiré haciendo lo :\

No voy a pausar el libro pero si me tardaré años en actualizar

Sin más bye ^_^

Y perdónar •~•

entre la vida y la muerte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora