capítulo 14: juntos y a la vez separados.

1.1K 63 12
                                    

No suelo dejar avisos al principio de un capítulo, pero porfa leer hasta el final les conviene :3

-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-

Al día siguiente Persefone se levantó y algo adormilada, se estiró un poco para quitarse la pereza y acto seguido se hacerco a un bello espejo con un marco de oro para acomodar se un poco el cabello, en esos instantes unos golpes en la puerta fueron escuchados por Persefone, esta solto un pase lo suficientemente fuerte y claro para que quien estuviera fuera de la puerta la escuchará. Acto seguido entró uno de los sirvientes de Hades el cual hizo una pequeña reverencia hacia su persona, ella aun no estaba muy acostumbrada a ser la nueva señora del inframundo y de recibir un trato tan especial de alguien que no fueran sus ninfas.

- señorita Persefone, el señor Hades quiere verla, necesita hablar algo con usted.

- si voy enseguida.

Después de eso el sirviente se fue y Persefone se encaminó hacia donde se encontraba Hades sentado en su majestuoso trono algo lúgubre. Al llegar y pararse frente a él ella sonrió feliz de estar ahí con el y mirarle una vez más, aunque eso aumento su tristeza al recordar lo que se había hablado en el día anterior y la posible razón de que hubiese sido llamada.

Al bajar su mirada algo triste no se dio cuenta de que Hades se levantó de su trono para hacercarse a ella y posarse enfrente, al sentir su presencia y levantar su mirada fue recibida con una mirada cálida y tierna por parte del dios del inframundo, una mirada que solo se la dedicaba  a ella.

Se hacerco los suficiente a su rostro como para dejar un beso en su frente uno en cada mejilla de la joven y finalmente un último beso en los labios, cuando se separó tomo su mano con suavidad y dejó en ella el fruto del inframundo.

Una granada...

Persefone miro extrañada aquella fruta en su mano y después dirigio su vista al hombre frente a ella pidiendo una explicación.

- es un regalo... Mi bella Persefone- el rey la abrazo- te voy a extrañar...

Persefone estaba muy dolida no quería dejar aquel lugar que en tan poco tiempo se había vuelto su segundo hogar y también odiaba dejar al hombre que amaba con todo su corazón, su libertad de estar con el también se iría y posiblemente no volvería a verlo.

- no me quiero ir- la joven diosa comenzó a sollozar mientras se aferraba con fuerza a la túnica que vestía el más alto- quiero permanecer a tu lado.

Hades tampoco quería que se fuera ni ahora ni nunca, pero ante los ojos de Persefone el se encontraba mucho más tranquilo que ella, quizá demasiado y la diosa no pudo evitar pensar en las palabras de su madre.

"Te mantengo lejos de ellos por que se como son, en cualquier momento te olvidaran y reemplazaran"

Encerio ¿el sería capaz de olvidarla? Y remplazarla ¿como si nada? Ella tenía miedo de averiguarlo, pero su actitud le daba muchas cosas en que pensar, pues apesar de que muchas veces le mostró que la amaba con locura, la inseguridad que calaba en su mente y corazón por las palabras de su madre no se iba.

Se separaron se miraron una vez y se dieron un último beso, en silenció caminaron hacia la salida del castillo y recorrerían el mismo camino que fue usado antes para traerla a lo que ella creía sería su perdición y resultó ser un sueño hecho realidad.

El camino le causó cierta nostalgia, y no pudo evitar derramar lágrimas mientras poco a poco se hacercaban a la superficie, el Reino humano y a su amado bosque con su madre.

Persefone tenía sentimientos encontrados y no sabía a cual de ellos darle mayor importancia ¿la tristeza? O ¿la alegría?

Tristeza de perder a su amado y su nueva vida o alegría de ver a su madre y recuperar su antigua vida a la que estaba tan acostumbrada, dos partes importantes de ella y se le hacía imposible elegir entre ambos sus pensamientos fueron tan profundos que cuando menos se dio cuenta llegaron con queronte el sería el que los llevaría río arriba para salir del inframundo, su viaje en el río fue breve y ya no temía a los golpes de los huesos humanos en el la pequeña Barca; bajaron de ella y se encontraban en el muelle tan mal cuidado de antes, comenzado a caminar por un sendero algo obscuro para los ojos de Persefone pero visible a los ojos de Hades pronto una luz se asomó la cual fue realmente segadora para Persefone, no había visto tanta luz desde hace tiempo y sabía lo que significaba.

entre la vida y la muerte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora